No es censura estalinista, es dictadura británica
Los venerables señores de la foto son los miembros del Consejo Directivo de la Asociación Cultural Peruano Británica. Y el título de este post ha sido robado de la columna de hoy de Alonso Alegría, que se explica por sí misma:
Desde hace una semana, la gente de teatro más importante ha estado viviendo momentos de incertidumbre que parecen haber terminado en una insólita acción: el Consejo Directivo de la Asociación Cultural Peruano Británica
–dueño institucional del Teatro Británico– habría decidido cancelar el montaje de La habitación azul, pieza que Mateo Chiarella está preparando en cumplimiento de un acuerdo serio y un contrato formalizado tiempo atrás.
Al parecer, la insólita medida obedece a motivos morales 007 Die Another Day full I Tried divx . Quienes siguen de cerca el affaire cuentan que la conservadora presidenta de dicho consejo habría asistido a Respira, del peruano Adrianzén, habría visto en escena a Jesús bajándose de la cruz y a un sacerdote pederasta agrediendo a un niño, y habría decidido finiquitar, en el acto, la exitosa temporada. Al ser convencida de que no podía cancelar una obra premiada por su propia Asociación Cultural (el montaje era parte del premio), la presidenta habría optado por hacer entregar al público, junto con la entrada, un volante lavamanos. Con la moral en alerta roja, la presidenta habría, entonces, decidido revisar proyectos futuros y… pues, adiós Chiarella.
Como si no fuera suficiente con el veto opusdeista, la cerecita de la torta la pone Choledad Privada. Chuto ha descubierto que Cecilia Bentín, la presidenta del británico Consejo también resulta ser la dueña de una tienda de ropa llamada «KINKY»
. O sea, en el lenguaje de Shakespeare y Boy George: «pervertido/a».
Eh… ¿cómo se dice doble moral en inglés?Boiler Room divx