noticias , politica martes, 2 diciembre 2014

¿Por qué renunció el procurador Christian Salas? ¿Y qué tiene que ver con el caso Martín Belaunde?

Diego Pereira

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La semana pasada te estábamos contando por qué deberían importarte las elecciones en el Poder Judicial . Si hasta ahora no te convences, ha sucedido algo que debería. El bloguero José Alejandro Godoy resume:

Con la salida de Christian Salas, la Procuraduría Anticorrupción corre el riesgo de debilitarse nuevamente. Y con un Ministerio Público en crisis, será importante contar con jueces probos y capaces en los casos más importantes de corrupción. Y ello dependerá de lo que ocurra este jueves.

O sea, ahora más que nunca esta elección es importante y todo tiene que ver con el reciente quite de Christian Salas. ¿Quién? ¿Qué? ¿Cómo? Lee:

 

¿Quién es Christian Salas?

Christian Salas demostrando cómo coge del cuello a la corrupción. Foto: Diario Gestión

Christian Salas demostrando cómo coge del cuello a la corrupción. Foto: Diario Gestión

Christian Salas reemplazó a Julio Arbizú en el cargo de procurador anticorrupción a inicios de este año. Su trabajo ha sido bueno y prueba de ello son los ataques recibidos. Por ejemplo, el prófugo Martín Belaúnde Lossio –algo así como su némesis– aseguró que Salas compraba testigos para involucrarlo en las investigaciones.

Esto respondió Salas:

Este tipo de ataques no es nuevo, ya en el caso Narcoindultos también alegaron lo mismo falsamente, señalando que se estaba buscando testigos que acusaran a determinadas personas. Nadie está condenando a Martín Belaúnde. Aquí lo que hay que desarrollar son actos de investigación, la Fiscalía tiene aún 18 meses para investigar, y si es responsable de los hechos ilícitos imputados, tendrá que responder.

Sobrio, correcto y sin pisar el palito. Salas se manejaba muy bien en su chamba.

 

Entonces, ¿por qué se fue?

Si te decimos que salió por discutir con el ministro de Justicia y Derechos Humanos es probable que hagas como el congresista Victor Andrés García Belaunde y te pongas saltón, alucinando que todo es presión política por el caso de Martín Belaúnde.

Esto fue lo que declaró Vitocho a RPP Noticias:

Es mala señal porque asumió hace 8 a 10 meses, no cumplió ni el año y entró reemplazando a quien lo sugirió, que súbitamente renuncie da muy mala imagen y hace pensar que ha habido una presión política para sacarlo

Pero, ¿por qué tan mal pensado? No es el único. Juan Sheput, ahora ex dirigente de Perú Posible, dijo esto en Radio San Borja:

En este gobierno hay un conjunto de ministros sin personalidad, ministros que no ven más allá de sus narices, que creen que van a estar en el poder eternamente, me refiero al ministro Figallo. Él obedece a pie juntillas lo que le dice la primera dama y Ollanta Humala y presionan al procurador Christian Salas. Yo tengo información de primer nivel que Figallo ha estado presionando a Christian Salas para que se calle, morigere sus actitudes, para que no esté atacando a Martín Belaunde

Sin embargo, quien también tiene «información de primer nivel»sobre este tema es el mismo Julio Arbizu quien escribe así en Diario Exitosa:

Christian Salas, procu­rador anticorrupción hasta el viernes último, había presentado su car­ta de renuncia a la institución el 27 de octubre, luego de una dis­cusión con el ministro de Justi­cia y Derechos Humanos, Daniel Figallo. En los días previos, había solicitado la apertura de una in­vestigación preliminar en el Mi­nisterio Público contra el hoy cé­lebre Martín Belaunde Lossio. La discusión, sin embargo, no tuvo como centro esa decisión, sino una bastante más banal: salir de viaje presuntamente sin la autorización del ministro.

Ese episodio y el recuerdo de otros previos que tenían que ver con declaraciones de Salas a la prensa que le fueran repro­chadas, habrían desencadenado su decisión. Salas pensaba que parte del trabajo del procurador tiene que ver con comunicar su labor al ciudadano sin obser­var más filtro que la verdad y la confidencialidad de información clasificada.

Ojo que Arbirzú dice que lo de Belaunde no fue el centro de la discusión (pero no dice que no se haya tocado). Lo cierto es que ya el mismo Salas desmintió todas las teorías en una entrevista de Lupe Muñoz publicada hoy en La República. En tres preguntas solucionamos el asunto:

¿Cuál fue el detonante de su renuncia?

En realidad, fueron varios detonantes. El principal es muy personal y los otros están vinculados con muchos factores. (…) Uno no puede trabajar incómodo y menos sabiendo que el cargo es de confianza.

¿A qué se refiere? Hay versiones sobre diferencias con Palacio de Gobierno. ¿Cuáles son?

La respuesta tiene que ver con esos “otros” factores que motivaron mi renuncia. Más que diferencias con el Poder Ejecutivo, lo que hubo –desde mi perspectiva– fue una incomodidad desde el Ministerio de Justicia en relación a algunas declaraciones públicas que formulé respecto a algunos casos bajo mi competencia.

¿Por qué? ¿Qué es lo que le molestaba? ¿En qué consistía la desavenencia?

