3 pasos para entender por qué el fujimorismo la volvió a embarrar con la creación del Colegio de Politólogos
Andy Livise
Pienso, luego me achoro. @ElcholacoDe pronto, el fujimorismo olvidó que había asuntos «más importantes» que resolver que la anemia, la reconstrucción del norte y el ‘friaje’. Su última chamba ha sido promulgar una ley que crea el Colegio de Politólogos del Perú, una institución que promete ser tan útil como la asociación de exalumnos de tu cole.
1. ¿Qué es un colegio profesional?
Antes de seguir, aclaremos para qué sirve este tipo de entidad. Estas instituciones son una especie de organizaciones a las que hay que pedirle permiso para ejercer una carrera profesional. Se encargan principalmente de supervisar que realices bien tu chamba como profesional. No toda las carreras las tienen y las que existen están respaldadas por las Constitución. En su artículo 20 se lee:
«Los colegios profesionales son instituciones autónomas con personalidad de derecho público. La ley señala los casos en que la colegiación es obligatoria».
Así es, la colegiación no siempre es obligatoria. Por ejemplo, existe un Colegio de Periodistas y no es necesario colegiarse para ejercer el periodismo en el Perú. Ok, no es el mejor ejemplo para demostrar que la colegiatura no es sinónimo de calidad, pero lo cierto es que los colegios profesionales (a excepción de contados casos) sirven tanto como los ejércitos dothrakis en la Gran Guerra.
Si no recuerden el caso del exasesor de PPK, Carlos ‘Negociazo’ Moreno, quien fue sancionado por el Colegio Médico Peruano recién tres años después de que escuchamos sus audios negociando con la salud. Además hay un sinfín de testimonios que cuestionan a estas entidades.
Yo sólo puedo hablar por el Colegio de Médicos Veterinarios y sí, ya no debería de seguir en pie. Estar colegiado, al menos en el Perú, es sólo un paos administrativo. No asegura la calidad ni ética de los profesionales. Tampoco brinda apoyo cuando se necesita.
— Guillermo (@Guillermo_S_S_R) May 16, 2019
Los colegios profesiones deberían servir de mucho, pero ahora no sirven de nada. Hay profesiones que, por su nivel de riesgo, necesitan un colegio, pero la gran mayoría no.
— Jorge Ágreda (@JorgeOrlandoAA) May 15, 2019
En el de Contadores tambien hay dos Colegios y uno ya cerró con ladrillos su local. El local de esparcimiento de Chosica lo alquilan para bacanales chicha
— Saúl García (@sultandeoman) May 16, 2019
Los colegios profesionales deberían existir como sociedades de gestión colectiva (con la posibilidad de q existan varios colegios en competencia) y en ningún trabajo se debería pedir estar colegiado como obligación para poder postular. NO SON requisitos de calidad en ningún lado.
— roberto bustamante (@elmorsa) May 16, 2019
Hace mucho que los colegios profesionales son una trampa burocrática para el ejercicio de la profesión: no regulan ni velan por buen desempeño de miembros. Salvo el CMP, diría que todos los demás requieren reforma urgente y replantear su rol supervisor/regulador.
— Álvaro Zapatel (@azapatel) May 15, 2019
Hay 3 colegios de psicólogos, nadie sabe a dónde pagar, ninguno tiene legitimidad, la psicología es una disciplina poco seria en este país y nadie fiscaliza si gente corrupta, machista y cero actualizada entra ahí. La universidad y la sunedu deberian se los únicos responsables. https://t.co/J4xSCPxXtn
— Alexandra Hernández (@diosespansexual) May 16, 2019
2. ¿De qué va el reciente proyecto fuji?
Esta ley busca regular la labor de los politólogos, que no son lo mismo que los políticos. Un politólogo (en teoría) es un estudioso que analiza el funcionamiento de la política para explicarla o predecir hechos de carácter político, mientras que un político, por ejemplo, es Becerril.
La propuesta aprobada fue la de Miguel Elías Ávalos (Fuerza Popular), quien trabajó como jefe de Logística de la Asociación Universidad Privada San Juan Bautista hasta el 2016. Su hermano, el excongresista José Luis Elías Ávalos, es dueño de esa misma casa de estudios.
Los puntos más importante del proyecto aprobado en el Congreso con 40 votos (principalmente de Fuerza Popular) son estos:
- Su tarea será supervisar que los politólogos ejerzan su chamba dentro de «Código de la ética profesional y la ley» (art. 4. inc. f).
- Para ejercer como politólogo tendrán que estar inscritos en el Colegio de Politólogos del Perú (art. 2).
- Para poder inscribirse en ese colegio, deberán tener el título de politólogo. No bastará con el bachiller, sino que necesitarán título (art. 3).
- Obviamente, el colegio también tendrá ingresos económicos de los colegiados por inscripciones, cuotas, rentas de los bienes que adquieran, etc.
La creación del Colegio estará a cargo de una comisión organizadora que estará conformada por:
- Cuatro representantes de las universidades limeñas que enseñan Ciencias Políticas: la Universidad Villarreal (que hasta ahora no tiene licencia de Sunedu), la PUCP, la San Marcos y la Antonio Ruiz de Montoya.
- Y un representante de la Asociación Nacional de Politólogos del Perú (ANPP), una agrupación cuyo presidente, según Wayka, es Miguel Ibarra Trujillo, excandidato por Fuerza Popular y exasesor del congresista autor de la ley (Miguel Elías Ávalos). Todo queda entre patas.
3. Todo lo que se le escapó a los fujis
No solo tenemos que los colegios profesionales son altamente cuestionables por parecer más un club de amigos que no regulan eficazmente a sus miembros, sino que hay más críticas que los mismos politólogos han planteado sobre el proyecto naranja aprobado en el Congreso:
- Los politólogos tienen un amplio rubro laboral, por lo que es difícil señalar cuándo un politólogo necesitará la colegiatura para realizar alguno de esos variados trabajos.
- Los politólogos más notables no han estudiado Ciencias Políticas en pregrado, por lo que no podrían titularse y, por ende, colegiarse.
- La iniciativa no ha sido consultada a todas las escuelas profesionales ni las asociaciones de Ciencias Políticas.
- La exigencia de cuotas económicas para la colegiatura y, por ende, para ejercer la carrera es cuestionable.
- La conformación de la Comisión Organizadora del Colegio Profesional de Politólogos solo incluye a universidades de Lima, no de otras regiones.
Por suerte, la ley aún debe ser ratificada por el presidente Vizcarra que también podría observarla. Lo único bueno que nos ha dejado el proyecto naranja es la discusión de si los colegios profesionales sirven o no, una discusión que debió darse antes de que aprobaran la iniciativa, no después. Pero ya sabemos que los fujis siempre lo hacen todo en contra del sentido común.