¿De qué rayos estás hablando?
Luciana Olivares
Gerente de Publicidad del BBVA Continental. Parezco observadora, centrada y estructurada, pero me derrito ante las buenas ideas.A estas alturas no tengo que explicarte lo que es el Rayo Pudiente, aunque la tentación es grande:
En menos de un mes, la página en Facebook “Limeño Pudiente Que Se Respeta” llegará a los 100,000 likes, fueron trending topic más de 3 veces con el hashtag #RayoPudiente, han sido tema de conversación en Capital, RPP, ATV, El Comercio, Perú 21, La Mula, Útero, América TV, Studio 92, han llamado la atención de marcas como el BCP, La Curacao, San Fernando, Trident, Bitel, Pizza Hut, Backus que ya lanzaron sus versiones del Rayo Pudiente a través de las redes pero sobretodo han generado la creación de cientos de memes que no paran de estallar en Internet.
Pero, ¿por qué el Rayo Pudiente ha logrado tanta adhesión en tan poco tiempo? ¿Discriminación, racismo o sentimiento de inferioridad? Para encontrar la respuesta sugeriría no rasgarnos las vestiduras y marcaria con plumón indeleble NINGUNA DE LAS ANTERIORES. Desde mi opinión de comunicadora, el Rayo Pudiente nos seduce por 2 razones tan simples como poderosas: El efecto CHISTE INTERNO y la MEMORIA COLECTIVA. El chiste interno nos vuelve cómplices de algo en común, compinches de eso que solo tú y yo entendemos. La memoria colectiva, es uno de los más poderosos conectores emocionales en comunicación porque se mueve en el territorio de los recuerdos que tú y un determinado grupo de personas tuvieron y eso aporta sentido pertenencia y nostalgia.
Claro, me dirás qué solemne te pones para explicarme algo tan simple y ese es justamente la tercera razón de su éxito. (Sí, ya sé que te dije que eran 2 pero no nos rasguemos las vestiduras) LA SIMPLEZA. Cualquiera de nosotros tiene el poder de crear su propia versión del Rayo Pudiente, es un concepto sencillo, muy gráfico y fácil de compartir. El Rayo Pudiente rompe el paradigma de que las grandes ideas son aquellas por las que nos preguntaríamos “cómo no se me ocurrió a mí” sino mas bien aplicaría “se me hubiera ocurrido a mí” por la simpleza y cercanía del concepto.
De hecho, los creadores : Arthur L. y Víctor C. ambos publicistas de profesión, llegaron a la idea mientras alucinaban todas esas poses de huachafería para aparentar tener más plata de la que tienes. Qué pasaría si un rayo convirtiera lo que en teoría es misio en cool. Tenían como referencia al Rayo Católico, una página mexicana que convierte a los herejes en santos, como a Lady Gaga en monja.
Y allí empezó el viaje, la gente comenzó a crear sus propios memes, las radios sus concursos colectivos para encontrar los mejores rayos pudientes con el infaltable hashtag para lograr ser trending topic y las marcas subiéndose a la ola de la conversación de la audiencia.
Lo cierto es que ahora el Rayo Pudiente no es ni de Arthur ni de Víctor, pasó a ser de todos y eso para un comunicador es lo que mejor que puede pasar.