Todo lo que tienes que saber sobre los vínculos de Comunicore con el narcotráfico
Giovanna Castañeda
Periodista.¿¿NarcoMunicore??? El fin de semana ha estado alborotado por la investigación periodística de Óscar Castilla con la colaboración de Carlos Neyra y Daniel Yoyera para la revista PODER. Resulta que el mayor escándalo de la gestión de Castañeda no es solo un caso de corrupción sino de narcotráfico.
¿Qué ocurrió? Como siempre, vamos a ir por partes. Pero eso sí, te adelantamos algo: si después de leer este post sigues pensando que Castañeda debería seguir en la política peruana, pues… asu, lo sentimos por ti.
1. ¿Cuál es la pepa?
PODER ha desenterrado un informe del 2010 de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la SBS, que extrañamente permaneció oculto durante años. Allí se concluyó que la empresa Comunicore fue financiada con dinero del narcotráfico. Se trató de una gigantesca operación de lavado de dinero que involucró al entorno más cercano de Luis Castañeda. La operación fue financiada por uno de los principales narcotraficantes de la última década: Alex Montoya.
El narco Montoya, según la UIF, habría blanqueado los millones de soles que la Municipalidad de Lima, encabezada entonces por el Mudo, le pagó a Comunicore.
2. ¿Qué es Comunicore?
Esta parte de la historia ya es conocida pero igual vale la pena recordarla:
En el 2005, la administración de Castañeda se comprometió a pagar una vieja deuda de S/. 35.9 millones a la empresa de limpieza Relima en el lapso de 10 años. Con intereses, en realidad, la deuda ascendería a S/.40.5 millones. Pero en el 2006 pasó algo muy extraño.
De acuerdo con la investigación que publicó el periodista Daniel Yovera en el 2009, una pequeña empresa «compró» la acreencia a Relima por s/.14.6 millones, es decir, mucho menos de la mitad. Además, esta pequeña empresa pudo hacer lo que la trasnacional nunca pudo: que en solo días el Municipio cancele toda la deuda de un porrazo.
Esa pequeña empresa se llamaba Comunicaciones Corporativas y Representaciones S.A, pero todos la conocemos como Comunicore.
Luego vino lo más sospechoso de todo: Comunicore fue liquidada apenas cobró la millonaria deuda.
Hasta aquí, lo que ya todos sabíamos.
3. Todo fue una gigantesca lavandería
Ahora sabemos que, para la UIF, Comunicore formaba parte de una organización que lavaba dinero del narcotráfico y fue fundada en las sombras por el narcotraficante Álex Montoya Agüero. Este reporte hecho en el 2010 se centra en los envíos de dinero ordenados por los gerentes municipales. Poder describe el caso:
“Comunicore —dice el documento— recibió en sus cuentas del Banco de Crédito S/. 12,6 millones procedentes de la Municipalidad de Lima, que fueron retirados por personas que no tienen actividades económicas para justificar dichas operaciones. La UIF identificó actos de conversión, transferencia y ocultamiento de activos que se ajustarían a la tipología de utilización de empresas de fachada para el lavado de fondos del narcotráfico”
El informe sólo rastrea la ruta de 12.6 de los 35.9 millones. Pero concluye que el dueño real de Comunicore es Alex Montoya, prófugo de la Policía Antidrogas desde el 2009, cuando intentó sacar casi 4 toneladas de cocaína mezcladas con conserva de alcachofa.
4. De cambista de dólares a narcotraficante
Pero ¿quién es este narcotraficante? PODER explica que este personaje, junto a sus dos hermanos «y una red de cambistas del jirón Ocoña, blanquearon hasta US$ 15 millones mediante transferencias bancarias a Estados Unidos, Europa y Asia». La revista sigue explicando su trayectoria:
Era cambista de dólares, socio de empresarios con contactos políticos y enviaba tanto dinero al extranjero que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) terminó rastreando los depósitos que hacía en Lima y que iban a parar a cajeros electrónicos de Colombia. Entre el 2004 y el 2006 vivió tiempos de bonanza. Tres años después, cuando la Policía Antidrogas lo descubrió como operador de una mafia formada por colombianos y españoles, manejaba compañías de fachada, testaferros e innumerables cuentas bancarias. Entonces se refugió en la clandestinidad.
