noticias , politica viernes, 26 julio 2019

¿Qué pasó ayer en el Congreso y cuándo lo cierran? Aquí (casi) todas las respuestas

¿Qué se siente despertar en un Perú con un Congreso disuelto?

No lo sabemos.

Porque todavía no ha sucedido (en este siglo).

El cierre es solo un sueño. Intervención: Utero.pe

El cierre es solo un sueño. Intervención: Útero.Pe

La cosa es así: cuando el Congreso le dio el voto de confianza al Ejecutivo, también se comprometió a tener aprobados todos los seis proyectos de reforma política para ayer, jueves 25 de julio, último día de legislatura.

Y lo lograron. Así como lo lees: los seis (06) proyectos que Vizcarra envió al Congreso han sido aprobados*.

* Por ser reformas constitucionales, los proyectos de i) impedimentos para candidatos y ii) inmunidad parlamentaria requieren una segunda votación en la siguiente legislatura.

Pero… tú ya sabías que se venía un ‘pero’.

Esta no es una reforma (?)

De verdad esperamos que esta sea la reacción de Vizcarra. Intervención: Utero.pe

De verdad esperamos que esta sea la reacción de Vizcarra. Intervención: Útero.Pe

Ya lo habíamos adelantado en este post: el fujimorismo dio el voto de confianza para aprobar la reforma política, pero siempre tuvieron el wok por el mango. Es por eso que en el camino, hicieron el chaufa sin cebollita china fueron modificando los proyectos

¿Cuál es el problema con eso? Pues que Vizcarra ha insistido en que chaufa sin cebolla china no es chaufa se debe respetar la esencia de las propuestas:

Siempre hemos dicho que somos optimistas en que se aprobarán los seis proyectos, honrando la confianza. Siempre hemos dicho que somos optimistas de que no se va a trastocar, distorsionar los proyectos, pero esperemos que se haga.

Una eventual distorsión de los proyectos, como señalamos acá, se interpreta como una pérdida de la confianza que el Congreso le había otorgado a las propuestas de Vizcarra.

Razones de cierre

¿Cerrará el Congreso Vizcarra? Al final depende de qué tanto aguante que el Congreso le diluya la maracuyá. Es decir, la esencia de sus proyectos.

De lo que sí podemos estar seguros es de que el vaso que le está ofreciendo el Legislativo está más pateado que el jugo del menú al que vamos los redactores de este humilde útero.

El ejemplo más claro está en el proyecto de inmunidad parlamentaria. Es tan opuesto a la propuesta original de Vizcarra que la Junta de Portavoces convocó a una reunión para presentarle una demanda de competencia al Tribunal Constitucional (TC).

Foto vía Twitter/ ElComercio

O sea, primero le aceptaron la confianza pero ahora quieren ver si es que realmente les podía pedir la confianza. Se pasaron. Foto vía Twitter/ Política El Comercio

¿Qué significa eso? Pues, básicamente el Congreso le va a preguntar al Tribunal Constitucional —sí, el pedido fue aprobado por mayoría en el Pleno— si es que realmente Vizcarra puede venir a tumbarles el kiosco.

La duda puntual planteada es si el presidente puede decir «estos no me han dado la confianza» y disolverlos por no respetar la esencia de esta reforma. Eso se llama poner el parche. Martín Tanaka precisa cuál es el chupo:

Más claro, imposible. Foto: Captura/Twitter

Más claro, imposible. Foto: Captura/Twitter

En lo esencial, nada ha cambiado: el poder para levantar la inmunidad sigue en el Congreso. Similar situación ocurrió con otro proyecto también votado hoy: el de paridad y alternancia.

Victoria con sabor a derrota

Tras aprobarse el dictamen de paridad y alternancia —pastrulada y media de por medio—, el mensaje parecía ser que finalmente se había llegado a un consenso saludable. Así lo confirma esta foto de Marisa Glave abrazando a Luz Salgado:

Glave corrió a abrazar a Salgado tras la aprobación del dictamen que propone la paridad y alternancia. Foto: Mario Zapata/ El Comercio

Glave corrió a abrazar a Salgado tras la aprobación del dictamen que propone la paridad y alternancia. Foto: Mario Zapata/ El Comercio

Esto fue lo que se aprobó:

  • Incrementar el porcentaje de mujeres en las listas al 40%.
  • Esto viene con un incremento progresivo del 45% para el 2026 y del 50% para las elecciones del 2031.
  • Hay alternancia.

No obstante, el dictamen no prevé eliminar el voto preferencial para las elecciones del 2021. Y aquí Fernando Tuesta resalta por qué esto era parte importante de la reforma y por qué es un error mantenerlo:

Foto: Captura/Twitter

Foto: Captura/Twitter

Lo que quiere decir es que el 2021 los peruanos no van a votar por la lista que armen los partidos, así que realmente no importa mucho si es que esta tiene un mayor porcentaje de mujeres y es alternada.

Sí, es una mejora. Pero no es una reforma. ¿O sí? Martín Tanaka argumenta aquí que la cosa pinta bien para el 2026, pero que las elecciones del 2021 se ven terroríficas. ¿Por qué tenemos que esperar más para tener una mejor versión de la política peruana?

Lo que se viene

Es hora de tomar una decisión, Martín. Intervención: Utero.pe

Es hora de tomar una decisión, Martín. Intervención: Útero.Pe

Reiteramos, la pelota está en la cancha de Vizcarra. Como ha dicho el ministro de Justicia, es él quien tiene potestad para actuar. La decisión es suya: ¿la reforma sigue siendo reforma? Parece estar claro que no, pero él lo dirá.

El Congreso ha recurrido al Tribunal Constitucional y esa jugada puede ser crucial (considerando que ellos designan y remueven a sus miembros). Pero Vizcarra podría actuar sin esperar el pronunciamiento.

Al final la pregunta es qué tanto de PPK, su mentor y casi figura paterna, hay en él.

Lo ideal sería que ignore a su ppkausa interior. Después de todo, la última lección que le dejó su maestro fue que no sale a cuenta negociar con el fujimorismo.

Diego Pereira

I'm back, bitches » @algunpereira » diego@utero.pe