noticias , politica , sociedad martes, 17 septiembre 2019

Hablemos del estado de salud de la klínica favorita de los Fujimori

La Clínica Centenario (Pueblo Libre) también es conocida como el hospedaje favorito de los Fujimori. Tres días después de que Alberto dejara las camillas de este lugar, Keiko ingresó por «dolores en el tórax y la cabeza, así como inestabilidad en los registros de presión arterial«.

¿Qué tiene esta clínica para que Keiko haya recorrido más de 14 kilómetros desde el penal de Chorrillos hasta Pueblo Libre, en lugar de ir al centro de salud más cercano?

Una klínica nikkei

Normalmente evitan decir que el nombre completo del nosocomio es ‘Clínica Centenario Peruano Japonesa’. El nombre se debe a que le pertenece a la Asociación Peruano Japonesa (APJ), la cual adquirió el terreno para construirla en 1997 y puso la primera piedra el 30 de mayo de 1999, en pleno régimen fujimorista.

Intervención: Útero.Pe

Intervención: Útero.Pe

El actual presidente de la APJ es Abel Fukumoto Sato. Asumió su cargo en marzo de este año en una ceremonia a la que asistió un tal Marco Miyashiro, un fujitroll conserva  que alterna sus horas de trabajo como congresista de Fuerza Popular. Miyashiro también es presidente la Liga Parlamentaria de Amistad Perú Japón, por eso en abril de este año reconoció a Fukumoto por hospedar a Fujimori su trabajo para integrar al Perú y Japón a través de la APJ.

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El presidente de la asociación dueña de la clínica Centenario siendo reconocido por un kongresista. Imagen: revistaoriental.com

Este tío que parece el doble de Jaime Yoshiyama ya había sido presidente de la APJ en el 2013, año en el que Alberto también estuvo internado. Por entonces, Alejandro Aguinaga y María Cordero Jon Tay «violentaron las normas penitenciarias en la Clínica Centenario» para grabar a Fujimori y mostrarlo «moribundo». Según un informe de La República, el ingreso de ambos «fue aprobado por el entonces director ejecutivo de la Clínica Centenario Peruano Japonesa, Arturo Yara (ojito con este nombre que más adelante te lo volveremos a mencionar)».

El anterior presidente de la asociación dueña de la clínica fue Jorge Kunigami Kunigami. Como lo recordó Hildebrandt en sus trece en enero último, Kunigami dirigió el Osiptel entre 1993 y el 2000, en pleno régimen fujimontesinista. Tantos años en ese periodo le costaron una denuncia del Congreso por el delito contra la administración pública (omisión de actos funcionales), en agravio del Estado.

Kunigami también tiene su fotito con Miyashiro. Imagen: Facebook

Kunigami también tiene su fotito con Miyashiro. Imagen: Facebook Apebeja

Los privilegios de ser un Fujimori

Alberto Fujimori ha llegado un montón de veces a la clínica de esta asociación. Ya se ha perdido la cuenta del total, pero una de las más memorables fue cuando llegó en diciembre del 2017, cuando recibió el indulto amañado de PPK. Según el libro de Marco Sifuentes, KO, PPK, este centro de salud tuvo mucho movimiento días antes de que PPK le otorgara ese regalazo de Navidad a Kenji:

  • «En la tarde (del 17 de diciembre), como era habitual los domingos, llegó Keiko con su familia. Luego los alcanzó Sachie. Pero todos ya se habían ido cuando entró Luis Arturo Yara Chinen, mandamás de la Clínica Centenario, que se quedó una hora«.
  • «A las 5:25 de la tarde (del 23 de diciembre), una doctora de la Clínica Centenario ingresó a Barbadillo. Exactamente a esa misma hora, en el Ministerio de Justicia, se inició una sesión de la Comisión de Gracias, demostrando una insólita dedicación laboral en pleno sábado antes de Navidad. A la doctora de la Clínica Centenario le bastó media hora de inspección para disponer, con unas indicaciones escritas en una hoja bond, el traslado del reo«.

Otra de las más rochosas estancias de Alberto en ese hospital nikkei ocurrió en octubre del 2018, juuusto el mismo día en el que se anuló su indulto. Permaneció por más de 100 días internado y, según fuentes de Hildebrandt en sus trece, el costo de la estadía de tal periodo «sobrepasaba los 100 mil soles». Fueron tantos los días los que se quedó a disfrutar dormir en ese lugar que el Poder Judicial ordenó a una junta médica evaluar su real estado de salud.

Cuando se determinó que Fujimori se encontraba estable y que podía «ser atendido de manera ambulatoria en el penal de Barbadillo», a la clínica amiga de los Fujimori no le quedó de otra que darlo de alta tras 113 días de internamiento.

O sea, descubrieron esto:

Ahora la clínica ha recibido con los brazos abiertos a la hija. Keiko llegó justo por estos días en los que Vizcarra se enfrenta a un Kongreso que se resiste a adelantar las elecciones. Es importante que recuerdes que durante el internamiento de Alberto, lo visitaron varios congresistas fujimoristas e incluso se informó que se la pasaba «buena parte del día pegado al celular hablando de política». Ahora Keiko tiene la suerte de estar en el mismo lugar y bajo la misma supervisión médica.