5 hechos que empañaron al fujimorismo pero que nunca removieron la conciencia de Kenji
Andy Livise
Pienso, luego me achoro. @ElcholacoKenji renunció a Fuerza Popular. Ya había sido expectorado de la bancada, pero ahora se fue del partido. La declaración de Barata sobre el financiamiento al grupo político lo dejó tan decepcionado como Acuña con los plagios de la exjefa de la Sunedu. Repasemos estos 5 empañamientos que nunca le hicieron dudar de la autoridad moral de su partido y que más bien lo dejaban así:
1. Los crímenes del mejor presidente del Perú
El 7 de abril del 2009, el Perú que siempre impide que el fujimorismo gane estuvo de fiesta. Ese día, Fujimori fue condenado a 25 años de prisión por los delitos de homicidio calificado, lesiones graves y secuestro agravado en las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos y en el secuestro del periodista Gustavo Gorriti.
Un año después, en enero del 2010, Kenji recolectaba firmas con su hermana para inscribir su partido «que sería el pasaporte para la libertad del ingeniero Alberto Fujimori». Así ayudaba a construir el partido más moralista que tendría el universo Marvel de Kenji (min. 2:50):
2. Paaapi, paaapi, paaapi deja de robar…
Hasta junio del año pasado, el favorito de Alberto señalaba que su «padre no tuvo cuentas de la corrupción en ningún lugar del mundo». La corrupción de su papi fue confirmada por un caviar rojete antifujimorista que solo alberga odio… ah, no, perdón, fue confirmada por el propio Alberto en más de un juicio. En setiembre del 2009, El Comercio informaba esto:
«Fujimori aceptó el lunes las acusaciones del fiscal en el inicio de un proceso por soborno, espionaje telefónico y la compra irregular de un medio de comunicación, con lo cual el juez declaró la «conclusión anticipada» del proceso. (…) Fujimori ya se sometió a dicha figura cuando se le acusó por un millonario pago a su ex asesor Vladimiro Montesinos».
Y este es el proceso anterior en el que también se declaró conforme con la acusación de la Fiscalía por entregar dinero que no era suyo a Montesinos:
3. Seguro creyó que jugaba a Breaking Bad
Faltaban pocas semanas para las elecciones presidenciales del 2016. Llegar al poder era fundamental para (entre otras cosas) liberar al Chino. Desde Estados Unidos, llegó la información de que Joaquín Ramírez, el principal financista del partido de los Fujimori, era investigado por la DEA. Sí, la mismísima Administración para el Control de Drogas que perseguía a Heisenberg.
El escándalo fue tan grande que, en su desesperación, Pepe Chlimper envió un audio editado a un programa de televisión para intentar desmentir al testigo que acusó a Ramírez. A pesar de que la bomba fue uno de los causantes de la pérdida electoral de Keiko, Kenji permaneció más mudo que liberal peruano que se indigna por la canchita en los cines pero no por los vínculos de la corrupta Odebrecht con la Confiep.
4. Las rifas y polladas tan caras como los chocolates de Nadine
Otro escándalo que solo es parte de una investigación completa de la Fiscalía fueron las rifas y las polladas que su partido supuestamente organizó para recaudar fondos de campaña. Según ellos, su recolección fue así:
- En cocteles del 2016, recaudaron más de 4 millones de soles, pero no publicaron la lista de asistentes a esas reuniones.
- En el 2011, los fujis recolectaron medio millón de soles en polladas y otro medio millón en un cocktail y una rifa cuyo premio mayor nunca fue reclamado.
- Ese mismo año, Keiko informó victoriosa que recaudó 2 millones de soles en una rifa a nivel nacional.
Todo esto olía peor que almacén con coca pero nada perturbaba la moral de Kenji.
5. Los aportantes tan fantasmales como su moralismo
Mientras Kenji iniciaba las negociaciones para la liberación de su papá, los medios publicaron los testimonios de ciudadanos que figuraban como aportantes de Fuerza Popular pero que nunca entregaron dinero alguno. Incluso denunciaron que recibieron amenazas y propuestas de sobornos para no ratificar sus testimonios y decir que sí aportaron ante la Fiscalía.
Definitivamente, nuevos vientos soplan en la democracia peruana. Kenji se aleja un partido vinculado a Odebrecht para apoyar la gobernabilidad de una gestión vinculada a Odebrecht.