¿Quién es la Princesa Acollina?
Desde hace un tiempo me he convencido de que buena parte de la frustración de los sectores excluidos del país está relacionada -entre otros factores- con su nula representación en la mayoría de medios de comunicación nacionales.
A pesar de que las estrellas de la chicha, la cumbia y el folclor convocan más gente que Gianmarco o incluso Shakira durante un fin de semana cualquiera (ver ilustrativo reportaje de Heidi Grossmann sobre la rentabilidad de esta frondosa rama del showbusiness), sus conciertos, actividades y discos son relegados a programas estilo «Amanecer andino» a las 5 de la mañana o, con suerte y algún escándalo lésbico, a un comentario sarcástico en Magaly TV.
Y, entonces, cuando Gisela Lavado, la Princesa Acollina, se debate entre la vida y la muerte, los peruanos del Perú Oficial nos preguntamos ¿y ésta? Hoy, sólo La República respondió mi interrogante:
En la portada de su disco, Gisela Lavado se calificaba, con orgullo, como «la más chelera» e invocaba a levantar los vasos en varias de sus canciones, entre ellas Siempre pierdo en el amor, Mil cervezas y Bendita cerveza. La más pedida en sus recitales, Quítame la vida, hablaba del desamor sufrido por una de sus «solteritas», voz con la que invocaba a las asistentes que llegaban a ahogar sus penas entre licor y folklore.
La Princesa Acollina, primero promotora de espectáculos folklóricos y luego artista popular consagrada, se aferra a la vida, como se aferró siempre a su idea sobre lo que una artista popular debía ser, alejándose del perfil de colegas más mediáticas, entre estas Dina Páucar o Sonia Morales. A manera de indirecta hacia ellas, se ufanaba de no andar con guardaespaldas y no dudaba en brindar en pleno escenario con los asistentes, lo que le ganó el reconocimiento popular instantáneo.
Suena a todo un personaje. Mientras esperamos que todo termine de la mejor forma, los dejo con el clásco de la Princesa, «Quítame la vida»:
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