Covid-19: 3 medidas muy radicales que vamos a tener que discutir (y tomar) ahorita nomás que acabe la cuarentena
Laura Grados
@lauletrasFalta poco más de dos semanas para que acabe la cuarentena obligatoria que evitaba la propagación del covid-19. La gente volverá a salir a las calles, pero no todas las actividades económicas podrán funcionar con normalidad, sobre todo aquellas que impliquen aglomeración de personas en un espacio limitado.
Algunos economistas han sido bastante pesimistas ¿o realistas? en sus análisis. Waldo Mendoza en Gestión ha dicho que la crisis económica que le seguirá a esta cuarentena será la peor desde la guerra con Chile.
- Que el PBI bajará dos dígitos.
- Que la pobreza aumentará un 5%.
- Y que tardaremos muchos años para volver a los niveles del 2019.
Preciso o no, lo cierto es que el mundo entero experimentará una fuerte caída de la economía y eso solo significa que habrá mucha más gente sin dinero en los bolsillos para comprar alimentos, vestirse o pagar servicios básicos. Eso sin contar que, si bien la cuarentena se levantará, el virus seguirá ahí, al acecho y eso implica, entre otras cosas, que debemos modificar la manera en que nos movilizamos.
Por tooodo este floro es que debemos recordarles que hay tres asuntos urgentes que vamos a tener que discutir quiera o no quiera la Confiep gente que todavía quiere seguir en el 2019.
1. La renta básica
No es la primera vez que se discute la existencia de una renta básica en el mundo. Países como Canadá, Estados Unidos, Finlandia hasta Irán lo han experimentado.
- Finlandia: en el 2017 el primer ministro de ese país, Sauli Niinistö escogió aleatoriamente a 2 mil personas desempleadas entre 25 y 58 años. Les dio 560 euros mensuales libres de impuestos. La medida, según lo indica esta nota de El Confidencial, «disparó el bienestar de estos ciudadanos. Ellos tuvieron “menos síntomas de estrés, menor dificultad para concentrarse y menos problemas de salud». El país también habla de este experimento que culminó el año pasado y agrega que el hecho de recibir una renta básica no menguó el interés de los beneficiarios de conseguir un empleo.
- Alaska, Estados Unidos: desde 1982 cada habitante de esa ciudad recibe una renta tan solo por respirar. El dinero proviene de la actividad petrolera y el monto recibido es variable. En épocas de bonanza, la renta llegó hasta los 2 mil dólares. «Los expertos estudiaron cómo afectaba al empleo y si este pago extra podía convencerles de trabajar menos. Sin embargo, el dividendo no tuvo ningún efecto en el trabajo en general».
- Irán: en el 2011 el gobierno lanzó la renta básica para compensar la eliminación de los subsidios a los productos básicos como pan, energía eléctrica, agua y combustible.
- Canadá: en 1974 el gobierno lanzó un programa piloto de renta básica en una ciudad mayoritariamente agrícola. El resultado fue la mejora en la calidad de vida de las personas y el rendimiento escolar. La medida fue cancelada con el cambio de gobierno.
Esta discusión no es nueva. Una nota de El País de noviembre del 2019 abordó este tema con ejemplos de pruebas piloto llevadas a cabo en distintas partes del mundo. La conclusión es que, si bien no podemos predecir los resultados de esta medida porque se ciñen a su propio contexto; el director del experimento finlandés, Olli Kangas, aclara la única constante:
“En todas partes se aprecia que la ayuda directa tiene efectos emancipatorios. Las personas que reciben los fondos adquieren de repente más voz en su entorno. Pueden decir qué quieren hacer con su vida”.
2. El impuesto a la riqueza
En este útero ya hemos abordado algunas razones por las que este gobierno o el que venga debería pensar seriamente en un impuesto a la riqueza. Hace dos días, en una de sus ya no tan frecuentes apariciones, el presidente Vizcarra habló escuetamente sobre que había algunos peruanos que podían ayudar pero que era necesaria una norma para eso. Todos creímos ingenuamente que el presidente estaba hablando del impuesto a los millonarios; sin embargo luego salió el premier Vicente Zeballos a traducirlo aclarando que no era eso sino que solo se trataría de un impuesto al ingreso, o sea, una modificación del impuesto a la renta, aunque igual dejó más dudas. Pero mejor veamos qué dice el mundo sobre esta norma.
- Según un informe de la BBC de enero de este año, en la década de 1990, 12 países implementaron esta medida. De ellos solo quedan cuatro, Noruega, España, Suiza y Bélgica. Mientras que en América Latina hay tres países que le cobran un impuesto a los millonarios, Argentina, Uruguay y Colombia.
- Este mismo informe indica dos posiciones contrapuestas sobre la medida que también se discute en Estados Unidos. La de los académicos Chris Edwards y Emmanuel Sáez. Uno dice que gravar a los ricos es gravar todas sus actividades económicas, incluidos los trabajadores de sus empresas; mientras que el profesor Sáez asegura que gravarlos es una herramienta contra la desigualdad que supondrá una revolución impositiva en ese país.
