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Una mirada no tan romántica sobre lo que sucede en San Marcos más allá de las protestas

Título original: ¿Qué está pasando en San Marcos?

 Escribe: Jorge Mori*

Hay que explicar el contexto interno para entender el conflicto en San Marcos.
En San Marcos, aún existen grupos de estudiantes y docentes que señalan que la Ley Universitaria y la reforma son parte de un proyecto «neoliberal» impulsado por el ex Ministro Jaime Saavedra. Esos grupos se resisten a la implementación de la Ley y torpedean cualquier esfuerzo de las autoridades que vaya en esa línea. El licenciamiento de la SUNEDU que logró esta semana San Marcos fue para ellos una bomba que debían desacreditar a cualquier costo. No podían permitir que el rector Orestes Cachay capitalice políticamente ese tremendo logro, aunque se lleven de por medio la imagen de la propia universidad.
 
Por otro lado, la Ley Universitaria señala que las universidades están obligadas a implementar Estudios Generales en los primeros años. Eso ha obligado a un cambio curricular muy fuerte (cambio de cursos y carga horaria de docentes). A diferencia de la Agraria y la UNI, donde cada carrera o facultad ha implementado sus propios Estudios Generales, en el caso de San Marcos, se ha diseñado un modelo sumamente ambicioso donde se han agrupado todas las carreras y facultades en cinco grandes áreas de Estudios Generales (salud, ingeniería, sociales, humanidades y ciencias básicas). Ese modelo pretende ser más eficiente para los cursos transversales pero evidentemente, hay muchos docentes de especialidad que se están quejando porque estarían perdiendo horas lectivas en favor de los Estudios Generales.
Foto: El Comercio

Foto: El Comercio

Ahora, los que van a recibir los Estudios Generales son los cachimbos, es decir, los estudiantes de primer año que no son los que han protestado o han tomado la universidad. En la Federación de Estudiantes de San Marcos, como es evidente, no hay ningún cachimbo porque recién iban a empezar sus clases el jueves 5 de abril, el mismo día de la toma.
Entonces, los estudiantes que han tomado la universidad, en realidad no son los afectados por unos Estudios Generales que justamente iban a empezar a funcionar el día que se tomó la universidad. Por el contrario, son los propios cachimbos los que se han visto afectados al no poder empezar sus clases como se tenía previsto. Entonces, ¿quiénes realmente están detrás de la toma y se benefician con el desprestigio de San Marcos en los medios de comunicación? Los grupos de docentes y estudiantes que atacan la Ley Universitaria y quieren impedir que el rector Cachay capitalice políticamente el licenciamiento de la SUNEDU. Súmenle a ellos a los docentes que están preocupados porque van a tener menos carga lectiva por los Estudios Generales y tenemos la ecuación del conflicto.
Ahora, ¿hay cosas que se deben revisar y corregir en los Estudios Generales de San Marcos? Probablemente, porque ha sido una apuesta bastante arriesgada agrupar a todas las carreras en cinco grandes áreas y seguramente en su implementación habrán muchas grietas que corregir. Que este conflicto al menos sirva para que se haga un monitoreo.
Y finalmente, tenemos que ser responsables y no justificar de ninguna manera la violencia ni de los estudiantes ni de los policías. La Ley Universitaria se logró sin violencia. La Ley Cotillo se archivó sin violencia. No podemos legitimar al encapuchado que tira piedras y le hace el juego a la represión y a los Phillip Butters a quienes le dejamos la cancha servida para que nos estigmaticen. Y menos a los que toman la universidad y se van corriendo a esconderse a la residencia universitaria, afectando a estudiantes que no tenían ningún interés en la toma y se han visto afectados de manera injusta.
*Abogado y especialista en políticas universitarias.