Montoya cayó cuando le descubrieron el embarque de alcachofa con cocaína. La historia de sus transferencias a carteles colombianos fue contada por La República hace unos años.
¿Y qué tiene que ver con Comunicore? Resulta que, desde el 2004, según la UIF, Montoya financió con dinero del narcotráfico al grupo empresarial de un amigo suyo muy bien vinculado: Miguel Garro.
5. Miguel Garro, el amigo de todos
Miguel Garro Barrera era el gerente financiero de Relima cuando Comunicore le compró la deuda. Pero este señor era mucho más que eso. Era el dueño de todo un imperio comercial –conformado por distintas empresas– llamado MGB (que son las siglas de su nombre).
¿Y a qué no saben quién era el gerente, directivo y apoderado de varias empresas del Grupo MGB?
Así es: Alex Montoya, el de las alcachofas con coca.
Montoya y Miguel Garro son amigos desde los años 80 cuando estudiaron juntos en el colegio Santo Toribio del Rímac.
Por eso resulta más que conveniente que la Corporación MGB –manejada ya por Montoya– compró cuatro oficinas de un edificio en el cruce de Schell con Paseo de la República. ¿Y a qué no saben qué empresa se mudó allí meses después?
Ojo: Allí también tuvo su sede Transportes Don Reyna, una empresa creada por el secretario personal de Alan García: Luis Nava (y su hijo, José Antonio, también socio de Garro). Pero esa es otra historia.
Ahora recapitulemos: el narco Montoya era el dueño real de Comunicore, que compró una deuda millonaria que tenía Relima, cuyo gerente era su yunta, Miguel Garro. A su vez, Montoya manejaba varias empresas de Garro. Es más: Comunicore quedaba en un local de la corporación de Garro, el gerente de la empresa a la que le compró la deuda.
¿¿Y Castañeda?? ¿A qué hora aparece Castañeda?
6. Una nueva declaración confirma la jugada
Este señor fue nada menos que Gerente Financiero durante las dos gestiones de Castañeda. Es militante de Solidaridad Nacional y, según la declaración judicial del exalcalde, se conocen desde 1978.
PODER también publica, por primera vez, la declaración del gerente brasileño de Relima, Odilón Gaspar. En el 2009, el brasileño echó al otro gerente de Relima, Miguel Garro, y dijo que su contacto fue Blest:
“Garro me dijo que la Municipalidad de Lima iba a cancelar la deuda pendiente con nuestra empresa. Había una propuesta de pago en 10 años que yo presenté al directorio [de Relima], pero omití decir que Garro también me había contado que el municipio tenía la intención de pagar en una sola partida. Según él, la información vino por Juan Blest. Entonces vimos la oportunidad de hacer un negocio personal”
Ese negocio personal se llamó Comunicore. El informe de la UIF también menciona las reuniones previas a la entrega de dinero entre Blest y Garro.
Y esta no es la única vinculación con Castañeda.
7. Los siete hombres de Castañeda
Según publica hoy Diario16 están involucrados en este caso siete personajes del más alto nivel de las dos gestiones de Luis Castañeda: tres gerentes, dos subgerentes, un director y un asesor de la Municipalidad de Lima.
- Ángel Pérez Rodas (gerente municipal y presidente de Protransporte)
- Carlos Chávez Málaga (gerente administrativo y gerente municipal)
- Juan Blest García (gerente de Finanzas)
- Ulises Merino Rojas (subgerente de Tesorería)
- Carlos Asmat Dyer (director de Servicios a la Ciudad)
- Sergio Eduardo Guerra Castillo (subgerente de Contabilidad)
- Daniel Julián Arias Donayre (asesor contable).
Los tres primeros, incluido Blest, son inseparables de Castañeda. Pérez y Blest trabajan con el Mudo desde 1978 y lo han seguido en todos los puestos que ha tenido: desde la Caja del Pescador hasta el IPSS, pasando por Enaco. Fue justo en Enaco (la Empresa Nacional de la Coca, curiosa coincidencia) donde Castañeda conoció al tercero: Chávez Málaga.
