INCREÍBLE: Mira todo lo que los franceses están haciendo para ayudarse unos a otros tras múltiple atentado
Víctor Caballero
Periodista egresado de YouTubeMientras que la mayoría de nosotros miraba el partido de la selección ayer, un ataque terrorista, lleno de explosiones y tiroteos, sacudía Francia. Más de 160 muertos, entre ciudadanos franceses y turistas, fue el saldo que dejó el ataque atribuido al Estado Islámico.
No obstante los lamentables hechos, algo que debemos resaltar de todo esto es la reacción de los propios parisinos con sus compatriotas: donaciones de sangre, transporte gratuito por parte de los taxistas y muchas otras cosas más que trataremos de reunir en esta publicación para que sirvan de lección e inspiración.
1. Los centros de donación de sangre han colapsado
Uno de los hechos más alucinantes, que no solo nos ha sorprendido a los peruanos sino también al mundo entero, es que un gran número de franceses se haya ofrecido voluntariamente para donar sangre.
«Los centros de donación de sangre de París están colapsados hoy, solo dos horas después de que el organismo que coordina las donaciones pidiera colaboración voluntaria para hacer frente a las necesidades tras los atentados de la capital francesa.».
«La masiva respuesta ciudadana ha colapsado las páginas webs y ha desbordado los distintos centros donde que recogen donaciones en París.».
2. Los taxistas ofrecieron transporte gratuito
Otro símbolo de solidad de los franceses viene por parte de los taxistas. Siendo testigos de las explosiones y los tiroteos, los transportistas parisinos han optado por apagar los medidores de ruta o taxímetros para llevar gratuitamente a su gente a zonas seguras.
«Ante esta situación, diversos fenómenos sociales han acontecido, como en el caso de las personas que ofrecen o solicitan refugio a través de las redes sociales, así como los taxistas que están llevando gratis a los pasajeros hasta zonas seguras.».
3. Los ciudadanos dejan pasar a las víctimas a sus casas
Con el hashtag #PorteOuverte, los franceses han iniciado una especie de campaña digital para ofrecerle buen recaudo a todos los afectados por los ataques que se encuentren lejos de casa. En otras palabras, la gente deja pasar a las víctimas a sus propios hogares.
«Los parisinos abrieron las puertas de sus casas para acoger a aquellos que necesitaran alojamiento tras los ataques en la capital francesa. La etiqueta #PorteOuverte, literalmente «puerta abierta» en francés y también, en inglés, #OpenDoor se extendió rápidamente en las redes sociales.».
«Tengo una habitación para quien se haya quedado varado cerca de Chatelet. Díganme si lo necesitan #PorteOuverte«, escribió el usuario @ArnaudDupuis en Twitter.».
Y la lista de tuits de apoyo continúa.
If you're #strandedinUS in DC we would love to help. Message us if you need a place to stay or a ride to the airport #PorteOuverte
— Triumph Church DC (@TriumphDC) November 14, 2015
«Si estás en DC, nos gustaría ayudarte. Mandanos un mensaje si necesitas un lugar para quedarte o que te llevemos al aeropuerto.».
If anyone from France is stuck in Switzerland and needs a place to stay near Zürich Airport, please call. 077 469 1201 #PorteOuverte
— Wenzel Gold (@wenzel_gold) November 14, 2015
«Si algún francés está atrapado en Suiza y necesita un lugar para quedarse a dormir cerca del aeropuerto de Zürich, por favor llámanos al 077 469 1201».
#Russia: flower sellers around #France embassy double prices. #France: #PorteOuverte hospitality, free taxi rides https://t.co/mT9zKMZXzP
— VykintasPugačiauskas (@pugaciauskas) November 14, 2015
«Rusia: los vendedores de flores ubicados cerca a la embajada de Francia duplican sus precios. Francia: hospitalidad y taxis gratuitos».
4. Sábanas para cubrir a los fallecidos y atención medica voluntaria
Pero la muestra de solidaridad desinteresada continúa. Los médicos y enfermeras acudieron a trabajar de manera voluntaria pese a no encontrarse de turno. ¿Reaccionarían de la misma manera los médicos y personal de salud en un hipotético ataque terrorista en nuestro país?
«Médicos, enfermeras y el resto de personal del servicio sanitario de los hospitales de la capital francesa acudieron a trabajar voluntariamente para tratar a los heridos en los ataques múltiples.«.
Pero eso no es todo, siendo testigos de los ataques y viendo cómo algunos cuerpos quedaban abandonados en las calles, los vecinos comenzaron a taparlos con sábanas. Más que una medida de precaución, se sobreentiende que se trata de un símbolo de respeto.
«La conmoción en las zonas cercanas es enorme: ciudadanas españolas en París que viven a pocos metros de dos de los puntos atacados han contado en esRadio cómo escucharon los disparos y cómo los vecinos llevaban sábanas para tapar los cadáveres.».
El ataque ha sacado a la luz el lado humano de toda Francia y le ha dado una lección de solidaridad al planeta entero. Mientras que algunos aprovechan la ocasión para lucrar con las víctimas (ya vimos el caso de los floristas rusos que han duplicado el precio de las flores cerca a la embajada de Francia) otros parecen haber entendido que en catástrofes como esta, lo que más necesita la gente es del apoyo de la comunidad.
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¿Pasaría esto en nuestro país?, ¿los peruanos seríamos igual de solidarios con nuestros compatriotas en un ficticio ataque o desastre natural? Una publicación de Jimena Ledgard nos responde con un amargo mémorex.
«El mundo ha mirado conmovido lo que sucede en Francia, en parte por el horror y en parte por la valentía. Pero yo pienso en Chincha a un día del terremoto del 2007 y recuerdo haber visto que las bodegas cobraban treinta soles por una botella de agua, que el pollo costaba cuarenta soles el kilo, que los camioneros se hacían ricos cobrando lo indecible por llevar a la gente a los pueblos donde su familia dormía en la intemperie, que los alcaldes se atrincheraban en sus oficinas con las donaciones, que los funcionarios revisaban todo lo que llegaba para ver si se llevaban algo primero a su hogar, que un camión lleno de medicinas enviado por una empresa inmobiliaria estuvo sentado durante dos días enteros en el estacionamiento porque el gerente de imagen corporativa no llegaba para tomarse la foto de rigor durante la entrega, que la gente se empadronaba en cinco caseríos distintos para acumular paquetes de agua y atún y venderlos a diez veces su precio.».
Más que una lección de solidaridad, la muestra de humanidad por parte de los franceses debería servir de inspiración.