¿Qué demonios oculta el Apra?
No ha pasado ni un mes pero parecen muchos más. Directo desde Palacio de Gobierno se han originado los siguientes escandaletes, sin ningún orden particular:
– Los ataques contra la Comisión de la Verdad, algunos filtrados desde el Consejo de Ministros.
– El inagotable debate sobre la pena de muerte.
– Los anuncios de investigación a la gestión de Eliane Karp, incluido el paseíto por su supuesto despacho (que resultó no serlo).
– La camioneta que Toledo no devolvió.
– Los anuncios de investigación a la gestión de Carlos Almerí (aunque vaya que se lo merece).
– La Guerra de los Techitos (y su tierna reconciliación).
– El rollo de la austeridad hecha al caballazo por el Ejecutivo, a sabiendas que los otorongos defenderían sus fueros.
– El absurdo lanzamiento de Benedicto Jiménez (?) a la alcaldía de Lima cuando el mismo Alan, me cuentan, ya le había prometido «todo el apoyo» a Castañeda.
– La propuesta -¡y posterior arrepentimiento!- de prohibir el despido arbitrario.
Ya muchas, ya, ¿no? (Y si me falta alguno, avisen).
Aunque la austeridad, la fiscalización del régimen anterior y hasta cierta regulación de los despidos arbitrarios son iniciativas saludables, la forma cómo se están llevando a cabo es, por usar un eufemismo, indecorosa.
Y los apristas no son nuevos en esto. Saben que están actuando al caballazo.
Pero a estas alturas está claro que a los apristas no les importan las consecuencias concretas de sus propuestas. Simplemente buscan el efecto mediático. Los compañeros están dispuestos a todo con tal de ser ellos quienes definan la agenda.
Vamos, cualquiera que haya visitado Palacio sabe que ése no era el despacho de Eliane. ¿Por qué poner el aparato del Estado -que difundió las imágenes- al servicio de una burda mentira?
¿Por qué la pena de muerte ahora? ¿Qué fueron esos firuletes ridículos en el tema del despido arbitrario? ¿Acaso el Ejecutivo aprista no sabía que el procedimiento que estaban utilizando para imponer la austeridad en el Congreso invadía los fueros legislativos? ¿Qué están buscando con la candidatura de Benedicto?
A todo esto se suman las crecientes injerencias en El Peruano y Televisión Nacional del Perú (ya advertidas por los bloggers J.Francisco Canaza y José Alejandro Godoy).
Curiouser and curiouser, dijo Alicia. Pero -lo siento, niños- éste no es el País de las Maravillas. Es la Tierra de las Cortinas de Humo.
(¡Que les corten la cabeza! -gritó el Rey de la Estrella, muerto de risa.)
Link: Alfredo Torres insinúa lo de las cortinas de humo (14/08/06)