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La campaña #CensoConLapicero prueba que no solo el INEI desorganizó el evento [VIDEO]

Composición: Útero.Pe

Composición: Útero.Pe

Ya sabemos que tú sí te quedaste todo el día en casa como todos los domingos esperando al empadronador del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Sabemos también que hasta les invitaste un pan con pollo a los voluntarios. Sin embargo, hubo un grupo que puso en marcha una campaña para complicar más el trabajo de los empadronadores.

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No, no toda la gente cumplió. Imagen: La República

1. Así nace el psicosocial

El psicosocial nació porque un grupo afín al fujimorismo y a la Iglesia Católica manifestó que iban a manipular la información, o sea, que habría fraude. El gran motivo para creer y difundir esa afirmación fue este video:

Según ellos, existía una conspiración iluminati luterana marxista leninista pensamiento Ricardo Morán para acabar con el catolicismo. No dijeron exactamente eso, pero algo parecido: que una conspiración atea buscaba destruir a la pobre Iglesia Católica y que los empadronadores llenarían tu respuesta sobre religión con lápiz para luego borrarla y poner que eras pecador ateo.

2. #CensoConLapicero y #PizzaConPiña

El video del grupo laico solo buscaba que las persones sinceraran sus creencias religiosas, pero los católicos no entendieron eso y dieron rienda suelta a sus plegarias en redes. Solo les faltó el audio de WhatsApp como cuando se informó falsamente sobre el «autogolpe de Humala» o pedir que el censo incluya la pregunta de si prefieren la pizza con piña o sin piña.

 

Un congresista fujimorista también se sumó, cómo no:

Ante el psicosocial, el INEI tuvo que publicar un video en el que explicó que el escáner que procesaba las cédulas solo leía las marcas del lápiz 2B y no las de lapiceros. El proceso es el mismo que se utiliza en los exámenes de admisión.

3. La campaña explotó contra los voluntarios

El psicosocial ya había sido lanzado y explotó el día del censo, cuando varios se opusieron a ser empadronados con lápiz y protagonizaron escenas como estas, en la que un hombre en Huaral Cercado se negó a a ser censado con lápiz. La voluntaria intentó pasar a la siguiente casa para continuar con su trabajo, pero él insistía en ser empadronado con lapicero. A pesar de que se enteró que ella era menor de edad, él continuó grabándola.

El resultado de la campaña de desinformación causó que los voluntarios llenaran las fichas con lapicero y que después se quedaran en las calles trasladando la información a otras cédulas, esta vez, marcadas con lápiz.

Una voluntaria identificada como Dane Gámez, también contó que los jóvenes tuvieron que llenar nuevamente la información, pero con lápiz:

«Un saludo especial para la gente que se puso necia con que querían que su cédula la llenen con lapicero. Les cuento que al final, cuando regresaron a la base, los voluntarios tuvieron que transcribir toda la cédula en una nueva, a lápiz, porque la máquina no lee lapicero. Así que hicieron perder el tiempo del voluntario y mataron un árbol».

Lo alucinante fue que los mismos que movieron esta campaña compartieron las imágenes de los jóvenes rellenando las actas con lápiz. Obviamente, ellos siguieron creyendo que los empadronadores estaban cometiendo el fraude que tanto auguraron.

Imagen: Útero.Pe

Imagen: Twitter

Más increíble es que siguen insistiendo en que hubo fraude en el censo y, aunque ya sabemos que fue un fracaso por el desorden del INEI, podemos asegurar que gracias a estos hijos de Dios el censo se desorganizó mucho más.