A diferencia de algunos aquí en Perú que saltaron de susto con el impuesto a la riqueza, en Estados Unidos, en el 2017, un grupo de 400 empresarios liderados por George Soros (sí, ese Soros) enviaron una carta al Congreso de ese país pidiendo que no les bajen los impuestos pues eso derivaría en una mayor desigualdad económica.
«La carta, firmada por personalidades como George Soros, Steven Rockefeller, Ben Cohen, Jerry Greenfield, Eileen Fisher y muchas otras personas que forman parte del 5% más rico del país fue dada a conocer públicamente en momentos en que los republicanos debaten los detalles de una ley anunciada por el presidente Donald Trump en abril de este año».
La propuesta puede madurar en los próximos meses y los millonarios peruanos que aparecen en Forbes y tienen su dinero en paraísos fiscales, tienen la oportunidad de demostrar que los spots publicitarios de sus propias empresas en los que gritan que aman al Perú, tienen un poco de verdad.
Y aunque no lo crean, el diario más liberal del planeta apoya todo lo anterior
Nadie nunca imaginó que a estas alturas del año estaríamos discutiendo ese tipo de reformas que hasta diciembre del 2019 parecían radicales. La crisis por el coronavirus tiene tal magnitud que el diario liberal inglés, el Financial Times, publicó hace unas semanas una editorial en la que proponía una mayor participación del Estado y una mejor distribución de la riqueza.
«Las reformas radicales –revirtiendo la dirección política que ha prevalecido en las últimas cuatro décadas– deberán estar sobre la mesa. Los gobiernos tendrán que aceptar un papel más activo en la economía. Deben ver los servicios públicos como inversiones, no como cargas, y buscar fórmulas para que los mercados laborales sean menos inseguros. La redistribución será debatida otra vez; los privilegios de las personas mayores y de los más ricos serán cuestionados. Políticas consideradas excéntricas hasta ahora, como la renta básica y los impuestos a las rentas más altas, tendrán que formar parte de las propuestas».
¿Ven? Nada de todo lo anterior se nos ocurrió a nosotros. Pero hay más. Dejemos el dinero de lado para enfocarnos en algo más divertido.
3. Las bicis
Manejar bici era chévere cuando eras chaibol y correteabas con tus amixers del barrio hasta ponerte a llorar porque te caías haciendo carreras. Pero la bicicleta es también un medio de transporte y no es exclusiva de hipsters barranquinos. Lo malo es que el sistema en nuestro país es hostil para ciclistas y peatones. No existen ciclovías integradas y los gobiernos locales priorizan el auto particular.
Pero todo eso va a tener que cambiar
Si no era por las buenas, tendrá que ser por las malas. En la segunda fase para enfrentar la propagación del covid-19, una de las medidas obligatorias será evitar la aglomeración de personas en el transporte público y el gobierno lo sabe.
- La presidenta de la Autoridad de Transporte Urbano, María Jara, informó que un 30% de personas que usan transporte público se moviliza una distancia máxima de siete kilómetros. Esos tramos pueden ser perfectamente recorridos a bordo de una bicicleta.
¿Y por qué no puedo salir en mi Audi del 2019?
- Porque los autos ocupan mucho espacio y lo que estamos tratando de decir es que el sistema de transportes debe darle espacio de verdad a las b i c i c l e t a s.
Miren lo que harán en Milán después de que Italia sea una de las grandes víctimas del covid-19.
- Lo que harán en esa ciudad es cambiar la señalización de las pistas para darle carriles a las bicicletas.
- Además pintarán los interiores de los buses y los vagones del tren con círculos de un metro de distancia.
¿Ahora si, esta propuesta es viable? https://t.co/iaV4NL9TlE
— UDEAL (@udealima) April 23, 2020
El presidente Martín Vizcarra ya anunció en una de sus conferencias de esta semana, que se promoverá el uso de bicicletas para frenar la propagación del virus. De hecho, un informe especial de Juan Pablo León para El Comercio al respecto, cuenta que un laboratorio en China descubrió que el virus puede permanecer por 30 minutos flotando al interior de un bus. De ahí la medida del gobierno.
- El informe de El Comercio, enfocado en Lima, explica que la primera fase será implementar 301 kilómetros de ciclovías de emergencia, que luego serán permanentes. Además de integrar las que ya existen, también se construirán en otros distritos que no cuentan con estas rutas, como San Juan de Lurigancho, Villa María del Triunfo, Villa El Salvador y San Juan de Miraflores.
- La segunda fase será el ensamblaje de bicicletas cuyo precio no pase los 350 soles y que cumpla con las medidas de seguridad para su uso.
El covid-19 aceleró el fin del mundo, sí, pero el fin del mundo tal y como lo conocimos hasta el 2019 y todo indica que ya no hay vuelta atrás.