La raza distinta está llegando a Lima. Los Acuña quieren abrir nada menos que una financiera en la capital.

En junio del 2013, César Acuña quiso hacer esto:

¿Qué pasó entonces? La nota de Perú.21 cuenta:

En octubre de 2007, año en el que fue elegido alcalde, creó la empresa microfinanciera Edpyme Progreso, con un capital social de siete millones de soles. Los dueños: la Universidad César Vallejo (90.5%), de propiedad del alcalde, y él mismo (9.5%).

Sin embargo, según la ley 26702 –que regula al sistema financiero–,no podrán ser organizadores de estas compañías los congresistas ni los alcaldes.

No solo pasaba eso. Lo que generó más cuestionamientos fue que Acuña era el presidente de la Caja Trujillo. Era un cargo honorífico, pero lo tenía. Entonces, el acceso que podía tener a la información de esta empresa municipal, le permitía tener datos de importantes de cómo funciona este negocio, y que eventualmente podría beneficiar a su propia empresa.

Eso no fue todo. Esta nota del periodista Cristopher Acosta en INFOS contó cómo Acuña hizo cambios gerenciales en la Caja Trujillo que perjudicaron a la financiera y descendió sus clasificaciones de las evaluadoras de riesgo.

Ahora, casi dos años después, nuevamente vuelve con el negocio. Esto apareció en un diario:

Foto: Twitter @miguelmartin40

Pero ese papelito no se puede leer

Es cierto. Dice lo siguiente:

• Ahora es César Acuña hijo el que ha presentado una solicitud a la SBS para constituir otra financiera. Esta se llama Capital y su sede estará en Lima. Será su primera movida empresarial en la capital de la Nación.

• El organizador responsable es José Luis Castagnola Sánchez. Es del partido Alianza por el Progreso. Según la nota de Acosta, lo nombraron gerente de Administración y Finanzas de la Municipalidad de Trujillo cuando Acuña era alcalde y a pesar de que no cumplía con los requisitos para ocupar este cargo. Antes era director general corporativo de la Universidad César Vallejo.

De APP.

Ahora, coincidentemente, los accionistas de la Financiera Capital son: Universidad César Vallejo SAC y Universidad Señor de Sipan SAC, cuyo fundador y líder máximo es César Acuña. Además, encontró la forma perfecta de puntear la ley: los otros accionistas son sus hijos César Alexander Acuña Núñez y Kelly Rosalyn Acuña Núñez de Caldas. No está incluido su hijo Richard, el congresista porque, como les dijimos al inicio, la ley 26702 de la SBS prohibe que los congresistas sean parte de este tipo de empresas. Citamos:

No pueden ser accionistas de una empresa de los sistemas financiero o de seguros, los que se encuentren incursos en los impedimentos señalados en los numerales 1,2,3,4,5, 8, 9,10,11,12,13,14 y 15 del artículo 20º de la presente ley.

Ya, y ¿qué dice ese artículo? En el numeral 5:

Los miembros del Poder Legislativo y de los órganos de gobierno de los gobiernos locales y regionales.

¿Entonces?

La misma raza de toda la vida

Evidentemente, si los Acuña está formando una empresa va a estar integrada por gente de su confianza o de su partido. Solo con buscar el historial político de quiénes serían los directores y el gerente general de la Financiera Capital nos damos cuenta que aparte de Acuña y Castagnola figuran David Abraham Toso Arcaya. Si bien actualmente no está inscrito en Alianza por el Progreso, sí postuló con esta organización al Congreso en el 2006, de acuerdo con Infogob.

Juan Manuel Pacheco Zeballos, que también figura en el comunicado, es el director general de la Universidad César Vallejo de Lima, según su LinkedIn. Porfirio Uribe Ramó, el siguiente en  la lista, no usa esta red social pero en esta noticia de Correo señala que fue miembro del directorio de la UCV.

El gerente general es un caso aparte. En el comunicado publicado se indica que sería Carlos Alberto Mujica Castro. En su LinkedIn señala que es «gerente general de una institución financiera en formación» desde febrero del 2014. En su descripción indica que es la Financiera Capital. Recordemos, Mujica Castro fue uno de los directores del Banco del Materiales que salió luego del escándalo de la entrega irregular de créditos a decenas de trabajadores de esta institución.

Esta vez, los Acuña no le harán honor a su slogan. En vez de una raza distinta, son la misma gente de toda la vida: candidatos de su partido, funcionarios de sus universidades y, ahora, trabajadores de su financiera son todos lo mismo.

El caso, ahora, está en manos de la Superintendencia de Banca y Seguros.