¿Qué tienen en común la leche Pura Vida, los petroaudios y Keiko Fujimori?
Laura Grados
@lauletrasEl titular de esta nota no es una ficción de Netflix ni un capítulo de las radionovelas de Pedro Camacho, el escribidor de Vargas Llosa, en la que al final todas sus historias se cruzan.
Lo que veremos a continuación es la pura vida (sin alusiones) porque el mundo es un pañuelo. Y el mundo empresarial y político aún más. En resumen, esta es la historia poco conocida de los dueños del Grupo Gloria, la empresa que juega con nuestros sentimientos.
1. Los Rodríguez, la buena familia
No. No son los que cantan Sin documentos. Son dos hermanos arequipeños con una visión empresarial muy paja y con un poco de suerte. Vito y Jorge Rodríguez son caseritos de la Revista Forbes, la publicación que mide cuánta plata tiene la gente más poderosa en el mundo.
- En el 2015, Vito y Jorge tenían una fortuna de US$ 1,300 millones y US$ 1,200 millones respectivamente, según el ranking de Forbes.
- En el 2016 no figuraron.
- Pero en el 2017 apareció nuevamente Vito Rodríguez con una fortuna de 1,700 millones de dólares. Este año es el segundo hombre más rico del Perú, detrás de Carlos Rodríguez Pastor de Intercorp.
¿Por qué los Rodríguez Rodríguez tienen tanto billete?
Porque son los dueños del gigantesco Grupo Gloria.
Este fin de semana pusimos staaap a Netflix para revisar un poco al grupo empresarial, a propósito de su chongazo por vender leche que no es leche, y nos topamos con un extenso reportaje de la revista Poder del 2015. En este pudimos recordar varias pepitas que ya todos estaban pasando por alto.
2. Más éxito que Open English
- La madre de ambos, Aurora Rodríguez Prado, trabajaba abasteciendo de leche fresca a Gloria y el padre, José Rodríguez Banda, se dedicaba al transporte urbano.
- Con el paso del tiempo, los hermanos juntaron ambas experiencias y se convirtieron en subcontratistas de Gloria. Eso ocurrió cuando ya habían hecho crecer el negocio de su padre transportando carga pesada a mineras en el sur del Perú y proveyéndoles de cementos y otros insumos traídos desde Lima.
- De modo que los hermanos, con su empresa llamada José Rodríguez Banda SA (Jorbsa) que llevaba cemento al sur, empezaron a traer leche de la marca Gloria del sur hacia Lima. Era un viaje de ida y vuelta con los camiones cargados. Negocio redondo.
Con dinero en los bolsillos, pasó algo muy paja.
Alan dio una manito
El primer gobierno de Alan García decidió que los productores de leche sean accionistas de las empresas como Gloria con el florazo fin de que solo así saldrían de la pobreza. Para esa época, Nestlé había comprado la marca.
Ante la intervención estatal, la gigante mundial decidió vender todas sus acciones a los hermanos Rodríguez quienes, lejos de temer por lo que podía pasar en el gobierno del Apra ante una amenaza estatista, se hicieron de toda la marca Gloria.
3. El aval del mal
“La relación fue transparente. Keiko Fujimori, a quien no he visto hace años, estudiaba en Boston University y mi hija estudiaba en Boston University el mismo año. (…) Los Higuchi son conocidos nuestros desde la universidad. La china [Susana Higuchi] estudiaba en el cuarto año de [ingeniería] civil, mis hermanos estaban en segundo año en la UNI y yo también estaba allí”, responde Jorge Rodríguez Rodríguez sobre este tema. Además, especifica que el papá de Susana les reencauchaba las llantas cuando tenían su negocio de transporte porque en Arequipa este servicio era muy malo».
4. Los petroaudios
Para quienes no lo recuerdan, el escándalo, que en realidad son dos (caso Petroaudios y caso Business Track BTR), empezó de casualidad. Como lo escribió nuestro sen sei, Marco Sifuentes en un post de hace muuuucho tiempo, todo era felicidad entre chuponeadores, empresarios y políticos hasta que llegó el terremoto de Pisco en el 2007 y empezaron las traiciones.
En octubre del 2007, Alan García decidió quitar los aranceles para la importación de cemento con el cuentazo pretexto de la reconstrucción en Pisco. Con esta medida ingresó al país la cementera mexicana Cemex.
Aquí empieza la guerra del cemento, hoy poco recordada. Los chuponeadores (o sea, BTR) tuvieron el encargo de vigilar a Cemex. Y es aquí donde entra nuevamente en acción el Grupo Gloria.
¿Qué tiene que ver la leche aquí?
El Grupo Gloria se volvió tan gigante que no solo vende leche y sus derivados.
- También es dueña de azucareras, negocio al que ingresaron en el segundo gobierno de Alan García: Casa Grande, Cartavio, Sintuco, San Juan, San Jacinto, etc.
- Y dueño de empresas de cartón desde 1991 (para controlar todas las cadenas de producción): Centro Papelero, Trupal, Manufacturera de papeles y cartones.
- El rubro menos afín a la agroindustria y alimentos que manejan los Rodríguez son las cementeras. Los hermanos son dueños del Consorcio Cementero del Sur y cementos Yura.
Con estos rubros ganaron un lugarcito en el escándalo más maleado de la gestión de Alan, cuando las investigaciones periodísticas descubrieron que los competidores directos de Gloria resultaron siendo las víctimas de BTR.
- La cementera portuguesa Otorongo:
«Los chicos de BTR recibieron un encargo muy especial: chuponear a la cementera mexicana y a todos los vinculados a ellos.
De hecho, BTR recibió más de un millón de soles -en plena época del chuponeo- desde las cuentas de cuatro empresas del grupo Rizo Patrón, de Cementos Lima. Por cierto, tampoco se salvó de la interceptación la cementera portuguesa Otorongo, cuyo competidor directo es Cementos Yura, del Grupo Gloria, de los Rodríguez Banda».
- También Laredo, según lo reveló Ángel Páez para La República:
«La Empresa Agroindustrial Laredo y el Grupo Gloria sostuvieron una fuerte competencia por la compra de la azucarera Cartavio. La azucarera fue finalmente adquirida por la corporación arequipeña de los hermanos Rodríguez Banda, en el 2007, convirtiéndose Laredo desde entonces en el principal obstáculo de la expansión azucarera del Grupo Gloria en el norte».
- También Laive.
«Respecto a la empresa peruana de lácteos con sede en Lima, pero con filial en Arequipa, los blancos del espionaje de BTR fueron:
•Luis Ferrand Aspíllaga, gerente general de Laive.
•Mauricio Pérez Wicht San Román, gerente comercial de la sede sur de Laive».
La práctica de chuponeo a nivel empresarial es un delito y está penado. Sin embargo, a pesar de todo, la justicia nunca alcanzó a los hermanos Rodríguez. Lecheros desde el primer gobierno de Alan García, nunca mejor dicho.