Celebrity Deathmatch: todo el mundo se estuvo peleando ayer por la reforma agraria

Laura Grados
@lauletrasLa mañana de ayer, como conmemoración del Día del Campesino, se armó una broncaza en Twitter con todas las posiciones sobre lo que significó la Reforma Agraria durante el gobierno del general Juan Velasco en nuestro país. Cuando decimos todas es TODAS, incluso las más impensadas.
El chongo fue a raíz de este tuit de la congresista Marisa Glave:

Colocamos capturas para que incluso bloqueados puedan ver la bronca.
Imagen: captura Twitter
Que al toque fue respondido por Rosa María Palacios, cuya posición es en contra de la reforma.

Uuuuy, bronca bronca bronca.
Imagen: captura Twitter
Pero la legisladora de izquierda no se quedó callada. Y respondió cuestionando la legitimidad de las tierras de los hacendados peruanos cuya propiedad las consiguieron sus antepasados durante la la época colonial:

Obviamente, Marisa está 100% de acuerdo con la reforma.
Imagen: captura Twitter
Pero la conductora continuó defendiendo su posición y usando la misma lógica de la congresista, aseguró que su casa también podría ser expropiada entonces:

Uhmmmm.
Imagen: captura Twitter
Pero la legisladora contestó que no se trata de 200 metros cuadrados sino de miles de hectáreas cuya posesión genera un beneficio económico solo para la familia que lo posee.

Tiene sentido.
Imagen: captura Twitter
Criticar la reforma agraria solo por el hecho de haber significado el despojo de tierras que estaban en manos de una minoría blanca siempre traerá detrás una retahíla de posiciones a favor de esta medida. Sobre todo si consideramos las condiciones laborales de los campesinos.

Un tuit no puede reducir lo extensa que es una discusión sobre reforma agraria
Imagen: captura Twitter
Pero la reforma implica una mirada desde varios puntos de vista.
- La hizo un gobierno militar con poco conocimiento de cómo funciona el campo.
- Algunos dueños de tierras negociaron con los campesinos.
- Otras comunidades, como Ondores en Junín, perdieron su derecho de posesión de tierras y hasta ahora siguen luchando por ellas.
Unas cuantas líneas sobre este quincuagésimo aniversario de la #ReformaAgraria en Perú, a propósito del trabajo que he realizado desde hace una década con la comunidad de San Juan de #Ondores.
— Javier Puente (@puentevaldivia) 24 de junio de 2019
- Pero la historia ha demostrado que también hay puntos a favor de esta medida. Y lo pone muy clarito
el resentidazoCarlos León Moya en un post de hace tres años:
Este tuit del historiador José Ragas sostiene la posición de León Moya. Los campesinos no trabajaban la tierra en las mejores condiciones y había algo muy parecido a la esclavitud.
Hola, aquí un historiador. La discusión no es ridícula: el trato hacia los peones que existía al interior de las haciendas, en condiciones adversas y coercitivas, puede calificarse de esclavitud. El fin legal de esta no anula necesariamente su práctica ni continuidad. https://t.co/DRhll9vD9o
— Jose Ragas (@joseragas) 24 de junio de 2019
De hecho si hablamos de esclavitud, en pleno siglo XXI y en la transitada avenida Argentina dos jóvenes murieron en las galerías que se incendiaron en el 2017. No pudieron escapar porque trabajaban encerrados.

Jamás olvidarlo.
Imagen: Andina
Y volviendo al tema de Velasco y la reforma agraria, en estas tres videocolumnas del año pasado, Marco Sifuentes explicó el contexto latinoamericano e interno en el que se dio el golpe de Estado y posteriormente la reforma agraria. Esta última era necesaria pues el «Perú era uno de los últimos países en América Latina sin reforma agraria». Era una necesidad real.
«Había una desigualdad no gigantesca, no abismal, no monstruosa. Una desigualdad inconcebible en términos modernos».
Incluso Estados Unidos era uno de los promotores de la reforma agraria en América Latina. Sin ella, nuestra región se convertía en un caldo de cultivo a favor de la revolución cubana que había tenido éxito en 1959 (el fantasma del comunismo, claro).
Los resultados de la reforma fueron económicamente un desastre, pues «fue una igualdad impuesta, no consensuada, sino impuesta». Según lo que explica aquí Marco es básicamente por la forma de proceder todos los regímenes autoritarios.
Con el tiempo, la discusión sobre la reforma agraria se ha polarizado entre aquellos que defienden a ciegas la medida de Velasco y los defensores de los hacendados. Lo único que ambos bandos tienen (o deberían tener) en común es que se trató de una reforma impostergable. Podemos discutir de la forma, en ese sentido, pero jamás del fondo. Vamos, no creo que exista persona cuerda que a estas alturas quiera regresar a ese sistema semi feudal, el último vestigio de la colonia después de la discriminación. Aunque, en el Perú, todo puede pasar.
Más procrastinación
