Nadie imaginó que alguien saldría a favor del blackface de Magdyel Ugaz para interpretar a la mamá de Paolo Guerrero
Andy Livise
Pienso, luego me achoro. @ElcholacoEn los últimos días, una avalancha de críticas se vertieron contra Tondero, la productora de la película Guerrero, por pintarle la cara de negro a la actriz Magdyel Ugaz para interpretar a doña Peta, la mamá del futbolista Paolo Guerrero, figura principal de dicha cinta. Cuando el tema se daba por encarpetado bajo el rótulo de «racista», el fuego se reavivó.
Primer round
La semana pasada, la revista Caretas inició el debate con un informe que tituló «Racismo en el ecran», el que daba cuenta del «negreado» al rostro de Magdyel Ugaz. En la publicación se hizo referencia al blackface:
El blackface hace referencia al maquillaje teatral que utilizaban los blancos del sur estadounidense para encarnar a personajes negros. En 1960, la ola del movimiento de los derechos civiles logró prohibir el maquillaje racista en los teatros norteamericanos.
En el informe, además, se recoge la crítica de activistas afrodescendientes, como Mónica Carrillo, quien no titubea en calificar de «racista» la elección de Magdyel Ugaz para este rol:
“Si eres un actor de color oscuro, por más capacidades que tengas no vas a poder llegar a tener los roles protagónicos. Siempre va a haber una persona de color más claro que lo amerite”.
Tras la publicación, todos levantaron polvo, condenaron el hecho y luego cerraron el quiosco. Pero no todos quedaron indignados.
Segundo round
Ayer se publicó una columna de la periodista Maritza Espinoza, quien indicó que la queja de los cibernautas y activistas fue porque —agárrense— «les encanta el chongo, y porque a los adictos a todo lo que suena políticamente correcto comenzaron a chillar en automático sin haber visto la película».
Sus argumentos principales a favor de esta decisión de Tondero, la productora de la película, fueron:
- Ugaz fue elegida luego de un casting. Tondero aseguró que no buscaban a una actriz de raza negra (sic), sino a una «actriz que represente a una mujer con carácter, luchadora, dura, pero a la vez tierna».
2. No cabe hablar de «whitewashing» (pintar a actores blancos de negros, como en el cine americano de los tiempos del apartheid), porque la piel de Magdyel no es precisamente «white».
3. Han existido ejemplos en el cine de actores que han interpretado roles que no tenían nada que ver con su biotipo. Maritza cita a Orson Welles (1952), quien se pintó de negro para interpretar a Otelo, y a Marlon Brando (1956), quien se pintó de amarillo para un rol secundario en La casa de té de la luna de agosto.
4. Espinoza también cita el caso de la actriz inglesa Tilda Swinton, quien interpretará a un hombre oriental en la película de Marvel, Doctor Strange. Asegura que «nadie se ha rasgado las vestiduras» por esto.
4. Otro argumento fue que la mismísima doña Peta pidió que Magdyel Ugaz la interpretase.
3er round: knockout
La respuesta vino por parte de la historiadora Maribel Arrelucea Barrantes, quien respondió que, un poquito más y Maritza Espinoza tilda de «resentidos sociales» a quienes cuestionaron la acción de Tondero. Ella también analizó los argumentos de la periodista que sintetizaremos en tres pasos:
- Sobre la cita a Orson Welles en 1956, manifiesta que Espinoza olvida el contexto. «En dicha época, mitad del siglo XX, los afro se sentaban en la parte de atrás de los buses, iban a escuelas para negros y el KKK los quemaba vivos».
- Arrelucea califica de racista un extracto de Espinoza, cuando dice «Porque, vamos, tampoco es que Magdyel sea Gwyneth Paltrow: es una chola bellísima que interpretará a una mulata de mayor edad».
- La historiadora deja sentada la importancia de que se proteste ahora por este tipo de actos, porque sino pueden venir más casos en los que regresemos «a los detergentes, ceras, jabones y cocinas publicitados por mujeres afros».
¿A quién habría apoyado el negro Mama? Uhm…