Los fanáticos religiosos siguen obsesos con el sexo anal (pero lo mejor son las respuestas a su fiebre)
Diego Pereira
I'm back, bitches » @algunpereira » diego@utero.peHan pasado más de dos semanas y el sexo anal sigue siendo una obsesión de los fanáticos religiosos
Esta mañana, la vía expresa de Paseo de la República (Lima) amaneció con varios carteles como el que ven arriba. Se trata de la continuación de una fijación que la gente de Con mis hijos no te metas (CMHNTM) tienen con el sexo anal. También repartieron volantes:
OK, primero un poco de contexto:
- Esto «empezó» hace unos 16 días cuando se informó que en una línea de la página de un libro (que recibieron alumnos de tercer año de secundaria por parte del Ministerio de Educación) había un link que llevaba a un artículo en el cual había un párrafo donde se daba una definición enciclopédica del sexo anal.
- Todo el chongo te lo contamos en este post, donde también te aclaramos (y probamos) que el Minedu —a diferencia de lo que decía la gente de CMHNTM— no había repartido pornografía, solo conocimiento comprobado, verificado y respaldado por fuentes confiables.
Y justo ahora que ya van 3 días desde que Barata empezó a cantar que empezó el Coimpalooza™, estos carteles aparecen:
Es evidente la campaña de desinformación (vamos, ver esos carteles es por lo menos confuso) en la que se han embarcado estas personas que la verdad no sabemos cómo es que llegaron a reproducirse porque la sola mención de «pene» o «vagina» parece perturbarlos hasta la médula.
Lo bueno es que no duraron mucho
Pero el daño (?) ya estaba hecho
Este meme explica por qué esto de los carteles es tan absurdo:
Y este también:
Y este diálogo ficticio que escribió Jose Carlos Yrigoyen también da en el clavo sobre la paradoja en la que se encasillan quienes rechazan toda información sobre el sexo anal:
-Los colegios no pueden enseñarles a nuestros hijos lo que es el sexo anal.
-¿Por qué?
-Porque es un acto contranatura condenado por Dios.
-Bueno. Entonces pueden hablarles de masturbación.
-Tampoco.
-¿Por qué?
-Es un pecado capital: el de la lujuria. La Biblia lo prohíbe. Es la puerta de entrada para todos los vicios: la sodomía, el sexo oral, el Fortnite. La ciencia lo dice. Lo vi en YouTube.
-Ya. Que conversen con ellos sobre el sexo heterosexual, el que ustedes defienden.
-No, no. Son muy jóvenes. Pueden malinterpretarlo, caer en la promiscuidad, en los embarazos no deseados, en la degeneración, en la pera malograda, las fiestas semáforo, el perreo babilónico, la pornografía extrema tailandesa entre dragones de Komodo. De eso no les podemos hablar.
-Bueno, y qué propones.
-Que no se metan con nuestros hijos. De sexo les hablo yo.
-Entonces tú les hablarás de sexo anal.
-¡Nunca! ¡Eso es un acto contranatura condenado por Dios!
El efecto fue totalmente inverso
El mensaje parece haber calado, pero no de la manera esperada.
De hecho, este cuadro de Google Trends muestra el interés de búsqueda por el término «sexo anal» desde un día antes del chongo con el Minedu:
Aunque la verdad que los peruanos se han pasado todo este 2019 buscando «sexo anal» en Google consistentemente:
Hasta nuestros congresistas lo buscan
Así lo demostró el ‘like’ que le puso el parlamentario fujimorista Glider Ushñahua —que ha sido vocero de CMHNTM— a un video porno donde se mostraba esta práctica sexual sin ningún tapujo. Él se defendió diciendo que lo hackearon (el equivalente web a decir que tu perro se comió la tarea) y borrando por completo su cuenta de Twitter.
¿Cuánto tiempo más durará la fiebre del sexo anal? Seguiremos informando.