politica domingo, 29 marzo 2009

Contra el litio

Primero Alan confesó que había impedido que Vargas Llosa ganara las elecciones y que podría impedir que en el 2011 gane el que no le guste (confesión que ya le había hecho a Beto Ortiz). Luego dijo que «Bolivia hace rato renunció a la salida al mar«, para desazón de nuestros altiplánicos vecinos que ya tenían su wetsuit. Y, finalmente:


vía mate pastor

The Army Mascot dvdrip

Al respecto, Juan Carlos Tafur ha escrito García no necesita Prozac sino oposición. Léanla completa, pero aquí pongo un extracto. Tafur explica que, en este gobierno, García ha tenido que reprimir los arrebatos populistas «inscritos en su ADN» y que ese síndrome de abstinencia le está pasando la factura:

Podríamos acudir al irreverente ejercicio periodístico de querer echar en el diván al presidente. No sería difícil. Pero no nos parece correcto ni justo. Primero, porque vaya uno a tirar la primera piedra en dichos senderos, pero principalmente porque supondría restarle responsabilidad a García respecto de actos y dichos que merecen preocupación.

El populismo es a la economía como el autoritarismo es a la política. Y eso es lo que se anuncia. Impedido del primero, García viene afinando una propuesta política riesgosa y letal. Los coqueteos con el fujimorismo, el evidente afán controlista de instituciones claves y el claro mensaje de manipulación electoral son, por ahora, las muestras de dicha vocación. Pero el tema amenaza con escalar. (…)

Nos preocupa más bien que el modelo anunciado tras los dislates es, en verdad, el mejor combustible para las propuestas antisistema. El binomio conformado por políticas económicas pro inversión privada (que no es lo mismo que pro mercado, valga repetirlo) y autoritarismo no es la primera vez que se aplica en el Perú. Y jamás ha conducido a un posterior upgrade. Por el contrario. Velasco, García en su primer gobierno y hasta Abimael Guzmán son hijos contestatarios de ese esquema de gobierno.

Ni Prozac ni diván. El presidente no necesita que le receten Prozac o algún ansiolítico. Lo que acontezca con él en su virtual diván nos importa poco. Lo que se requiere es pararle la mano y hacerle saber que la agenda del país está por encima de sus devaneos cotidianos. Necesita oposición firme. El futuro del Perú lo exige. La modernidad está en juego.

El problema es que aquí no hay oposición ni siquiera blanda.

Link: Humala está seguro que se viene un fraude
Link: ¿Por qué Laura Bozzo dice que «ya se viene el 2011 y toda esa gente que está en el poder se le va a voltear la tortilla y ajustaremos viejas cuentas»? ¿Qué sabe?