Ahora que ya todos se olvidaron de Eivy Ágreda, la justicia peruana vuelve a la normalidad, o sea, a la impunidad
Andy Livise
Pienso, luego me achoro. @ElcholacoYa todos están en modo mundial y por eso la justicia juega su propio partido. Uno bastante sucio. El Poder Judicial y la Fiscalía han liberado a un feminicida y a un par de violadores sexuales, respectivamente.
Un caso parecido al de Eivy
La muerte de Rosa Mirasol Álvarez Rivera (27) fue terroríficamente similar a la de Eivy Ágreda. Ella sufrió quemaduras en el 85% de su cuerpo luego de una discusión con su pareja, Carlos Humberto Bruno Paiva (43) en setiembre del 2016.
Todo ocurrió en el hogar de ambos en Tumbes. Según el primer testimonio de Rosa, Bruno reaccionó de forma violenta porque «le exigió que le devolviera un dinero que ella no tenía«. La Fiscalía indicó que fue entonces cuando Bruno le roció gasolina y le prendió fuego. Él fugó, pero la Policía lo capturó dos días después. Ella murió una semana más tarde.
Algunas de las pruebas que demuestran que fue un feminicidio (como si la fuga fuera poco) son estas:
- El defensor del pueblo de esa región, Abel Chiroque, testificó ante la Fiscalía tras entrevistar a los vecinos, y dijo que ellos aseguraron que Bruno maltrataba a su esposa constantemente.
- También hubo un peritaje de medicina legal que indicó que esas quemaduras eran directas y que por ello era imposible que hubiesen sido causadas «por accidente».
Por todo esto, el 13 de diciembre del año pasado, el Juzgado Penal Colegiado de la Corte Superior de Justicia de Tumbes lo condenó a 25 años de cárcel.
Pero hace tres días, el 5 de junio, la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Tumbes ordenó liberarlo. ¿Por qué? Por esto:
«En el proceso no se comprobó que Bruno haya asesinado a su conviviente, sino que ella se habría quemado mientras le prendía fuego a la basura acumulada en su casa».
Para que no los olvides: los nombres de los jueces que obviaron las pruebas y decidieron liberarlo fueron:
- José Luis Troya Acha,
- Oswaldo Simón Velarde Abanto,
- Óscar Ignacio Ortiz Valdiviezo.
Es verdad que la propia víctima, cuando aún permanecía viva, dijo en un segundo testimonio que las quemaduras habían sido por la quema de basura. Sin embargo, la Fiscalía cree que Rosa negó el crimen por las amenazas que recibió del sujeto.
Una violación escandalosamente impune
La Fiscalía ha apelado en el caso de Rosa, pero no siempre actúa así, como hoy.
Daniel Pérez Fierro (40) y Marcelino Vicente Palacios Barja (44), chofer y copiloto del bus Expreso Internacional Palomino, doparon a una terramoza. Ella fue dopada por ambos. Al llegar a Lima, provenientes de Arequipa, sintió dolores vaginales. El médico legista confirmó que había sido abusada.
Los dos choferes fueron detenidos por la Policía y confesaron el delito, pero la fiscal Karina Toledo Wong decidió liberarlos basada en este alucinante argumento:
«De acuerdo con la Policía, los sujetos no continuaron con las diligencias debido a que la fiscal argumentó que los hechos ocurrieron en Nazca y que las investigaciones deben seguir en esa jurisdicción».
El exprocurador Ronald Gamarra aclaró que lo que se debió hacer fue abrir investigación e iniciar las coordinaciones con el fiscal de Nazca, pero no liberar a los autores confesos.
En el caso de la terramoza violada, el fiscal de Lima debió abrir investigación, iniciar coordinaciones con el fiscal de Nazca y no liberar a los autores confesos. pic.twitter.com/6EoaioSl7b
— Ronald Gamarra (@ronaldgamarra) June 8, 2018
El Ministerio Público ha negado que la fiscal haya ordenado la liberación. Aseguran que ella pidió el traslado de los abusadores a Nazca. La Policía los desmiente. Todos se tiran la pelota mientras los violadores huyen.
Los choferes Daniel Pérez Fierro y Marcelino Vicente Palacios Barja, acusados de violar a una terramoza, trabajaban para «Expreso Palomino», compañía de buses de propiedad del congresista fujimorista Dalmiro Palomino. pic.twitter.com/TdXLRbmSl7
— Eloy Marchán (@eloymarchan) June 8, 2018
Un dato que se debe tomar en cuenta es que la empresa del bus, Expreso Internacional Palomino, forma parte del conglomerado Grupo Palomino. Este grupo empresarial está vinculado al congresista fujimorista Dalmiro Palomino Ortiz. En Twitter, Dalmiro ha dicho que ya no tiene ningún vínculo con el negocio familiar. Sus hermanos, sin embargo, sí.
De acuerdo, congresista. Ojalá la empresa de su familia colabore en todo con la investigación y no veamos más reportes como el de Leonardo Cabrera, periodista de @Latina_pe: pic.twitter.com/pk2pT1bxDD
— Eloy Marchán (@eloymarchan) June 8, 2018
A ver si les avisa para que den la cara por este suceso.