politica , sociedad Miércoles, 28 octubre 2020

3 capítulos sobre la telenovela de Forsyth y Terkes que ahora se traslada a la política

Un año después de conocerse, Vanessa Terkes y George Forsyth se casaron. Fue en el 2018 —a propuesta de él— en plena campaña municipal, cuando él buscaba llegar a como dé lugar a la alcaldía de La Victoria. En la boda civil no faltaron las banderolas de Somos Perú, el partido por el que candidateaba. Cinco meses después de que él asumiera el cargo, se separaron.

Imagen: OJo

Imagen: Ojo

Terkes lo acusó de haberla utilizado políticamente y de otros maltratos psicológicos. Por entonces, ella ya estaba afiliada al partido de Acuña, Alianza Para el Progreso. Lo estuvo desde el 2014, pero recién ahora se lanzará para ser congresista.

Imagen: Captura de Twitter

Imagen: Captura de Twitter

Con Forsyth rumbo a Palacio y con ella, al Congreso (con distintos partidos), la telenovela está servida. Las acusaciones personales y políticas que animarán la campaña probablemente sean iguales o peores que las que ya leíste. Aquí solo haremos un memorex de lo que ya se ha dicho para que nada te sorprenda después.

1. El mal recuerdo del suegro

No es un secreto que el papá de Forsyth, Harold Forsyth, está en política desde hace mucho. Fue congresista de UPP en 1995 y es un diplomático de carrera, actual embajador de Perú en Japón. Desde setiembre de este año también está inscrito en el partido de su hijo, Restauración Nacional. Sobre él, Terkes no tiene un buen recuerdo.

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Los ricos también lloran. Imagen: Extra

Contó en ATV que en la campaña municipal de Forsyth, su suegro era el más interesado: les tocaba la puerta a cualquier hora para decirles: «¡Ya hay que ir a la campaña! Hay que ver lo de los partes, ¿por qué no han repartido los partes?». Otras frases supuestamente del suegro, que Terkes recordó con mal sabor, fueron:

«En algún momento me dijo [sobre mi matrimonio]: ‘¿Tú sabes que esto es para la campaña, nomás, no? Jajajaja’».

«El papá incluso me dijo en algún momento: ‘¡Las personas no son personas, son votos!’».

2. Choborra y meón

Cómo le van a poner el rey Robert con Cersei pes faltosos. Intervención: Útero.Pe

Cómo le van a poner el rey Robert con Cersei, pes. Faltosos son.
Intervención: Útero.Pe

Lo más grave de lo que Terkes acusó a Forsyth fue de haberla maltratado psicológicamente en reiteradas ocasiones. Que la llamó «bruta», que le dijo que «no servía para ni miércoles» y que hasta le eructaba en la cara cuando ella le reclamaba algo. Narró que incluso terminó escondiéndose en un clóset para evitar sus insultos.

Otras cosas que detalló sobre su ahora rival político fue que era un Toledo en potencia:

«[Un día] nos vamos al [cerro] el Pino, le digo: ‘Ya vámonos, ¿no? Ya es hora de que nos vayamos’. Y me dice: ‘¿Qué te pasa, ah? ¿Tú crees acaso que yo no sé?’, porque yo le dije: ‘Deberías dejar de tomar porque uno de estos días te van a grabar. Y estaba peor, porque era un lugar municipal’».

Y aclaró que George no era taaan meón, sino que solo le pasó una vez:

«No se orinaba. Fue una sola vez que se orinó en la cama».

Forsyth nunca quiso responder minuciosamente a las acusaciones de Terkes, pero aseguró que se casó enamorado «al punto que no hizo ni separación de bienes» y que las denuncias por maltrato fueron archivadas. No hubo ofrecimiento de disculpas. Solo contestó que la relación no funcionó y que le deseaba lo mejor.

3. La política que no quería ser política

Antes de mostrarse vinculada a la política, Terkes solo dejaba ver su labor social. Primero al lado de Forsyth —durante los pocos meses que estuvo en la alcaldía de La Victoria— y luego a través de su ONG Corazón Terko, con la que lleva ayuda desde hace un año. 

Imagen: Captura de Instagram

Sin foto para redes no es ayuda. Imagen: Instagram @corazonterko

A pesar de que para esa época ya estaba afiliada al partido de Acuña, siempre negó que quisiera jugar al juego de tronos lorcho. Y lo rechazó hasta tres veces:

«¡Nooo! De ninguna manera. Nunca».

  • Cuatro meses después, la web 15minutos.pe le preguntó si tenía aspiraciones políticas y respondió lo mismo, que no:

«No, para mí la política es ayudar a la gente que más lo necesita. Por eso abro mi asociación, que es lo mismo que la política, pero sin estar metida en ella».

«A mí no me gusta robarle a la gente. Ja, ja, ja. Y desde donde estoy, no le robo a nadie. No digo que todos sean iguales, ojo».

A sacar canchita, que podemos tener a los peores candidatos, pero chou nunca nos faltará.