Conozcamos más a la fiscal religiosa que archivó la denuncia por abusos en el Sodalicio
Andy Livise
Pienso, luego me achoro. @ElcholacoAl finalizar el año pasado, los reportajes de Pedro Salinas y Paola Ugaz, que denunciaban los abusos sexuales, físicos y psicológicos del Sodalicio de Vida Cristiana, ganaron el Gran Premio Nacional de Periodismo. Al iniciar este año, una fiscal católica, apostólica y romana, archivó las denuncias. Conozcamos más de esta mujer de fe.
Antes de continuar con la lectura, recomendamos la siguiente canción, que era el himno favorito del líder del Sodalicio, Luis Fernando Figari, quien incentivaba a que sus miembros la cantaran en los primeros años de la congregación:
Los argumentos de la fiscal, María de Pilar Peralta Ramírez, para archivar estos casos ya han sido abordados en este post. Ayer, sin embargo, los repitió en un reportaje de Cuarto Poder que vale la pena traer a cuento para conocer más de la solidaridad cristiana de esta funcionaria (min. 10:20).
Cuando evalúa los abusos psicológicos que sufrieron las víctimas (que pueden conocerse con macabros detalles en ‘Mitad monjes, mitad soldados’, el libro que justamente la fiscal ni siquiera consideró en su investigación), Peralta consideró que ellos no mostraban signos de haberlos sufrido porque:
«Ellos han viajado. Hay fotos en las que están muy alegres y cantando. Inclusive… no, pero también, tengo los peritajes psicológicos».
Decíamos que la muestra de solidaridad de la fiscal María de Pilar Peralta se debe a su cristianismo. La magistrada no exhibe ningún reparo en confesar que comparte la misma fe por la misma religión que los sodálites:
«Pongo en mi boca y en mi mente todo lo que es correcto y lo que no, y de mi boca y de mi mente solo saldrán las cosas verdaderas y correctas. Así sea, así sea, así es».
La fiscal tiene una hermana, Rosa Peralta Ramírez, que es miembro de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús (MCCJ), como informa José Enrique Escardó, periodista y víctima del Sodalicio.
Los cambonianos están vinculados a los sodálites, y según Escardó, uno de ellos fue utilizado por los sodálites como fachada para fundar el pasquín medio web clerical, Aci Prensa.
Volviendo a la familia de la fiscal religiosa, su hermana Rosa es misionera en Kenia, África. La cercanía de ese país a Italia, le permitió darse un saltito hasta Roma cuando su hermana fiscal acudió a interrogar al principal denunciado: Luis Fernando Figari.
En otra columna, Escardó contó detalles de la visita que le realizó a la fiscal cuando quiso declarar contra los sodálites:
«Me dijo que no iba a pasar nada porque el delito de abusos sexuales ya había prescrito. “Eso pasó hace más de 20 o 30 años”. Pero que por algo Dios la ponía en esas circunstancias. Que no era la primera vez. Ya había actuado en el caso de un cura que le trajo muchos problemas. Pero era su deber».
Uno podría dudar que la fiscal dijo eso, pero escuchando sus palabras en el reportaje de Cuarto Poder, el testimonio del periodista suena tan igual (min 13:30):
«Yo, por mi fe, porque juré ante dios defender la ley, yo les diría a quienes me critican por ser católica o por tener mucha fe: ‘Yo mi fe la sigo. Yo digo la verdad. Por mi fe, yo soy justa'».
La fe de la fiscal no vio que Escardó era menor de edad cuando ingresó al Sodalicio, que la propia congregación religiosa paga las terapias de quienes reconoció como víctimas de abuso y que lo que necesitamos los humanos es justicia terrenal, no divina.
Fiscal del caso Sodalicio: “no consideré el libro de @chapatucombi porque ese libro no es la biblia” https://t.co/TIdGlI1Gof pic.twitter.com/L4WZ5fR1f2
— Jodebrecht (@deslengua_2) 23 de enero de 2017