noticias , politica , sociedad Lunes, 10 julio 2017

Esta es la obra en el cerro San Cristóbal aprobada durante la gestión Villarán pero que Castañeda canceló

A menos de 24 horas desde la caída de un bus en el cerro San Cristóbal, todavía las autoridades partícipes de esta cadena de responsabilidades siguen echándose la pelota unas a otras, los heridos continúan siendo atendidos y la empresa recién salió a dar el pésame a los familiares de las víctimas mortales.

En medio de toda la tragedia sale a relucir, nuevamente y como de costumbre, una obra que el alcalde de Lima, Luis Castañeda, decidió no continuar y que podría haber evitado todo este dolor. ¿La razón para bloquear la iniciativa? No lo sabemos pero fue aprobada durante la gestión de Susana Villarán. 

Este nuevo capítulo de las aventuras de Luchito parece ser una continuación de su ineficiencia municipal.

En fin, continuemos.

El teleférico

Lucho te destruye mucho. Imagen: Útero.Pe

Lucho te destruye mucho.
Imagen: Útero.Pe

La idea de un teleférico que uniese los distritos del Rímac y Cercado de Lima fue pensada en el 2008 por iniciativa privada. ¿En qué consistía?

  • El teleférico iba a partir desde el parque de la Muralla hasta la punta del cerro San Cristóbal.
  • Iba a costar aproximadamente 9 millones de dólares.
  • Iba a incrementar el turismo en la zona.
  • Iba a beneficiar a unas 400 mil personas.

2013:

Durante la gestión de Susana Villarán, la empresa Operadora de Teleféricos SAC presentó todos los estudios técnicos para poder construirlo. La idea era tan paja que la tía Susy salió emocionada a informarle a la prensa sobre esta nueva obra:

“El Centro Histórico está siendo recuperado tanto por nosotros como por el municipio del Rímac, en una acción comunitaria y mancomunada, por lo que esperamos que el teleférico sea un elemento más para lograr ese objetivo”, destacó.

2014:

Para empezar la construcción de la obra, la empresa Operadora de Teleféricos SAC debía abonar 600 mil dólares al municipio de Lima como garantía de que contaba con los fondos para hacer el trabajo.

Cuando ya todo el mundo sabía que a Villarán no la iban a reelegir ni aunque Kenji se haga de izquierda, el sueño del teleférico empezó a tornarse como una pesadilla. La obra estaba prevista para empezar a construirse en setiembre del 2014 pero fue demorando por cuestiones técnicas.

Así, cuando Castañeda asumió el poder, el teleférico permanecía a la espera de que alguien le dijera: deposita e inicia. Pero eso nunca sucedió.

Marzo de 2015

A finales de marzo del 2015, apenas tres meses desde que inició la gestión de Luchito, la Municipalidad de Lima decidió cancelar la obra. La empresa, que quedó con los crespos hechos, anunció que demandaría a la MML por un monto de 6 millones de dólares. Así que se fueron a laudo arbitral que demoró poco más de un año.

Agosto de 2015

Mientras la Muni y la empresa Operadora de Teleféricos SAC se peleaban en los tribunales para ver quién le pagaba a quién después de haber cancelado una obra que iba a servir para recuperar el centro histórico; el alcalde Luis Castañeda que solo quiere ver el mundo arder declaró a la prensa sobre los teleféricos que se iban a construir en El Agustino y Lima Norte.

Broder, ¿se puede ser más sociópata lokitoh? Imagen: Andina

Broder, ¿se puede ser más sociópata lokitoh? ¡Si acababa de cancelar su propio teleférico!
Imagen: Andina

Los teleféricos a los que el alcalde saludaba estaban a cargo del Ministerio de Vivienda y Construcción.

«Es bueno todo aquello que contribuya a mejorar las condiciones y la calidad de vida de las personas mediante el uso de este sistema de transporte. Ojalá se ejecuten con rapidez».

Así de random es nuestro alcalde.

Ahora continuemos.

2016

En noviembre del año pasado la MML y la Operadora de Teleféricos SAC resolvieron el contrato que había sido firmado durante la gestión de Susana Villarán. Al final, la empresa tuvo que pagarle a la municipalidad la suma de 500 mil dólares por algunos formalismos incumplidos.

El municipio detalló que en 2014, tras obtener sus estudios definitivos de ingeniería, la empresa debía presentar una “garantía de fiel cumplimiento” por US$ 600 mil, pero no lo hizo. Tampoco logró incrementar su “capital social” hasta US$ 450 mil, lo que hubiera permitido certificar que se contaban con los recursos para ejecutar el proyecto».

Resuelto el contrato con la empresa y con el resultado a favor, se suponía que el proyecto iba a empezar de cero. Sin embargo, han pasado ocho meses, ocho muertos y 33 heridos y hasta ahora no tenemos noticias del teleférico que, si se hubiese hecho realidad, tal vez el centro histórico tendría mejores servicios y no esta tragedia que ahora vivimos por la falta de fiscalización y control de las autoridades. Simplemente, malogrando.