Los mejores momentos de «Rómulo y don Bieto» para que hagas catarsis por el caso Petroaudios [VIDEOS]

Existen audios que nuestra generación recordará más que los gritos del audio porno que tus amigos te envían al WhatsApp. Nos referimos a los Petroaudios, una grabación en la que escuchamos a varios funcionarios negociar la entrega irregular de cuatro lotes petroleros a la empresa noruega Discover Petroleum a cambio de una aceitada.

Imagen: Cuarto Poder

Hoy, los jueces  de la Sala Permanente de la Corte Suprema de Justicia, absolvieron a todos los involucrados (incluidos Rómulo León y de Alberto ‘don Bieto’ Químper) porque las grabaciones fueron obtenidas ilícitamente, o sea, a través del chuponeo. Así ya lo habían dictado hace dos años y hoy, estos jueces lo ratificaron en última instancia:

• Josué Pariona Pastrana (Presidente).

• José Antonio Neyra Flores.

• Iván Alberto Sequeiros Vargas.

• Aldo Martín Figueroa Navarro.

• Jorge Balardo Calderón Castillo.

Un dato extra antes del cae’risa

Pariona junto a Villa Stein, cuando trabajaban de codo a codo. Imagen: Correo

Josué Pariona, por cierto, es el mismo magistrado que acompañó a Javier Villa Stein en la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema que absolvió a Alberto Fujimori del caso diarios chicha. Además, ha sido un férreo defensor de aquello que llama «prueba ilícita», incluso en congresos internacionales de Derecho.

Un equipo de la gran PT

Pero como no vale llorar sobre el petróleo derramado, mejor pasemos a hacer justicia catarsis con los videos que El Especial del Humor produjo sobre las aventuras de don Rómulo Ratón y don Bieto.

Así empezó todo, aunque en un inicio no tenían sus populares colas.

Cuando Quimper cayó preso y se vanaglorió de la fama histórica de su estirpe, también fue parodiado.

Rómulo y Químper dialogan por teléfono cuando el primero estuvo fugado en el colector de La Chira. Ojo con la cola de León que luego Jorge Benavides se la quitó por motivos que la historia no perdonará desconocemos.

Este capítulo es bueno por todo lo que menciona Químper mientras sueña: «Faenón, aceitada, honorarios de éxito; cojudita; tío George; Romulito, no hables; Rómulo, llévame contigo; Alan, nunca debiste llamarme rata; quiero queso, quiero queso».

La cárcel es dura y por eso Rómulo terminó vendiendo condones en el penal. Don Bieto se niega a conversar con él. Casi casi como en la vida real.

Rómulo salió libre y don Bieto se quedó con arresto domiciliario… o eso creían, hasta que lo ampayaron en pijama fuera de su casa. Esto ocurrió en la vida real, ah.

No hay duda, el Perú es una tragicomedia.