noticias , politica , Salud Lunes, 27 abril 2020

3 poderosos datos sobre la cuarentena para analizarla con mucha atención

La cuarentena ya empezó a hartar a varios. Algunas expertas en minimizar las esterilizaciones forzadas del fujimorato, por ejemplo, ya empiezan a despacharse diciendo que la cuarentena no ha servido para nada.

Imagen: Captura de Twitter

Imagen: Captura de Twitter

1. Sí, Vizcarra actuó rápido

Hagamos memoria. Perú fue uno de los primeros países en imponer la inmovilización obligatoria. Incluso internacionalmente se reconocía la acertada decisión. Estamos mal, es verdad. Pero si nos comparamos con otros países que tardaron en imponer la cuarentena, hubiéramos estado peor. Sino, mira:

  • Perú: En su día 43 de cuarentena, tenemos 782 muertos.
España empezó la cuarentena tarde, casi el mismo día que nosotros. Mira su cantidad de muertos. Algunos quisieran que estemos como EE.UU., donde Trump incita protestas contra el confinamiento. Imagen: RTVE

España empezó la cuarentena tarde, casi el mismo día que nosotros. Mira su cantidad de muertos. Algunos quisieran que estemos como EE.UU., donde Trump incita protestas contra el confinamiento. Imagen: RTVE

La cifra de muertes es igual de dolorosa y preocupante (y aumenta), pero está muy por debajo de los países que demoraron en imponer la cuarentena por temor a ‘dañar la economía’.

Pero la rapidez de Vizcarra no satisfizo a algunos politólogos naranjas que al inicio cuestionaban que se «suspendieran las libertades civiles para frenar al coronavirus» y que ahora pregonan que el presidente actuó muy tarde.

Primero casi acusa al gobierno de ser una dictadura y luego dijo que actuó tarde.

Cuánta rigurosidad.  Imagen: Captura Twitter

2. Igual no estamos para celebrar

Pero que la cuarentena haya sido una medida necesaria que ha evitado miles de muertes más no significa que todo esté ok ni que la pandemia para el Perú acabará pronto. Porque si te fijas en la cantidad de contagios, la curva continúa creciendo.

Esto es de ayer, con 27 mil casos. Hoy tenemos

Esto es de ayer, con 27 mil 517 casos. Hoy tenemos 28 mil 699, o sea, que la línea ha seguido ascendiendo. Cuadro: Mateo Prochazka

Por sentido común: si hay más infectados, luego habrá más muertos. Muchos ya no encontrarán camas en el sistema de salud que ya está al límite del colapso, como lo admitió el último domingo el propio Vizcarra

El doctor Elmer Huerta asegura que estamos en el pico de la curva de contagios. «Puede durar pocos días, o 7, 8 o 10 días». El epidemiólogo, Mateo Prochazka, sin embargo, ayer escribió un hilo de Twitter (que puedes leer aquí) en el que señala que «no hay evidencia aún de que hayamos llegado al pico (a nivel nacional)».

«Al duplicar casos en una semana, deberíamos duplicar pruebas en una semana (más de 280 mil a hoy). Esto no pasó. (…) Queda cada vez más claro que la proporción de casos asintomáticos en COVID-19 es grande. No funciona preguntar por síntomas. Depender de las pruebas serológicas [rápidas] para hacer seguimiento de nuestra transmisión es una bomba de tiempo».

Imagen: Mateo

Nuestra línea (la roja) sigue en ascenso en comparación a otros países. Cuadro: Mateo Prochazka

Incluso hay voces que, desde hace días, alertan que la situación podría salirse de control en las próximas semanas. Los economistas Piero Ghezzi Alonso Segura (no son epidemiólogos, pero trabajan en el análisis de este tipo de modelos), precisan que los martillazos de la cuarentena solo servían para ganar tiempo y equiparnos, pero que no han aplanado la curva:

  • El ‘R’ (Número Efectivo de Reproducción) indica a cuántas personas promedio contagia un infectado. Si R es mayor a 1, la epidemia sigue creciendo. Si R es menor a 1, retrocede. «Lo que vemos es que el patrón de muertos, hospitalizados, es consistente con un R mayor a 2. Y eso es terrible, porque el martillo era para chancar R a 0.6, 0.7. Y estamos en 2, altísimo».
  • «Parte del problema es el número de personas promedio en nuestros hogares. (…) Mientras más grande la familia, mayor el número de contactos. (…) El riesgo es aún mayor cuando cohabitan desde nietos hasta abuelos en predios que carecen de condiciones sanitarias adecuadas. La densidad poblacional en predios/vecindario es alta».
  • «No sabemos ni cuántos contagiados hay de verdad, ni a qué tasa crecen. No hay ni pruebas moleculares suficientes ni protocolos rigurosos».

A diferencia de algunos fujilovers, los exministros de Humala reconocen en La República que el gobierno respondió rápido con la imposición de la cuarentena, peeeero que «nada indica que postergar la cuarentena por dos semanas más nos va a llevar al éxito».

Al contrario, ellos creen que la tasa de crecimiento «sugiere una epidemia muy lejos de ser controlada».

3. ¿Entonces qué se hace?

Uno de los dos va a dará el último martillazo. Intervención: Útero.Pe

Solo uno de los dos va a dará el último martillazo.
Intervención: Útero.Pe

Todos coinciden en que no hay una receta exacta contra la pandemia (menos cuando muchos no están dispuestos a seguir las reglas de esa receta o simplemente no pueden). Estamos en un constante ensayo y error.

  • Para el epidemiólogo Prochazka hay que «mantener las medidas de control (sobre todo fuera de Lima), seguir aumentando las camas UCI cada semana, descentralizar camas y dejar de felicitarnos por gran número de pruebas cuando son pruebas serológicas rápidas».
  • Ghezzi y Segura también creen que se necesita un testeo más eficaz, pero también apuntan al lado económico. Como la pandemia durará entre un año y año y medio, creen que ya debería repensarse en un nuevo estilo de las actividades para que no tengamos uno de los «más brutales impactos económicos del mundo».
  • Especifican: «Evitaría cualquier medida que fomente la aglomeración, es decir permitiría todo el delivery, todo el comercio digital y eliminaría en la medida de lo posible el toque de queda. Creo que tendríamos que ir soltando la economía. (…) Hay que acelerar el proceso de digitalización de la economía peruana. De lo que se trata es de reducir la presencia física».

Repetimos: no hay una receta única a seguir para que nos salve de la hecatombe. Pero si la cuarentena ya parece haberse relajado (por necesidad, por imprudencia o por falta de control), todo indica que el problema está lejos de solucionarse solo por el paso del tiempo.