corrupción , noticias , politica Martes, 30 abril 2019

Breve y sentido homenaje a Juan Sheput, el político más camaleónico del siglo XXI

Larga es la lista de personajes peruanos que, al igual que quienes estudian moluscos, se la pasan comparando el peso y tamaño de su ostra. Entre esta abundante selección de valvas —hay más cantidad que calidad— vamos a resaltar solo una.

Meet Juan Sheput

No vean esta película, es malaza. Composición: Utero.pe

No vean esta película, es malaza. Composición: Útero.Pe

Hace cinco años, te contamos en este post los últimos días de Juan Sheput en Perú Posible, cuando se aburrió de sacar cara por el cada vez más errático Alejandro Toledo. Desde entonces los desvaríos políticos del viejo aliado de la chacana le han ido jugando en contra.

Pasó de ser un crítico de Pedro Pablo Kuczynski a formar parte de su equipo, incluso se convirtió en su defensor cuando el momento lo requirió, aunque desde adentro también le tiró unos cuantos puñales. No solo recomendó la renuncia del ministro Saavedra, también admitió sus coqueteos con el fujimorismo.

Y luego sería parte de los que decían que teníamos 24 horas para salvar al Perú. Foto: Captura/Twitter

Este tuit es del 2011. Años después sería parte de los que decían que teníamos 24 horas para salvar al Perú. Foto: Captura/Twitter

En suma, Juan Sheput viene quemando su carrera política desde hace un buen tiempo y nosotros nos preguntamos cuánto más puede arder ese carbón. Estos tres pleitos en los que ha intentado meter su cuchara podrían ganarle un premio Guinness por arder en las brasas tanto rato.

Sheput vs. Los Susanos

Juan Sheput ha decidido batirse en duelo con cuanto personaje vinculado a Susana Villarán (que podría ir a la cárcel en 3, 2, 1….) se encuentre. Apenas se enteró que Gustavo Guerra García, exgerente de Protransporte durante la gestión de tía, estaba siendo considerado para el MTC, salió con la pata en alto.

Citando a Yuri, la cosa «fue más o menos así»:

¿Será que la memoria de Sheput es fráfil? Foto: Captura/Twitter

¿Será que la memoria de Sheput es frágil? Foto: Captura/Twitter

Esa alianza «Toledo-Villarán», es una de la que Sheput ha sido parte también (como recordamos en este post). Parece que andar saltando de barcos lo ha hecho olvidar el pasado reciente, menos mal que hay registro.

Sheput vs. Las Encuestas

Este roche pasó un poco caleta (menos mal), pero hace menos de 48 horas Juan Sheput, al igual que Jaime de Althaus, creían que el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y La República estaban buscando provocar un golpe de Estado al preguntar en una encuesta por el apoyo que tendría un eventual cierre del Congreso (por cierto, 70% está a favor).

HORROR, grita Sheput. Foto: Captura/Twitter

HORROR, grita Sheput. Foto: Captura/Twitter

La verdad es que las encuestadoras hacen esa pregunta desde la primera vez que Pedro Pablo Kuczynski evaluó usar la cuestión de confianza para hacerle el pare al fujimorismo en el Congreso. Pero no, para Sheput (y para Vitocho, colado en todo lo conspiranoico) aquí apesta a golpe:

Ya siéntense, señores. Foto: Captura/Twitter

Ya siéntense, c-ñores. Foto: Captura/Twitter

Tuvo que salir el propio Hernán Chaparro, jefe de estudios de opinión en el IEP, a aclararle el panorama a Sheput:

La pregunta era para ver hasta donde llega el malestar ciudadano con el Congreso. La respuesta es preocupante y obviamente no es para promover ningún tipo de golpe sino una discusión adecuada y pensar qué hacer para mejorar legitimidad.

El congresista tuvo que bajar sus revoluciones, pero ya hemos visto que no va a soltar el tema tan fácilmente.

Sheput vs. Los Odiadores

La última de Sheput tiene que ver con el congresista de su flamante bancada Contigo ni a la esquina: Jorge Castro. Resulta que el señor se creía pastor y andaba cobrándole diezmos a sus trabajadores para asumir una serie de gastos.

Con este tan rochoso ampay era más que seguro que Juanito le daría la espalda, ¿no? No. Al igual que el agua que herviste y olvidaste meter al termo, sus declaraciones fueron súper tibias:

Las responsabilidades son individuales y, desde ese punto de vista, no creo que haya un perjuicio para la bancada. Vamos a conversar para que nos brinde su versión y lleguemos al fondo del asunto porque de ninguna manera lo vamos a pasar por alto.

Ese discurso —del que hemos escuchado tantas versiones en distintas bocas a lo largo del tiempo— no extraña viniendo de un legislador que pertenece a una bancada que sueña con convertirse en el Vox peruano (el partido español de ultraderecha).

Entonces, ¿cuánto tiempo más puede arder Sheput? Corren las apuestas.

Diego Pereira

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