Más contra la prensa
Corro el riesgo de aburrirlos con yet another ataque aprista contra la prensa (tan frecuentes -qué raro- en estos días), pero vale la pena. La columna de hoy de Claude Maurice Mulder en Correo se titula «Así es la vida» y no la linkeo porque no la encontrarán en la edición web del diario. Pero me permití trascribir un par de parrafitos en los que se manda contra Lombardi, Tafur, Sol Carreño y quién sabe quién más.
Un periodista que era el favorito entrevistador de Fujimori, y hoy es un silente congresista, tiene el cuajo de manifestar que la prensa debe ser incómoda con el poder y hostigarlo, cuando él hacía todo lo contrario ante el dictador nipón. Otros se sienten hoy un Bob Woodward o un Ben Bradlee, pero en ésas épocas jamás se les vio un solo artículo, ni siquiera en el Pan del Alma. Otro era jefe de redacción del diario más fujimorista de los 90, con un director que hasta el día de hoy es prófugo de la justicia, y pontifica sobre lo que cree que pasará o no a la historia, manteniendo, eso sí, su profundo antiaprismo autoritario.
Y no olvidemos a las conductoras y conductores periodístico-maganicescos (sic) que mientras la oposición convocaba marchas y paros por la democracia, y la mafia se levantaba al país en peso, salían, lindos, todas las mañanas con aires de carnaval, sonriéndonos de lo bien que le iba al Perú con Fujimori.
Lo irónico es que Mulder termina su columna preguntándose, cual Gonzáles Prada redivivo, «¿hasta cuándo el pacto infame de hablar a media voz?» Ya, pues, Claude Maurice, si echas barro porque así te lo ordenan en el Partido pero no te atreves a dar nombres, pues resulta que estás, precisamente, ladrando hablando a media voz.