corrupción , noticias , politica , violencia Viernes, 17 mayo 2019

Lo que tienes que leer a un mes del suicidio de Alan García

Hoy se cumple un mes desde que Alan García se quitó la vida minutos antes de ser detenido

«¿Cómo pasa el tiempo, no?«. En este útero consideramos que hoy conviene revisar algunos serios textos que se han escrito sobre el expresidente tras su suicidio.

Como Salomón Lerner Febres recordando su historial de violaciones a los derechos humanos

Las responsabilidades de García Pérez (Caretas, 9 de mayo)

El primer Alan. Foto: Caretas

El primer Alan. Foto: Caretas

Recuerda Lerner ‘el bueno’ que durante el primer gobierno de Alan García «se produjo uno de los picos más altos de violaciones de derechos humanos durante el periodo» entre 1998 y 1990.

Por si les da curiosidad, el otro pico fue en 1984 con Belaúnde.

Lerner también explica por qué no se ha podido determinar la participación de García en la matanza de El Frontón:

Al igual que durante el gobierno anterior, el poder civil desertó de su responsabilidad y prefirió dejar la conducción de la lucha contrasubversiva en manos del sector militar. La contrapartida de eso fue asegurar la impunidad y negarse a realizar investigaciones cuando la sociedad denunciaba los delitos que se estaban cometiendo. Esta subordinación al poder militar, de otro lado, ha marcado una diferencia respecto de Fujimori a la hora de establecer la responsabilidad penal. En el caso de García, por esa misma sumisión al mando militar, no se ha llegado a establecer la continuidad en la cadena de mando que condujo a la matanza de El Frontón.

Pero es innegable que hay una responsabilidad política y moral:

(…) además de los abusos cometidos por agentes del Estado, y de la formación de un grupo paramilitar, como el mal llamado “Comando Rodrigo Franco”, hay otra dimensión de la responsabilidad: el haber permitido, por la aplicación de una estrategia deficiente, el crecimiento de Sendero Luminoso. Ello también fue resultado de la desastrosa gestión económica del gobierno.

Este es un capítulo de la trayectoria de García que también conviene recordar.

Y ahora vamos con esta entrevista a Héctor Vargas Haya

“El partido aprista ya no existe” (Expreso, 13 de mayo)

Sobre Héctor Vargas Haya ya te hemos contado en este post. Básicamente, lo que tienes que saber es que el señor se la ha pasado denunciando durante bastantes años cómo —estando Víctor Raúl Haya de la Torre todavía tibio— García inició una orgía de puñaladas en el Apra que acabó con varias figuras históricas dentro del partido. Parecía considerarlo como la antítesis de todo lo que él defendía.

En esta entrevista con Expreso sí, lo sabemos, estamos linkeando a Expreso hay algunos pasajes más sobre cómo Alan dio la consigna de que le hagan la vida imposible pero también esto:

  • Confirma la existencia de una «fuerza de choque»,
  • Afirma que el Apra ya no existe (shots fired) y
  • Señala que se «han inventado que Haya era su mentor» (shots fired x2).

Y este es otro capítulo más que agregar a la carrera política del expresidente.

Y obvio cerraremos el post con Alberto Vergara:

La República no llega sola (El Comercio, 6 de mayo)

El escapista profesional. Foto: IDL Reporteros

El escapista profesional. Foto: IDL Reporteros

En realidad es mezquino poner extractos de todo el análisis de Vergara, pero vamos a resaltar su comentario sobre el suicidio donde explica por qué «no hay forma de simpatizar con los apremios de Alan y sus cuarenta ladrones»:

El suicidio de García. Ni hace falta explicarlo: señorón manilargo a punto de ser apresado y desenmascarado por anónimos agentes de la ley se pega un tiro. El escapista profesional entra en delirio. No creo que exista otro episodio en que la distancia entre el gesto político y la realidad política sea más abismal. El recurso más grandilocuente en maridaje con el delito más pedestre. Que no se confunda dramatismo y drama. Hay drama familiar, sin duda, triste. Pero no hay drama nacional.

Vergara también identifica a García como parte de una estirpe particular, pues «consideraba incorrecto que la justicia se metiera con él». Alan se apoyaba en la vieja y antirrepublicana institución del privilegio, un delirio con el que comulga parte de la opinión pública:

Leo que el periodista Beto Ortiz cita con simpatía al secretario de García cuando afirma: “Hay personas que no han nacido para estar encerradas”. Como en las sociedades con castas, parece que ciertos individuos nacen con un destino preestablecido.

(…) Entonces, no es que García solito se convenció de merecer prerrogativas excepcionales. La institución antirrepublicana del privilegio funciona porque parte de la opinión pública comulga con el señoronismo virreinal, porque el azar lleva a tu mejor amigo a ser embajador en la misma ciudad donde te exilias, porque tienes peones trejos en el Congreso, porque en Palacio de Justicia aún merodea el compadrazgo… Un sistema.

Y ese, aunque pocos quieran resaltarlo hoy, es también otro capítulo en la herencia histórica de Alan García.

Diego Pereira

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