corrupción , denuncia , discriminación , economía , libertades , noticias , periodismo , politica , sociedad , videos , violencia Viernes, 2 marzo 2018

La delación de Jorge Barata acaba de desnudar lo más rancio del empresariado peruano y sus metidas de nariz en la democracia

Roque siendo Roque. Imagen: Útero.Pe

Roque siendo Roque.
Imagen: Útero.Pe

La delación de Jorge Barata sobre el aporte a las campañas de varios candidatos a la presidencia del Perú, ha sido como poner el dedo en el infecto estado de la política peruana que ahora se ahoga en su pus. Con sus palabras no solo están cayendo los partidos como en un dominó sino que esta revuelta alcanza al sector empresarial.

Ayer en RPP, el señor Burns Roque Benavides, actual presidente de la Confiep,  la institución que agrupa a los dueños del Perú todas las grandes empresas del país, declaró que en el 2011, en plena segunda vuelta electoral, varios de sus amiguitos hicieron una chanchita de más de dos millones de dólares para hacer una campaña mediática contra el entonces candidato Ollanta Humala.

via GIPHY

(Excelente)

Entre las empresas que participaron de esta intromisión (igualitititita al chavismo pero desde la derecha) en la débil democracia de nuestro país participaron los siguientes grupos empresariales, según lo reveló IDL-Reporteros:

  • Grupo Gloria.
  • Grupo Romero.
  • Grupo Breca.
  • Odebrecht (con doscientos mil dólares).
  • Repsol.
  • Telefónica.

Roque se lo dijo sin miedo a Mónica Delta:

Estas acciones nunca fueron declaradas ante la ONPE. Las declaraciones del mismísimo presidente de la Confiep revelando que los grandes empresarios del país metieron sus narices en una elección que debía ser democrática y de iguales condiciones entre los candidatos es un escándalo nacional pero la gran prensa, como en el 2011, ha evitado seguir hablando del tema.

Por esa razón, en este Útero hemos recopilado todas las barbaridades que tuvimos que soplarnos durante la campaña que dividió en dos al país. Todas las veces en que intentaron quebrar un voto consciente con spots destinados a una grosera manipulación.

1. Los spots de la Confiep

En mayo del 2011, cuando faltaba muy poco para la segunda vuelta entre Ollanta y Keiko, la Confiep difundió dos spots publicitarios. El primero, titulado «Optimismo en el futuro», le avisaba a todos los peruanos que el Perú estaba avanzando (?) y todo estaba muy chévere. 

El segundo spot era casi casi advirtiendo que Ollanta Humala era el cuco y los peruanos debían elegir bien, o sea, debían votar por Keiko. Claro, sin mencionar a ninguno de los candidatos. Al final de este video aparecían los logos de la Confiep y de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).

2. El spot y las llamadas extrañas

Aunque no se ha precisado si estos spots fueron financiados con el dinero de la «chanchita» de la Confiep, es pertinente recordar cómo fue que trataban de mostrar a Ollanta Humala como un rebelde que solo iba a traer el caos. 

Pero también se realizaron llamadas extrañas a pocas horas de que empiecen las elecciones de segunda vuelta electoral. Marco Sifuentes lo contó en su columna para Perú 21 en el 2011:

Lo mismo ha sucedido con las llamadas de última hora que ocurrieron entre el viernes y el sábado, cuando ya estaba prohibida la publicidad electoral. Los números 21909230, 21909260 y 21977001, al parecer provenientes de un call center mexicano, saturaron las líneas telefónicas limeñas con dos tipos de llamadas: 1. Un «Centro Interamericano para la Defensa de la Democracia» que alertaba sobre las desgracias de un gobierno humalista y 2. Una falsa campaña humalista, tratando de engañar a la gente con llamados «contra el imperialismo yanki» y «contra Chile».

3. El spot de la SNRTV

La Sociedad Nacional de Radio y Televisión (SNRTV) también le entró al juego. Este video de seis minutazos nos contaba amigablemente que Ollanta era la peor opción porque si ganaba perderías tu trabajo y el bienestar de tu familia se iría en picada. El video es didáctico y apela al bolsillo de todos los peruanos, que es donde más nos duele.

4. Los cosméticos

Una marca de cosméticos cuya venta se realiza por catálogo y evita así pagar derechos laborales a sus vendedoras mal llamadas «voluntarias», distribuyó entre sus impulsadoras un video con unas no tan sutiles tonalidades naranjas. Este también indica lo mismo que todos los que ya hemos visto: Ollanta es el cuco.

5. La revuelta en América TV

En Canal N y América TV rodaron muchas cabezas después de que en Cuarto Poder se publicara un reportaje donde se «humanizaba» a Ollanta Humala. Semanas después, en época electoral, fue despedida la periodista Patricia Montero de canal N. Meses después, en diciembre de ese mismo año, despidieron a la directora periodística de Canal N y América TV, Laura Puertas. Meses antes, en junio, se le rescindió el contrato a Rosa María Palacios y se dejó de transmitir su programa Prensa Libre, que lideraba el rating de su horario.

Algunas personas indican que la salida de Palacios se debió a que no tomó partido por Keiko durante la campaña electoral del 2011. Para muestra, esta entrevista que le realizó la periodista al entonces presidente de la Confiep, Humberto Speziani, donde le dice, entre otras cosas, que ella nunca se sumó al coro de tonterías contra Humala que justamente acabamos de exponer en este Útero líneas más arriba.

Para muchos, Palacios se fue porque el ala fujimorista del Grupo El Comercio todavía seguía con la sangre en el ojo ante el triunfo de Ollanta. Sin embargo, Martha Meier se ha defendido en varias ocasiones, aclarando que la salida de Rosa María se dio porque el canal apostaba por el entretenimiento a esa hora.

La historia completita y detallada la cuenta en este hilo de tuits la vicealmirante Amilyn Holdo periodista Paola Ugaz. 

Finalmente las declaraciones de Barata han revelado las prácticas no tan transparentes de los grandes empresarios del país. Y eso que aún no hablamos del programa express de Jaime Bayly para machacar a Ollanta Humala. Si esto vuelve a suceder, ya sabemos que a la gran empresa no le preocupa tanto el país, que mantiene una amplia brecha de desigualdad social todavía, sino que le inquieta sus propios bolsillos y sus yates y sus casas de playa. Y no es que seamos antisistema, porsiaca.