La cadete violada y el gato gordo de la guarda
Para los que no conocen el caso de Diana Bazán, me robo este párrafo de la columna de hoy de Patricia del Río:
Diana Bazán Hidalgo es una joven cadete que se enroló en la Escuela de Oficiales de la FAP. Ahí, en una de las instituciones que prepara a nuestros jóvenes para que el día de mañana nos defiendan de peligros y agresiones, fue humillada, ultrajada sexualmente y tratada como un objeto. A Jesús Ferreyra, alférez al que se le acusa de este crimen, se le separó de la FAP por falta disciplinaria muy grave. Lo peor de esta historia, sin embargo, ha venido después: a Diana en la Escuela la consideran una traidora. Según su madre, sus superiores la castigan por cualquier cosa y sus compañeros le han aplicado la ‘ley del hielo’. Como consecuencia de esto, Diana está sumida en una profunda depresión y la FAP la ha declarado inapta para el servicio militar.
Diana está a punto de ser dada de baja simplemente por ese culto al encumbrimiento que a los militares les gusta llamar «lealtad». Consultado por RPP, el ministro de Defensa, Ántero Flores-Aráoz dijo, en su estilo criollazo, que a la chica se le habían dado todas las seguridades del caso aunque, claro, él no había sido el ángel de la guarda de la cadete pero que ya mucho escándalo, ya:
«La madre no la ayuda yendo a la prensa a tratar de presionar. La Fuerza Aérea no se va a dejar presionar si la chica no es apta para el servicio. Se le ha dado todo tipo de facilidades pero todo tiene un límite», expresó el ministro.
Escuchen la entrevista completa. Es alucinante. Del Río y Augusto Álvarez tratan de razonar con un gato gordo que tiene listo un discurso del que no quiere salir en absoluto. Cuando le plantean cosas tan razonables como que Diana debería tomar un año de ausencia hasta que el clima mejore para ella, Ántero simplemente no puede aceptar algo tan evidente (y lamentablemente previsible) como que la chica está siendo maltratada por la institución.
Curioso: el gobierno que resulta indiferente ante el caso de Diana, la chica valiente que denunció una violación en la FAP, es el mismo gobierno que se quiere subir al coche del éxito de La Teta Asustada, un film que trata precisamente sobre las terribles consecuencias de una violación en un contexto militarizado. Como dice Patricia del Río si queremos ser consecuentes, todas las Dianas Bazán del Perú deberían ser tratadas como heroínas, «y no como traidoras o putas, cuando deciden hacer valer sus derechos».
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