No era por un tema de fondo, por tema legal, sino más bien por las repercusiones políticas de mis declaraciones. Finalmente, ese no era mi ámbito. No obstante, por mi propia forma de ser, yo consideraba que mis declaraciones legales eran pertinentes y necesarias, más aún en un contexto como el actual, donde algunos temas vinculados con presuntos actos de corrupción requieren ser señalados y conocidos por la ciudadanía. Pienso que el procurador anticorrupción debe cumplir con ese perfil. Así que, si tuviéramos que hablar de desavenencias, esa sería una de ellas.

Hasta ahí todo coincide con lo que nos contó Arbizú. Pero, entonces, ¿qué declaraciones legales pertinentes y necesarias hizo? Bueno, quizás tenga que ver con lo que dijo sobre Alexis Humala, el hermano del Presidente.

Nótese, además, que presentó la renuncia el 27 de octubre y recién se la aceptaron un mes después. ¿Por qué tanto? Fácil: no era el momento político porque toda la oposición estaba hincando con el tema de Belaunde Lossio. Es decir, se iba a ver feo.

Pero, entonces, ¿Martín Belaunde no tiene nada que ver aquí?

 

La trama se complica

Siempre ahorcando a la corrupción. Foto: La República.

Siempre ahorcando a la corrupción. Foto: La República.

Salas asegura que habría actuado totalmente de otra manera si lo hubieran sacado por el caso de Martín Belaúnde:

(…) Si eso hubiera ocurrido, si me habrían llamado o presionado desde Palacio de Gobierno por el caso Martín Belaunde, mi renuncia hubiera tenido otras características, con conferencia de prensa incluida y, sin duda, con todo mi equipo renunciando junto a mí. Jamás hubo una llamada telefónica de Palacio de Gobierno, o una reunión o un emisario que me sugiriese que dejemos de hacer nuestro trabajo en relación, no solo con el señor Martín Belaunde Lossio, sino en vinculación con cualquier otro caso. 

Más claro, imposible. Pero una cosa es lo que el exprocurador pueda decir o haber percibido y, otra, lo que están pensando en altas instancias del Ejecutivo. Sea cual fuere el verdadero motivo de su salida, lo cierto es que beneficia a quienes no debería beneficiar.

Luego de que Salas cuestionara que Martín Belaunde pueda acogerse a la colaboración eficaz, Ricardo Uceda cuenta lo que ocurrió entre el exprocurador con su jefe, el ministro Figallo así:

El martes 25, Figallo expresó internamente su disgusto con las declaraciones de Salas. Luego, en público, manifestó una posición distinta a la del procurador: la colaboración eficaz la decidía un juez y el proceso debía estar rodeado de extrema reserva. En rigor no era un desmentido a Salas en la medida que este no dijo lo contrario. Era un enfoque distinto. El ministro desaprobaba que la Procuraduría Anticorrupción se opusiera a este beneficio para Belaunde Lossio. Siete días antes, el fiscal de la Nación, Carlos Ramos Heredia, en declaraciones a la televisión, había admitido la posibilidad de que el empresario se convirtiera en su colaborador. Respecto del caso, el fiscal y ministro parecen andar de la mano.

¿Qué? ¿Ramos Heredia? ¿El Fiscal de la Nación? Sí pues, como recordarás hay mucho por desenredar entre él y Belaúnde Lossio. Esto Salas lo tenía claro. Uceda lo cuenta así:

La Procuraduría ha objetado formalmente la actuación del Ministerio Público en el caso La Centralita. En el pedido de exclusión a Huamán señaló reiteradas omisiones investigativas. El fiscal, por su parte, no ha atendido ninguna de las más de treinta peticiones de diligencias hechas por la Procuraduría, entre ellas la de levantar el secreto bancario de Martín Belaunde Lossio, formulada el 15 de agosto. Ramos Heredia, así como Belaunde Lossio y el propio Álvarez, querían a Salas fuera de la Procuraduría. El 14 de noviembre, el fiscal Huamán suscribió la Resolución 42, pidiendo al Ministerio Público investigarlo por corrupción. 

Y ahora Salas no está, Salas se fue. ¿Quién gana? Ah, pues.

 

Y, ¿por qué esto es importante?

Acá ya le rompió el cuello a la corrupción. Foto: Peru21

Acá ya le rompió el cuello a la corrupción. Foto: Peru21

La respuesta obvia es «porque no queremos que ningún improvisado venga a ocupar este puesto». Arbizu tiene la fórmula ganadora para que todos estemos tranquilos:

Esas diferencias, que pueden levantar serias suspicacias sobre la decisión de aceptar la renuncia de Salas (un viaje no parece ser suficiente para dar por termina­do el trabajo de un funcionario que estaba haciendo una gran labor), solo cesarán si en su re­emplazo se designa a alguien con el mismo perfil. Es decir, alguien técnicamente muy solvente, pero además con una afirmación importante de independencia del poder político y que pueda seguir con lo hasta hoy avanzado.

Lo cierto es que ahora Ana Jara, presidenta del Consejo de Ministros ha asegurado que la chamba en la Procuraduría continúa con el equipo que Salas ha dejado: 

Vamos a mantener a un pool de abogados con expertise en temas anticorrupción. No hay que personalizar, no estamos ante un zar anticorrupción.

El problema, ministra Jara, es que la Procuraduría sí depende mucho de la persona que la lidere. Así pasa en un país sin instituciones fuertes, como el nuestro. Por eso –ahora que la Procuraduría está en el aire y que el Ministerio Público se encuentra más cuestionado que nunca– las elecciones en el Poder Judicial son clave. Si todo sale mal allí, mejor nos vamos despidiendo de una vez de todo el sistema.

Diego Pereira

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