Lo respondemos todo: ¿La FIFA nos desafilia? ¿Cuál es el roche con la FPF? ¿Por qué Oviedo se queda?

Como suele pasar, un solo evento ha capturado nuestra breve y corta atención: la prisión preventiva de Keiko Sofía. Sin embargo, un anuncio nos recordó que el país hace agua por casi todos lados:

Dice la FPF que dice la FIFA que el Congreso se calme. Foto: Captura / Twitter

¿La FIFA nos quiere suspender? ¿Qué cambios está haciendo el Congreso? ¿Qué cuernos es la Ley de Fortalecimiento de la FIFA? Si no entiendes nada de lo que está pasando, este es el post que necesitas.

La cosa es así

Edwin Oviedo, presidente de la FPF, tendría que quedarse hasta el 2020. Sin embargo, por sus roches —fue incluido en la investigación de los Cuellos Blancos del Puerto y es investigado por ser el presunto autor mediato de los asesinatos de dos sindicalistas—, adelantó las elecciones para diciembre del siguiente año. El problema es que el Congreso está por meter mano en la tan mentada «Ley de fortalecimiento de la FPF» (alias «Ley Oviedo») para que dichas elecciones ocurran este año, lo que podría causar que la FIFA nos susenda porque considera esta acción como injerencia política en nuestro julbo.

Oviedo no se va, no se va, Oviedo no se va. Composición: Útero.Pe

Pero antes que cojas tu pelota y te metas enojado a tu casa, vamos a ver esto por partes.

¿Qué ley es esa?

La «Ley de fortalecimiento de la FPF», aprobada y promulgada el 31 de enero de este año, fue una iniciativa legislativa de Fuerza Popular. De acuerdo con el propio Daniel Salaverry, los kongresistas y la dirigencia de la FPF habían realizado una serie de coordinaciones porque, en palabras de estos últimos, la ley hasta entonces vigente podía «suspender a Perú del Mundial Rusia 2018».

La FPF pidiendo ayura. Foto: Captura /Twitter

Fue en noviembre del 2017 que la FIFA advirtió por primera vez de una posible suspensión de la FPF pues el proyecto de ley presentado por Paloma Noceda —entonces presidenta de la Comisión de Educación, Juventud y Deporte en el Kongreso—, según la FIFA, brindaba «excesivas facultades fiscalizadoras» al Instituto Peruano del Deporte (IPD). Fue entonces que los fujimoristas alistaron otra versión. Esto dijo Salaverry al respecto:

«Se busca permitirle, a esta dirigencia y a las que vendrán luego, hacer un trabajo autónomo, independiente, sin que el Estado tenga que estar inmiscuyéndose en el manejo y la administración que se hace en el fútbol desde la FPF. Ellos son una institución privada, no reciben recursos públicos».

Salaverry incluso dijo que representantes de la FIFA habían venido desde Suiza para conocer el proyecto de ley, tuvieron unos cuantos aportes y luego le dieron su bendición a esta ley:

Al final, la gran diferencia está en el artículo 3 de la norma, donde se asegura que los recursos de la FPF «son de naturaleza privada» y además «goza de plena autonomía e independencia en materia deportiva, administrativa, económica y financiera«.

Pero claro, todo esto ocurrió antes que nos enteremos que César Hinostroza le pedía facilidades a Oviedo para estar en el mundial Rusia 2018. Por eso, donde tenemos que poner el ojo es en la «DISPOSICIÓN COMPLEMENTARIA FINAL», que es lo que ahora se quiere cambiar.

Lo que se quiere cambiar

Este es el proyecto de ley presentado por Gloria Montenegro (APP) para modificar la «Ley Oviedo»:

Ya sabemos que no lo leíste, así que vamos a lo que importa: Montenegro (y los otros congresistas firmantes) buscan remover la DISPOSICIÓN COMPLEMENTARIA FINAL donde dice esto:

El proceso eleccionario para la Federación Deportiva Nacional Peruana de Fútbol se efectuará al término del ciclo olímpico, manteniendo vigente el mandato de su actual Junta Directiva hasta dicha oportunidad.

¿Por qué? Pues, de acuerdo con la exposición de motivos, se han reunido con directivos de clubes deportivos y otras entidades vinculadas al fútbol y todxs advirtieron algo: hay que renovar urgente a los directivos de la FPF y que esto siga siendo cada cuatro años, según su propio estatuto —artículo 25, inciso c)— que dice así:

(…) le corresponde a su Asamblea de Bases Ordinaria, elegir cada cuatro años a la Junta Directiva después de la copa mundial FIFA.

Eso significaría —si la reforma se aplica— que las elecciones debieron ocurrir en octubre de este 2018 y no en diciembre del 2020 como se había establecido antes.

No toquen nada, par favar

Juan Matute con su mejor cara de «hasta aquí nomás llegaste, chibolo paltomiel». Foto: El Comercio

El secretario general de la FPF, Juan ‘Cara de Villano’ Matute dice que lo mejor es no arreglar lo que no está roto:

Para nosotros es fundamental que en el fútbol, a nivel mundial, no haya una injerencia política y estatal en la decisiones de las federaciones; porque ello contravendría con los estatutos y las normas de la FIFA. Esta ley, que nos permitió jugar el Mundial con todas las credenciales, nos conducirá a tener altos niveles de gobernanza, con democracia, con inclusión de fútbol femenino y otros agentes de grupos de interés. Además, si se deroga la Ley, que extendió el mandato hasta el 2020, el Perú entrará en una situación de sanción y posible suspensión. Nos preocupa sobremanera el Mundial Sub-17.

Dice Matute que la ley evita que exista injerencia política. ¿Pero no es la inclusión de Oviedo en la investigación lo que justamente prueba que existió injerencia dentro de la FPF? Matute dice que la actual directiva ha «asumido un compromiso con la FIFA de terminar estos estatutos para darles modernidad, transparencia y buena gobernanza», comprometiéndose a adelantar sus elecciones para recién el siguiente año.

¿Y la suspensión?

La FIFA insiste en que si el Congreso toca la ley que mantiene a Oviedo en el poder —que recordemos es investigado por dos asesinatos y por sus audios con Hinostroza y Ríos— nos suspende (ojo, no nos desafilia) hasta que se regrese a la versión actual. Hay que aclarar algo: esto NO significa que la FIFA quiere atornillar a Oviedo. De hecho, le importa poco quién se sienta en la presidencia de la FPF. En su comunicado solo se refieren a las cuestiones legales que les importan. Lo único que quieren es garantizar que el ente del fútbol nacional tenga plena independencia. El problema es que eso, ahorita, nos complica la vida (porque la justicia tarda).

Rebobinando:

• El Congreso quiere sacar a Oviedo de la presidencia de la FPF porque las investigaciones en su contra enturbian su gestión (o sea, porque con los audios se prueba que ya ha habido injerencia de la mafias en esa institución).
• La FPF recibe un ultimátum de la FIFA: si el Congreso tocaa la norma, nos suspenden por injerencia política (¿?).
• Una posible solución es que el Ministerio Público se haga una por su cuenta, que la investigación avance, que inicie un proceso y que se tomen medidas.

Entonces, todo se resume a qué queremos: ¿desparasitar al país o jugar fútbol?