noticias , politica , sociedad , violencia Jueves, 15 julio 2021

Los vínculos del fujimorismo con los violentistas de extrema derecha de La Resistencia

Keiko intenta desvincularse de La Resistencia, el grupo violentista de extrema derecha que ayer intentó llegar a Palacio de Gobierno. Pero un par de tuits no puede desmentir lo que los hechos han demostrado durante años.

Intervención: Útero.Pe

Tan violentos y tan hábiles como el equipo Gingyu. Intervención: Útero.Pe

Génesis fujimorista

La Resistencia empezó a brotar públicamente en 2019, cuando el keikismo veía peligrar su poderío en el Congreso. Desde su nacimiento, sus plantones eran exclusivamente para defender causas que beneficiaban a Fuerza Popular y para atacar a los opositores del partido de Keiko.

Imagen: Infórmate Perú

El líder de La Resistencia en acción: golpeando a una mujer. Imagen: Infórmate Perú

Imagen: La Re´´ublica

Dionicia Camarena: extrabajadora de Bartra que defendía a Keiko a puñetes. Imagen: La República

Respaldo del keikismo

El grupo está integrado por surtidos personajes de la extrema derecha. Por eso también hay fujimoristas. IDL-Reporteros identificó a varios naranjas en esas primeras protestas (como a Mary Elena Cabrera Valdivia, quien tenía la chapa de «guerrera fujimorista») y a otros miembros que se codeaban con personajes de peso del fujimorismo.

Imagen: IDL-Reporteros

El Babidi de La Resistencia, Juan Muñico, junto a la entonces escudera oficial de Keiko en el Congreso. Muñico era fan del Tío Vladi. Imagen: IDL-Reporteros

Imagen: IDL-Reporteros

La doble de Karla Calle, la fujimorista Vilma Gonzáles, con la crema y nata del keikismo. Imagen: IDL-Reporteros

Imagen: útero.pe

Karina Beteta y los «antiestúpidos» de La Resistencia. Imagen: IDL-Reporteros

La mejor prueba de que tenían el respaldo público de Fuerza Popular fue la asistencia de Rosa Bartra a un evento del 2019 en el que les pidió tomar las calles. «Me encanta ser parte de La Resistencia. (…) Ustedes no son trolles y no han venido acá por un táper. (…) ¡Las calles tienen que ser nuestras! ¡Tomar las calles!».

Imagen: Captura Youtube

A La Resistencia no le podía faltar su muñeca diabólica. Imagen: Captura Youtube

La fuerza de choque naranja

En primera vuelta, La Resistencia se plegó principalmente al Duce Porky. «López Aliaga tiene el 70% de apoyo de La Resistencia. El fujimorismo tiene el 25% y el otro 5% lo tiene De Soto», le contó Muñico a El Comercio. Fracasada su primera opción, regresaron con el fujimorismo. Su contribución fue hacer lo que mejor saben hacer: acosar y agredir.

Imagen: Captura de Twitter

Imagen: Captura de Twitter

En segunda vuelta, La Resistencia se volvió más extremista. Al punto de parir una facción más fascistoide que se autodenominó «Los Combatientes», cuyos miembros saludan como nazis. Ojo Público descubrió que su líder, Roger Ayachi, también es simpatizante fujimorista. De hecho, varios fujis son ‘combatientes’, como lo detalla este hilo del periodista Harold Moreno.

Revoltosos golpistas

Azuzados por la denuncia de fraude sin pruebas y por el llamado de Phillip Butters, los extremistas de La Resistencia intentaron llegar a Palacio para sacar a Sagasti. A él lo acusan de ser «cómplice» del supuesto fraude que beneficia a Castillo. Por eso desde hace días llaman, con todas sus letras, a una insurgencia.

Imagen: Captura de Facebook

Imagen: Captura de Facebook

Lo demás ya es conocido: en su paso acorralaron a un par de ministros, golpearon a periodistas, destruyeron algunos negocios y se enfrentaron a la Policía. Uno de los agresores de la periodista de Canal N fue identificado como Álvaro Subiria, quien tiene fotos con la congresista electa de FP, Rosángella Barbarán.

Imagen: La Resistencia

Imagen: Captura de Facebook

Barbarán respondió que se toma fotos con todo aquel que se lo pide amablemente y que no busquen vínculos donde no los hay. En una entrevista pasada con Útero.Pe, la ahora congresista dijo que conocía a algunos miembros de La Resistencia, pero que discrepaba de su accionar.

Es cierto que La Resistencia no es un grupo de extrema derecha exclusivamente fujimorista, pero sí está integrado por un montón de ellos. Y creció y se fortaleció gracias al fujimorismo. Keiko se niega a reconocerlos a pesar de que indirectamente los azuza. Ya se le hizo costumbre no reconocer nada.