Ollanta Humala sí violó derechos humanos
Airon Nelson
Periodista que le gustan los tatuajes. @AironNelsonLa cosa está carísima: Humala sí fue el «Capitán Carlos».
Anoche, Daniel Abugattás, nuevo piquichón del comandante OH, se paseó por cuanto programa periodístico pudo, negando que su líder haya violado derechos humanos cuando era jefe de la base del Ejército Peruano en Madre Mía, Tocache.
Según el dirigente nacionalista, todo es un complot infame de Genaro Delgado Parker contra Ollanta, Panorama no tiene ninguna credibilidad y los testigos han sido comprados.
Suena casi convincente, pero olvida Abugattás un pequeño detalle: las primeras acusaciones directas contra Humala no aparecieron en Panorama, sino en un reportaje de Heidi Grossmann del programa Reporte Semanal, en la mañana del domingo 29.
La semana pasada, Panorama había revelado que Humala estuvo destacado en Madre Mía, en la zona roja del Huallaga, bajo el seudónimo de «Capitán Carlos Gonzáles«; pero no presentó ningún testimonio directo que lo sindicara como autor de violaciones a los derechos humanos. Puros trascendidos de los pobladores, hasta ese momento.
Los tres testimonios que Reporte Semanal presentó una semana después son otra cosa. Estas personas -familiares de dos desaparecidos y una víctima que escapó arrojándose al Huallaga- no aparecieron espontáneamente para «echar» a Humala, sino que en principio se mostraron muy reticentes a dar una entrevista ante cámaras.
Una vez que hablaron, las coincidencias no fueron pocas: Áurea Felipe Hermosilla -que ahora vive en Huánuco- denunció que la desaparición de su esposo, Miguel Ángel Herrera Ortiz, ocurrió el 6 de junio de 1992.
Por su lado, Norvil Estela -que vive cerca de Madre Mía y no conoce a Áurea- reveló que su hijo Hermes desapareció ese mismo día.
Y tan sólo ocho días después, el 14 de junio, fueron secuestrados Jorge Ávila Rivera -el sobreviviente- y Benigno Sulca Castro -testigo presentado por Panorama-. Al parecer, «Carlos» estaba con viada.
Además, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos -que jamás podría estar aliada con la derecha ni con Genaro- asegura que tiene indicios suficientes como para exigir que se inicie una investigación a Humala.
¿Conspiración? Imposible, caro Abugattás.
Por supuesto, en un país normal, comprobar estas denuncias sería cuestión de coser y cantar. Pero hay un problemita.
Se llama Ejército Peruano.
Resulta que en alguna base de datos del glorioso Ejército Peruano tiene que figurar cuál era el nombre real del oficial destacado a la base de Madre Mía bajo el seudónimo de «Carlos».
Pero el Ejército no quiere revelar quién fue «Carlos». ¿Por qué?
Porque sino tendría que revelar, además, a quiénes corresponden los seudónimos de otros oficiales acusados de violar derechos humanos. La Comisión de la Verdad se lo pidió al Ministerio de Defensa hace un buen par de años pero los militares han preferido el espíritu de cuerpo a los espíritus de las víctimas.
Tal vez por eso ni el Apra ni la derecha han sido tajantes en este tema: mucha basura debajo de sus alfombras. El caso Ollanta-Carlos podría terminar abriendo una caja de Pandora que sus contrincantes quieren que olvidemos.