Tres opiniones sobre el indulto o la amnistía
1. Una provocadora columna del director de Correo defiende el perdón a los militares procesados por violación a los derechos humanos. La parte más interesante para la mitad del público de este blog será esta:
Y éste es un tema generacional. No vengan los chiquillos de ahora, los universitarios, los menores de 30 años, los que no la vieron de cerca, a ponerse exquisitos con los derechos humanos, pues a ellos no les han explotado cincos bombas cerca como a mí, no han tenido que gatear por el suelo de su casa mientras zumbaban las balas y el pánico surgía cuando atacaban la embajada de la esquina, ni asistir a un montón de velorios, ni experimentar apagones con ráfagas de disparos por todos lados, ni sentir booms lejanos que revelaban algún bombazo más en la ciudad, ni redadas diarias encañonados por uniformados nerviosos. Lo que para ellos es una cuestión lejana y abstracta es algo muy presente para los supervivientes, para aquellos que escuchamos el Terror a través de las paredes, como bien escribió el poeta Ginsberg.
(ACTUALIZACIÓN 12/11 La cholósfera se llenó de respuestas a este editorial, pero la mejor es la del blog de Cayo.)
2. Roberto Bustamante (que tiene más de 30, creo) critica el modo caviar de afrontar este tema. En un país con un sentimiento pro militar generalizado, el wishful thinking de las ONGs se estrellará contra un muro, dice, y les pide, más bien, verlo del otro lado:
Aceptar que el Poder Judicial, tal como está, puede cometer excesos (¿no los vemos todo el tiempo?). Que se comparte el problema de fondo, que no se está acusando a las grandes cabezas, sino que se utiliza al soldado como carne de cañón (de la justicia). Que en vez de seguir debilitando el Poder Judicial y la desconfianza de la población sobre el sistema penal, creando nuevas comisiones que serían las que digan quién es inocente y quién culpable, que se fortalezcan los jueces y el acceso a la información. Que el Ministerio de Defensa abra sus archivos y ayude a los magistrados para saber quién fue culpable. No mirar con desdén a Núñez que conoce más la tribuna para la que juega. (Más humildad, Muchachitos del ayer.)
3. En la misma línea de desahuevina-para-caviares juega Tanaka, pidiendo que la agenda de defensa a los soldados no sea dejada a los sectores reaccionarios. Y cita al Informe Final de la CVR (léanlo, pues):
La CVR considera que aquellas personas que hayan resultados heridas, lesionadas y muertas en enfrentamientos armados y que pertenecían en ese momento a una organización subversiva terrorista no pueden ser consideradas víctimas. Estas personas tomaron las armas contra el régimen democrático y, como tales, se enfrentaron a la represión legal y legítima que las normas confieren al Estado. Por otro lado, los miembros de las FF.AA., policiales o comités de autodefensa que son heridos, lesionados o muertos en enfrentamientos armados sí son considerados víctimas en este esquema. Estas personas fueron dañadas como consecuencia de un acto legal y legítimo de defensa del orden democrático y merecen el reconocimiento y respeto del Estado y la sociedad” (tomo IX, capítulo 2).
Muy bien bloquearle el paso a la impunidad. Pero nadie, ni de uno ni de otro bando, se acuerda de los ex combatientes que no están procesados o de sus viudas o huérfanos. Este año, por primera vez, la Asociación de Viudas de la Policía participó en el aniversario de la CVR. Allí hay un progreso, pero ojalá no se haya quedado en el gesto. Que sigan los procesos por derechos humanos, que sus víctimas merecen justicia, pero que nuestro sector bienpensante se acuerde también de los soldados, de la carne de cañón, de las otras víctimas.
P.S. Ojo: Gato Gordo ha confirmado que por el Operativo Chavín de Huántar sólo están procesadas cuatro personas, y qué tales personajes: Hermoza Ríos, Montesinos, su ayudante Roberto Huamán y el angelito Jesús Zamudio. NADIE MÁS.