discriminación , economía , libertades , noticias , politica , sociedad Martes, 26 marzo 2019

Esta no es la primera vez que Gamarra está libre de ambulantes (y por eso quizás no sea la última)

Qué limpio y ordenado se ve Gamarra, ¿no?

Cuánta limpieza, cuánta seguridad. Foto: Andina/Juan Carlos Guzmán

Cuánta limpieza, cuánta seguridad. Foto: Andina/Juan Carlos Guzmán

Ya, pero esa foto es del 2011. Por esos años, Alberto Sánchez Aizcorbe ocupaba la alcaldía por segunda vez —de hecho, él llevó a «Forsai» al municipio como regidor— y dispuso el reordenamiento de la zona. 150 serenos impidieron el ingreso de ambulantes. Se pintaron las veredas. Vendedores y compradores aplaudían la medida y esperaban que se mantuviera. La gracia duró poco. 

De hecho, la primera vez que Sánchez Aizcorbe «barrió» Gamarra fue el 25 de octubre de 2007. Fue un operativo sorpresa en el que participaron 1,500 policías acompañados de fiscales y decenas de obreros de Sedapal y Luz del Sur (que eliminaron instalaciones ilegales). Mientras tanto, gente de limpieza baldeaba y barría la calle. Esa vez la gran transformación de Gamarra duró 48 horas.

Y no ha sido el único que lo ha intentado

En el 2014, Daniel Urresti —entonces ministro del Interior de Ollanta Humala— prometió apoyar al municipio de La Victoriasacar «objetos y ambulantes» de las veredas. Prestos a cumplir la orden sin dudas ni murmuraciones estaban 684 agentes policiales, 37 patrulleros y 55 motos. También dijo esto:

No vamos a permitir que quede ningún ambulante ni objetos sobre las veredas. Aseguraremos que la gente pase sin peligro y el lugar no vuelva a ser tomado por comerciantes ni jaladores.

Ironías de la vida: aquí Urresti haciendo proselitismo político dos años después en Gamarra (2016), rodeado —y recibiendo «solo besos y abrazos»— de ambulantes:

Foto: Captura/Twitter

Foto: Captura/Twitter

Lo cierto es que «ordenar», «barrer», «limpiar», «organizar» y «recuperar» Gamarra no es una idea nueva.

Aquí otros operativos

Operativo de la Sunat con la Policía y las Fuerzas Armadas contra la evasión de impuestos, febrero de 1992. Foto: Andina/Archivo

Operativo de la Sunat con la Policía y las Fuerzas Armadas contra la evasión de impuestos, febrero de 1992. Foto: Andina/Archivo

  • Julio, 1999. Las primeras medidas para «limpiar» Gamarra fueron con miras al 2005, cuando el norte era que Lima se convierta en la Capital Latinoamericana de la Moda.
  • Julio, 2008. Se decía que los ambulantes pagaban a las mafias S/50 diarios para que los dejen trabajar.

Y hay más, pero se entiende a qué vamos, ¿no?

Foto: Facebook/Peruvian Memasos From The Heart

Foto: Facebook/Peruvian Memasos From The Heart

En este momento, los ambulantes desplazados por George Forsyth simplemente se han movilizado a otra zona. De hecho, el alcalde de La Molina —Álvaro Paz de la Barra— hace poco fue bastante claro con su queja:

Este sentimiento implacable de combatir las mafias por un lado es bueno, pero lo que está generando son brotes de informalidad porque migran a otros distritos. Ayer estuve con el alcalde David Rojas de San Luis. Están mudándose. Esto está ocurriendo en mi distrito. Hemos colocado dos cercos perimétricos. También ocurre en Ate.

La solución propuesta por Paz de la Barra es que sea Jorge Muñoz —alcalde metropolitano de Lima al que acusa de no tener liderazgo— quien organice una planificación coordinada entre los 43 alcaldes de la capital para enfrentar el problema. La informalidad no es exclusiva de Gamarra.

Lo cierto —y lo prueban las variadas intervenciones al espacio— es que la venta ambulante es el síntoma y no la enfermedad. Las políticas represivas, lo prueba la historia (local), son bastante ineficientes si lo que se busca son resultados a largo plazo. Sobre todo considerando que la informalidad no es solo un problema de comercio ambulatorio, empresas y organizaciones «formales» la alientan también:

Foto: Captura / Twitter

Foto: Captura / Twitter

¿Quizás la solución entonces sea hacerles una aplicación a los ambulantes? OK, no.

Diego Pereira

I'm back, bitches » @algunpereira » diego@utero.pe