Life of Lay Fun
Marco Sifuentes
tú lee nomásMurió Lay Fun (¿o era Fung?) y su legado es la trivia más insólita de un país ya fructífero en trivias insólitas.
O sea, estamos hablando de un perro que desató más pasiones que el Loco Vargas:
La creatividad peruana lo transformó en superhéroe:
Y generó algunos de los titulares más memorables:
Además de todo tipo de datos inútiles e irresistibles:
Lay Fun tenía un hermano gemelo llamado Lay Fan que le tenía miedo a los gatos. Así informó la prensa en el 2006.
— Oscar García (@space_godzilla) February 21, 2014
Hasta tuvo su propio y muy divertido blog:
(El blog, por cierto, acaba de ser actualizado con una última, muy sentida, entrada).
Fue un perro con fanáticos, detractores y hasta un abogado que interpuso un «hábeas corpus» a favor de «su patrocinado». Sin quererlo, este rottweiler se transformó en el resumen de todo lo huachafos y encantadores que podemos ser los peruanos:
Hasta su muerte nos ha dejado imágenes ridícula y grotescamente memorables:
Lay Fun, criatura inocente. Descansa en paz. Tu paso por este mundo nos alegró la vida. Salvo la del choro que mataste, claro.