denuncia , noticias , Salud , sociedad Lunes, 11 septiembre 2017

ALERTA: El roche de la leche falsa es nada al lado de este hallazgo en la fábrica de Laive

Una mañana, tras un sueño intranquilo, Gregorio Samsa se despertó en un local de la empresa Laive convertido en un monstruoso insecto.

Imagen:

Imagen:Útero.Pe

Esta vez no hablamos de que su leche no sea leche, sino de algo más asqueroso que congresistas dando retuit a fujitroles. La Dirección General de Salud (Digesa) suspendió temporalmente la producción y comercialización de los productos de la planta de la empresa Laive en Ate. Así lo informa Exitosa:

Hacia las 10 de la mañana del último viernes, las auto­ridades ingresaron al local de la empresa, ubicado en la cuadra seis de la avenida Nicolás de Piérola, en la urba­nización Santa Clara, en Ate.

En ese lugar, luego de reco­rrer sus diversos ambientes, encontraron una serie de deficiencias en salubridad e infraestructura. Por ejemplo, constataron la existencia de “insectos y otros tipos de agentes que pudieran oca­sionar enfermedades al ser humano”, detallaron fuentes.

Imagen: Útero.Pe

Todos nos imaginamos algo así. Imagen: Útero.Pe

El medio informa que Digesa tomó muestras de las marcas de leche chocolatada Laive y Leche Evaporada 0% Lactosa (sin preservantes) para someterlas a análisis. Este es el local al que acudieron junto a funcionarios de la Municipalidad de Ate para realizar la inspección sorpresa:

Imagen: District 9

Imagen: District 9

Perdón, era este:

La planta de Ate. Imagen: La República

La planta de Ate. Imagen: La República

El gerente de Producción de Laive, Alfredo Montoya, confirmó la suspensión a diario Gestión, pero ha asegurado que solo fue de «la planta de leche UHT, no de toda la producción que tienen en Ate» y sobre las condiciones insalubres dijo esto:

«Este es un caso aislado, que no tiene contacto con el producto».

La Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec), en cambio, no le cree, y por eso ha anunciado que evalúa poner una denuncia contra la empresa en Indecopi. Después de tantos roches, la frase ahora debería ser «para mentir y tomar leche, hay que tener cuidado».