Tres piqueítos columnísticos
1. Empecemos con uno de Aldo Mariátegui, el énfasis es mio:
Así como se pide mano dura contra los que bloquean carreteras, también debe haber mano dura contra la prepotencia de algunas compañías, que termina generando muertos. Todo indica que en Casapalca se han dado excesos que han provocado esta violencia. A sancionarlos.
Preciso comentario. Nada que agregar aquí, salvo que la cosa ya se veía venir desde hace dos semanas, cuando murió el primero obrero (ver cobertura de Roberto Bustamante). Han tenido que morir dos obreros más, un par de pasajeros varados y un policía para que alguien preste atención a lo que sucedía en Casapalca.
2. Más sobre protestas sociales, pero esta vez desde el lado de las teorías conspirativas del Gobierno. Vía Al Día con Hildebrandt:
Es posible que, efectivamente, hayan grupos radicales que estén tratando de llevar agua para su molino, pero no habría la posibilidad de ninguna agua ni de ningún molino si no existiera este clima de desasosiego extendido sobre todo en el centro y en el sur del país.
El comentario completo en:
3. Y ahora, Martín Tanaka sobre el fujimorismo. Bien mirado, tiene que ver con las opiniones precedentes:
…lo que nos debe preocupar es la persistencia de las condiciones que lo hacen posible; el sentido común según el cual la eficacia es más importante que los procedimientos; que el caudillo es más importante que las instituciones; que la vía autoritaria es mejor que la vía democrática. La respuesta a este desafío no es ‘educar’ a los ciudadanos, sino hacer de la democracia una herramienta más eficaz y útil para todos.
El problema es que no podemos hacer nada con la democracia si nuestros gobernantes democráticamente elegidos no creen en ella (y este es el pie para mandarlos a leer, completa, la columna de hoy de Augusto Alvarez Rodrich).