noticias , redes sociales , videos Jueves, 28 febrero 2019

Tenemos una mala noticia que darte sobre esos lindos atardeceres a los que tanto te gusta tomarles foto

Hace un calor horroroso en Lima, pero ¿qué bonitos atardeceres, no?

Mira esos tonos morados, rojos y naranjas, qué belleza. Foto: Captura / Instagram

Mira esos tonos morados y naranjas, qué belleza. Foto: Captura / Instagram

Desde que empezó el verano, y los cielos se despejaron, hemos tenido una serie de atardeceres altamente fotografiables. Pero como nos encanta pincharte todos los globos nuestro deber es mantenerte informado, tenemos que darte una mala noticia.

Esos bellos colores son producto de la contaminación

Pero antes de explicarte cómo así, primero tenemos que contarte primero por qué el cielo es azul:

  • La luz del Sol —al igual que la luz blanca— está compuesta por todos los colores del arcoiris.
  • La atmósfera, que la luz solar atraviesa desde arriba cuando está en su cenit, está llena de pequeñísimas partículas de polvo.
  • Cuando la luz del sol se dispersa en estas partículas (mil veces más pequeñas que el grosor de tu pelo), el color azul se esparce más que el rojo.

¿Y por qué el cielo cambia de color cuando amanece o atardece? Sucede que, cuando el Sol está en el horizonte, su luz atraviesa una capa de atmósfera más extensa para llegar a nosotros. Casi el 99% de esa luz se dispersa y todos los colores desaparecen, excepto el que tiene la longitud de onda más grande: el rojo. 

¿Y qué tiene que ver la contaminación?

Es bastante sencillo: mientras más polución hay en el aire, más hermosas veremos la puesta de sol. Esto porque, mientras más partículas hay, más se refleja y dispersa el color rojo. Como ya vimos, el cielo cambia de tonalidad dependiendo del tamaño de las partículas suspendidas en el aire. Una prueba de ello es cómo después de una erupción volcánica, los amaneceres y atardeceres se vuelven mucho más brillantes:

Atardecer captado tras la erupción del volcán Kasatochi en Alaska. Foto: Didier Van Hellemont/ spaceweather.com

Atardecer captado tras la erupción del volcán Kasatochi en Alaska. Foto: Didier Van Hellemont/ spaceweather.com

La contaminación hace que los colores rojizos se hagan más intensos. En palabras simples, digamos que es un fenómeno que hace ver bonito algo que en realidad es bastante feo. 

Espera, hay más

Las nubes —que son clave para regular la temperatura del planeta— también tienen algo que ver en todo esto. Este artículo de The Guardian (in english) explica un estudio publicado en Nature Geoscience, donde se revela que las nubes estratocúmulos, que son las nubes bajas que por lo general no provocan precipitaciones y que reflejan parte de la radiación solar, están desapareciendo.

Esto hace que tus atardeceres tengan menos nubes, pero también conlleva a mayores temperaturas. Si estas nubes llegan a desaparecer por completo, se calcula un incremento de más de 8ºC en la temperatura del planeta. Y esas son malas noticias.

En resumen, ese brillante atardecer se debe a que la atmósfera está más contaminada que tu hígado los fines de semana. O sea, todos vamos a morir, pero será con hermosos atardeceres como testigos de nuestro fin. Considerando que nosotros somos los responsables, al menos parece una muerte justa.

Ahora tienes un nuevo tema de conversación. Foto: Es un meme

Ahora tienes un nuevo tema de conversación. Foto: Es un meme

h/t: @elmorsa

Diego Pereira

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