Celebrity Deathmatch: Todos contra todos
Cual crossover comiquero, el Petrogate ha desatado una guerra periodística de alcances inimaginables. Su momento más álgido se dio ayer en las cabinas de Radio Capital cuando los conductores Phillip Butters y Claudia Cisneros, como es habitual, terminaban su programa y le daban el pase a su compañera, Rosa María Palacios.
La semana pasada reseñamos brevemente algunos de los escarceos:
La publicación de los petroaudios y petromails sigue generando esos debates metaperiodísticos que nos encaaaaaantan a todos los del gremio. A favor de su difusión están Augusto Álvarez Rodrich, Ricardo Uceda y Juan Carlos Valdivia. Del otro lado están Francisco Miró Quesada Rada, Mirko Lauer y Cecilia Valenzuela.
La guerra es más intensa, como sospecharán, dentro del grupo mediático más importante del país. De un lado, Perú.21 y América Televisión, difusores de los audios. Del otro, el diario El Comercio, cuyos nuevos dueños despidieron hace un par de semanas a Ampuero. Dentro del Mercioco, la cabeza visible de la legión antiaudios es Hugo Guerra, pero sus páginas editoriales han reclutado a Luis Alfonso Morey (flamante jale de Panamericana), al magistrado del TC Ricardo Beaumont y Jorge Salmón para la campaña contra el uso de las interceptaciones telefónicas.
Lo cierto es que, según la última encuesta de Apoyo, sólo un 10% cree que los audios no deberían difundirse porque fueron obtenidos de forma ilegal. El 87% de la población está a favor de la transparencia. Pero eso no detiene la guerra, que sigue cobrando cabezas.
Ayer, Gustavo Gorriti contó que el nuevo «subdirector de facto» de El Comercio, Hugo Guerra, despidió a Pablo O’Brien -el periodista que inició la investigación- porque éste se negó a entregarle los petroaudios que aún tuviera en su poder. En esa misma edición de Caretas, el ex jefe de la Unidad de Investigación Fernando Ampuero da su versión sobre el despido y se pone Lennon:
Imaginemos (…) al editor de un diario que debe afrontar casos de corrupción que involucran a funcionarios de gobierno. Imaginemos que ese editor, de quien sabemos que ha trabajado en los últimos años con ministros de Estado y hasta con el vicepresidente de la República del actual régimen, observa la paja y no la viga de un negociado.
¿Cuál editor? José Alejandro Godoy descubre que se trata del propio Hugo Guerra:
…en efecto, el Estudio de Abogados del cual es socio Guerra ha sido contratado por la Comisión Organizadora de APEC, en tres ocasiones, para dar servicios legales (ver aquí, aquí y aquí). Recordemos que esta comisión es presidida por Giampietri y, además, está exenta en sus contrataciones de los controles de CONSUCODE, gracias a las Leyes de Presupuesto 2007 y 2008.
Guerra no ha respondido hoy, pero sí lo hizo Hildebrandt en su columna de hoy. En ella le da la razón a la nueva administración de El Comercio y hasta pide que Cuarto Poder revele sus fuentes:
Porque lo que debió hacer “Cuarto poder” fue decirle a sus televidentes de dónde procedía ese material, qué posibles intereses mezquinos podían estar detrás de su entrega, en qué contexto comercial (y casi policial) podían entenderse. Eso hubiera sido lo honesto.
La verdad, no recuerdo un bronca de tales magnitudes desde el incidente Milagros Trujillo. Ocurrió en el 2003: el estilo y las investigaciones de La Ventana Indiscreta irritaron tanto a Caretas que la revista incluso llegó a acusarnos de chuponeadores. Se demostró la patraña (en realidad, ocultaron el tema principal: que los chuponeados habíamos sido los periodistas de La Ventana) pero las tensiones habían llegado a tal punto que se buscó una forma de relajarlas.
Y entonces el IPYS organizó un evento muy saludable: Una discusión sobre el rol y los métodos del periodismo de investigación. Un concurrido debate, intenso pero alturado, que -por suerte para todos los estudiantes e interesados en el oficio- se conserva íntegro en Internet. Cinco años después, aún se pueden leer las intervenciones de los cinco ponenentes: Cecilia Valenzuela, Enrique Zileri, Ricardo Uceda, Mirko Lauer y Gustavo Gorriti.
Si en el Olimpo todavía escuchan consejos, me permito sugerir que, tal vez, sería bueno reeditar una conversa similar. Quizás no solucione conflictos empresariales, pero al menos dejaríamos de agotar a nuestro público con periodismo para periodistas.
Blog: Qué penita (Heduardo)
Blog: Los petroaudios (El Morsa)
Link: «Las decisiones éticas son las más difíciles en el periodismo» (El Comercio)