Tal cual, pinturas Tricolor no quiere homosexuales en su empresa.
La empresa chilena de pinturas Tricolor (que desde el 2012 es parte del grupo Brescia de Perú), publicó un reglamento interno en el que considera como «falta grave» que una persona promueva dentro de su empresa la pornografía, la pedofilia y la homosexualidad, ya que son consideradas acciones contrarias a la moral y buenas costumbres.
En serio, en una misma línea puso en el mismo saco a la pedofilia como la homosexualidad. Oscar Rementería, activista por los derechos LGTBI en Chile, subió este reglamento a las redes sociales y casi de inmediato #Tricolor se volvió trending topic en el país vecino.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) exigió a Tricolor modificar este reglamento homofóbico y pedir disculpas públicas a los trabajadores.
Y los tuiteros chilenos comenzaron a destruir, con razón, a la empresa Tricolor.
https://twitter.com/Skr_beltran/status/606111751038476288
Además, Rolando Jiménez, dirigente del Movilh, contó que fueron los propios trabajadores de la empresa los que denunciaron el reglamento homofóbico y dijo también que esto puede provocar problemas de estabilidad emocional.
«Igual de lamentable, es que vuestra empresa considera a la homosexualidad como una falta grave, lo que implica que desde el Reglamento se estipula que personas gays o lesbianas merecen sanciones o el despido, lo cual repudiamos con fuerza. El reglamento, por lo demás, ha provocado graves problemas de estabilidad emocional a trabajadores de su empresa que nos han denunciado el hecho».
Ante la presión, Tricolor tuvo que emitir un comunicado en el que calificaba de «error» su reglamento.
Respuesta de Tricolor sobre el polémico reglamento.
Jiménez califica esta respuesta como insuficiente, por esa razón el Movilh se pronunció otra vez sobre el tema.
“Valoramos esta declaración de la empresa porque en buena parte recoge las demandas que nos plantearon los trabajadores y donde nosotros actuamos como intermediarios (…) pero al mismo tiempo anuncia y se ve en la obligación de modificar un reglamento, a todas luces, ilegal y homófobo. Por otro lado, en la carta no se piden disculpas a los trabajadores LGBTI de la empresa, ni tampoco se anuncia capacitación en derechos de la diversidad y/o cualquier otra medida preventiva”.
Esperamos que esto no se esté repitiendo en ninguna empresa peruana, ya sea de los Brescia o de quien sea.