Chávez Málaga es clave en esta historia. Fue empleado de CSI Perú Logística (sí, así se llama la empresa), una de las empresas de la Corporación MGB, dirigidas por el narco Montoya. Entre el 2007 y el 2009, recibió 3 mil dólares mensuales por «asesorías administrativas» de esa empresa, mientras era, además, gerente administrativo de la Municipalidad de Lima.
Explica Daniel Yovera en Diario16:
Ellos [los 7 de Castañeda] forman parte de «un grupo de 75 personas naturales y 25 personas jurídicas o empresas» que «son investigados por lavado de activos en el sistema contra el Crimen Organizado del Ministerio Público, producto de los hallazgos que realizó en el año 2010 la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) durante sus pesquisas para determinar el destino del dinero pagado a la empresa Comunicore».
La Procuradora de Lavado de Activos, Julia Príncipe, ha confirmado esta información.
8. Otra vez Martín Belaunde Lossio, el primo
Las empresas de Garro, dirigidas por el narcotraficante Montoya, no solo emplearon a exgerentes de Castañeda. En otras dos empresas de la Corporación MGB, Auto Ya y Pronto Wash del Perú, aparecen más vínculos. De acuerdo con PODER, en ambas figuran como asociados y directores los hermanos Arturo y Martín Belaunde Lossio.
Sí, Martín es el mismo que hasta ahora se encuentra prófugo por el caso La Centralita y que el ministro Urresti no puede capturar.
Ojo: el cuñado de Arturo y Martín se llama Luis Pinillos Broggi y fue, en el papel, el administrador de Comunicore. Antes de ser jefe de prensa de la campaña de Ollanta Humala, Martín Belaunde fue el cajero de Solidaridad Nacional durante las elecciones del 2000.
9. ¿Por qué este informe no fue incluido por el Ministerio Público en el 2012?
El informe de la UIF fue elaborado en julio del 2010 y enviado a las fiscalías de Crimen Organizado ese mismo año. Sin embargo, en la carpeta fiscal del caso Comunicore no hay ni un rastro de este.
¿Adivinen quién estaba a cargo de la coordinación de estas fiscalías? El fiscal Mateo Castañeda, actualmente abogado de Castañeda Lossio en el caso Comunicore.
Ahora, el exfiscal niega haber visto este reporte. Además, recalca que el actual candidato a la Municipalidad de Lima quedó excluido gracias al Poder Judicial. “Nunca he visto un informe de la UIF. Este tipo de informes son secretos y pasan directamente a los fiscales provinciales”, dijo a El Comercio.
Ojo: En una conversación grabada en el 2009, y publicada por Yovera en Perú21, el exgerente general (en papel) de Comunicore Henry Brachowicz aseguró que Castañeda conocía todo el negociado. Fue la primera vez que vincularon directamente al candidato con el escándalo de la empresa fantasma.
10. Patricia Juárez también tapó el caso
Para Solidaridad Nacional, la revelación de este importante informe de la UIF es parte de una campaña sucia para ‘comunicorizar’ las elecciones.
No obstante, la candidata a teniente alcalde por Solidaridad Nacional también está «familiarizada» con el caso Comunicore. José Alejandro Godoy hace un memorex de esto:
En marzo del año pasado, María Elena Castillo de La República recordó que Juárez Gallegos, actual candidata a teniente alcaldesa, fue comisionada por la gestión Castañeda para investigar el caso Comunicore. ¿Hubo resultados? Solo un expediente con 21 páginas que no llegó a nada.
Es así como llegamos a los NarcoMunicore. Un caso en el que los hombres de confianza de Castañeda están siendo investigados como integrantes de una mafia de lavado de dinero del tráfico de drogas.
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Lo único que podemos agregara estas alturas, es lo que ha escrito Enrique Pasquel:
Castañeda niega haber tenido conocimiento sobre estos hechos. O sea, el ‘Mudo’ además es ciego y sordo (y aparentemente algo lerdo) porque su gente de confianza puede asaltar el municipio en sus narices y él no se entera, a pesar de estar encargado por ley de supervisar las finanzas de la comuna. ¿Quiere a este señor manejando los recursos de la ciudad? Ahora, también pregúntese si cree la historia de que el buen Lucho es solo un pobre despistado que escoge pésimo a sus amigos y funcionarios.
¿En serio este señor va a volver a la Municipalidad de Lima?