Alertas de congresista adoptado
Muy simpática la campaña Adopta un Congresista, muy momento 2.0 del 2008, muy paja la sensación de que cualquier ciudadano puede joder al poder. Pero, al final, los congresistas demostraron de qué se trata the real power y se aumentaron el sueldo, tanta vaina. Lo único concreto que quedó de todo fue un blog fantasma.
Pero supongo que la idea nunca fue quedarse en lo de los sueldos nomás. Imagino que un ánimo cívico de verdad debería haber incluido seguimiento de proyectos de ley, actividades públicas, lo que tienen que decir sus votantes, etc. Mucha flojera, claro, nadie dijo que la fiscalización ciudadana era fácil.
Por suerte para los adoptadores existen las Alertas de Google, una forma rápida y sencilla de recibir en tu correo lo último que detecta el robot de Google sobre lo que sea, en este caso, Víctor Isla, el congresista que adopté. No es muy exhaustivo, pero, por el momento, sirvió para escribir un post. Por algo se (re) comienza.