Págale US$10 al Banco Wiese
Pronto, cada peruano tendría que pagarle 10 dólares al Banco Wiese.
¿Por qué? En junio del 2006 se cumple el plazo de un pagaré avalado por el Estado peruano (o sea, tú y tú y tú también, no te hagas). El pagaré fue tramitado en junio de 1999, cuando el banco era el engreído de los chicos fujimontesinistas.
Para la fecha indicada, el dichoso pagaré valdrá algo más de 312 millones de dólares. Y como todo indica que el Wiese no piensa pagarlo, pues le tocará al avalista: Papá Gobierno (again: everyone of us).
312 millones de dólares que el Estado desperdiciará por salvar a una empresa privada. Según el diario La República, más plata que la del Fondo de Defensa o lo que tuvo el Fedadoi (los dineros recuperados de la corrupción montesinista) o lo que costará convertir Lima al uso del gas natural.
El tema parece denso (lo es), pero no-te-lo-pue-des-per-derrr.
LA HISTORIA DETRÁS DEL SALVATAJE DEL WIESE
Gustavo Gorriti, Lenka Zàjek y Edmundo Cruz, de La República, han publicado tres especiales sobre el tema que han pasado desaparecibidos en medio de la vorágine mediática (y de los intereses económicos, a quién vamos a engañar).
Aquí están, ordenaditos para que no se pierdan:
La primera entrega es un amable resumen del caso. Lo mejor es la estupenda infografía de la familia Wiese.
La segunda entrega es una entrevista al prófugo Manuel Custodio Poémape, el más sinuoso de todos los banqueros que disputan el título de «el cajero de Montesinos». Custodio fue gerente financiero del Wiese y, según La República, convirtió a Vladimiro Montesinos en cliente del banco. Se incluye una didáctica infografía sobre cómo el ex asesor usaba sus cuentas del Wiese.
La tercera entrega continúa la entrevista a Custodio y detalla cómo es que los directivos del banco ayudaban a Montesinos y sus testaferros a lavar dinero.
La República no lo dice, pero pareciera que su hipótesis de trabajo es que el Estado peruano manejado por Montesinos no podía permitir que el Wiese quebrara, debido a lo utilísimo que había resultado el banco para los intereses de la mafia.
Y así, seis años después, todos los peruanos pagaremos las arrugas de Montesinos.