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ESPECIAL: El fracaso del Censo 2017

A pesar de la participación de ministros y congresistas en el Censo 2017, de las postales que dejaron como voluntarios y los vuelos inútiles en helicóptero, las quejas en redes sociales y en medios de comunicación han opacado la jornada de la que solo queríamos recordar los memes.

Hemos seleccionado los peores momentos del censo que nos convencerán a todos que, al menos, el jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Aníbal Sánchez, debe poner su cargo a disposición luego de este fracaso.

Si fuésemos normales, Aníbal Sánchez ya estaría así en estos momentos. Imagen: Útero.Pe

Si fuésemos normales, Aníbal Sánchez ya estaría así en estos momentos.
Imagen: Útero.Pe

1. El censo no es broma

Los datos que recogen los censos nacionales sirven para que, a partir de estos, las autoridades sepan a cuánta gente y de qué características deben gobernar y así tomar decisiones de acuerdo con las necesidades de cada sector.

Sin embargo, a algunos ciudadanos se les olvida la importancia de esta medición (incluido el jefe del INEI), por eso le hacen perder el tiempo a los voluntarios con este tipo de bromas sobre la raza.

2. Quejas de parte de los voluntarios

Los voluntarios han recorrido las calles ayer más que los testigos de Jehová los domingos. Sin embargo, a algunos no les abrían las puertas porque no estaban debidamente identificados.

En el distrito de Elías Soplín Vargas, en San Martín, un voluntario se quejó por no haber recibido ni el polo, gorro, ni siquiera el lápiz para poder realizar su trabajo con normalidad.

Y no fue el único. También ocurrió en otras partes del país. En Villa El Salvador, los voluntarios tuvieron que acudir a la televisión para que las personas puedan responder a las preguntas del censo, pues al no tener los implementos para identificarse, no confiaban en su trabajo.

Imagen: América TV web

Imagen: América TV web

Además, sigan la línea de este tuit de un voluntario en La Molina, quien es economista de la UPC. Aparte de los problemas de identificación y falta de cédulas, se agrega que a los empadronadores no se les pudo dar el refrigerio pues los jefes zonales también tuvieron que salir a censar de manera improvisada.

3. El INEI descubrió ayer que Lima crece para arriba

Además de la falta de implementos para los voluntarios y el desorden a la hora de repartir las fichas para empadronar, hubo quejas de cientos de personas en redes sociales y en medios de comunicación que no fueron censadas.

En todos los distritos. Imagen: web Exitosa

En todos los distritos.
Imagen: web Exitosa

Imagen: web El Comercio

Imagen: web El Comercio

Exitosa radio reportó viviendas que no habían censadas en los distritos de San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres, Surco, Lince y El Agustino. Mientras que El Comercio también registró que en Villa María del Triunfo había familias que no habían sido censadas.

En las zonas de Miraflores y Magdalena, hubo edificios enteros que no fueron censados. La cuenta oficial de Twitter del INEI respondió a las quejas de los usuarios asegurando que se llevarían más cédulas para el censo.

Imagen: captura Twitter

Imagen: captura Twitter

Sin embargo, eso nunca sucedió:

Lo más random del asunto es que el INEI se ha justificado en que la ciudad de Lima está experimentando un «crecimiento vertical» y que por eso hubo falta de empadronadores. O sea, más o menos así:

4. El INEI y sus justificaciones

Aunque parezca mentira, el jefe del INEI, Aníbal Sánchez, encontró la solución a su muy pero muy mala gestión. En conferencia de prensa, les avisó a todos los peruanos que no habían sido censados, que llamen por teléfono para que el personal de su institución les visite y los cense. En serio, el jefe del INEI nos dijo a todos que, como hizo mal su trabajo, nosotros lo solucionemos.

5. En otro lugar, el jefe del INEI ya habría renunciado

Esto es lo que nos dejó el censo:

  • Voluntarios sin implementos para hacer su trabajo.
  • Miles (porque aún no sabemos si son millones) de personas que no han sido censadas.

El censo ha costado más de 170 millones de soles de los bolsillos de todos los peruanos. El INEI ha tenido un año, o más, para organizarlo y ya vimos el resultado. Y no, no es que sean pocas viviendas sin censar o ya no importa porque está la mayoría, como dice la periodista Rosa María Palacios:

Se trata de un C E N S O no de una encuesta

Para cerrar con broche de oro, nuestro amixer 4ever, Carlos León Moya, contó su mala experiencia con el censo, cuando trató de averiguar un dato y ninguno de los canales de comunicación del INEI con los usuarios funcionaba. Al final todo era eso: improvisación y ausencia de información.

El censo ha sido un fracaso. Nosotros seguiremos comiendo, entre lágrimas, las galletas animalitos que no pudimos obsequiar.