Dos buenas noticias
Este es uno de esos días en los que el Estado se parece a lo que dicen los libros. Anoche, después de una larga agonía y cuando todo parecía indicar lo contrario, Tula Benítez fue sometida a la máxima sanción que pueden imponer los congresistas a uno de los suyos: 120 días de suspensión.
Vale resaltar la actitud de Mercedes Cabanillas y Aurelio Pastor Daniel Robles que, al menos, se abstuvieron de votar en vez de seguir a su bancada, que defendió en bloque a su compañera.
Ojo que todavía falta resolver la denuncia de la subcomisión de Acusaciones Constitucionales, que debería despojarla de su inmunidad y mandar el caso al Poder Judicial (y a Tula a canadá).
Y, por otro lado, acaba de salir, calentita nomás, la sentencia del Tribunal Constitucional declarando fundada en parte la demanda de inconstitucionalidad contra la ley antiONG. Lo que ha hecho el TC, básicamente, es bajarse las partes más descaradamente intervencionistas y controlistas pero ratificando la potestad de la APCI de intervenir en las ONG sobre todo si existen de por medio recursos del Estado.
En fin. Podría decir que es triste que en este país el triunfo de la legalidad y el Estado de derecho sea noticia, pero hoy prefiero ver el vaso medio lleno. ¡Salud!