noticias Miércoles, 12 octubre 2016

7 conclusiones tras la derrota en Santiago

Otra derrota que se suma a una pésima eliminatoria y que elimina cualquier rastro de ilusión que quedaba pensando en Rusia. Otro pequeño papelón –el de los primeros 45 minutos- que nos acerca al espejo y nos hace mirarnos, una vez más, como somos: un equipo limitado y, en ocasiones, muy fácil de superar.

peru_chile-noticia-811261

Foto: La República

1. Gareca se equivocó y dimos ventajas innecesarias

No debieron arrancar ni Ávila ni Lobatón. Ya se ha dicho bastante desde que nos ganó Chile ayer por la noche pero hay que insistir en ello. Los errores están para ser cometidos y para enseñarnos a no repetirlos. Sin embargo, en estas eliminatorias son realmente caros y no podíamos darnos el lujo de debilitar aún más a un equipo ya bastante flojo. Ávila no logró apenas tocar el balón y no regresó con orden para tapar a Beausejour, lo cual asumo era la idea de que estuviera en Santiago.

Lo mismo pasó con Lobatón, un jugador talentoso pero que a sus 36 años sufre mucho, sobre todo frente a equipos tan intensos como el chileno. La dinámica de los campeones de América es conocida en todo el mundo, más aun su juego por las bandas heredado de Bielsa, pero aún así Gareca optó por el volante de Sporting Cristal en lugar de apoyar a Trauco –como sí lo hizo Yotún ante Argentina-, que sufrió todo el partido ante Isla. Por ahí llegó el primer gol y las más claras de Chile. Con la entrada de Aquino la cosa mejoró bastante. Aunque quizás ya era muy tarde.

2. Chile todavía puede ser una máquina

Debo confesar que me ilusioné con la llegada de Pizzi a Chile: un técnico que todavía no ha demostrado nada llegaba a un equipo campeón y que había basado su éxito en impecables iniciativas desde el banco, con dos brillantes entrenadores como Bielsa y Sampaoli. Desde que asumió Pizzi, en efecto, la roja empezó a jugar peor y los resultados no llegaban. Tanto así que Chile sigue fuera del mundial y no será fácil que clasifique. Pero ante Perú la bicampeona de América volvió a ser la de antes –probablemente porque se lo permitimos- y mostró que todavía puede ser una máquina, uno de los mejores equipos del mundo.

3. Tapia busca pareja

Hace muchos años, posiblemente desde Chemo o el mejor Jayo, que no teníamos un volante central indiscutible en la selección. Tapia tiene 21 años, ya juega en uno de los grandes de Holanda y su futuro es promisorio. Siempre concentrado, parece un mediocentro experimentado, no suele perder las divididas y tiene buen pie. Le falta un poco de llegada, pero eso se aprende. Tiene todo para ser una suerte de Vidal peruano.

Pero también le falta un compañero –un Aránguiz o Díaz, por ejemplo-, otro jugador consolidado que le dé solidez a la línea media peruana. Yotún hizo un partido interesante frente a Argentina, pero es un futbolista desordenado y vehemente, que pierde la concentración muy rápido. Vílchez estuvo bien en la copa Centenario y Ballón no ha decepcionado demasiado. Sin embargo, no tenemos un jugador en el que podamos confiar a ciegas y que pueda acompañar a Renato. Ascues podría ser una opción interesante.

4. La banda derecha, un pendiente

Aldo Corzo puede haber hecho un partido interesante frente a Argentina, lo mismo que alguna vez hicieran Memo Salas frente a Brasil o Walter Vílchez frente a Uruguay. Pero, igual que los jugadores mencionados, el lateral derecho no tiene el nivel para ser un jugador de selección. Este Perú es un equipo al que le gusta tener la pelota, y en ese sentido Corzo no aporta nada. Es incapaz de mantener la posesión y su vehemencia –que suma en la marca- resta cuando tenemos la pelota. Seguimos buscando un lateral sólido cuando en teoría ya tenemos a uno, Advíncula, que parece estar pagando caras sus indisciplinas.

noticia-34703-ac-6128901

Aldo Corzo. Foto: libero.pe

5. Gallese y Cueva, inamovibles

Lo de Gallese frente a Chile volvió a ser impecable, con tres o cuatro tapadas de catálogo que nos libraron de la catástrofe. El arquero del Veracruz es indispensable para la selección y lo demuestra en cada partido. Tenemos arquero.

Lo mismo pasa con Cueva, un jugador que ha evolucionado infinitamente desde que empezó a jugar con Gareca. Junto a Paolo es el jugador más importante de Perú. Controla los tiempos, ataca y defiende bien, y ha mostrado tener una personalidad de experimentado. La diez le queda pintada.

6. Seguimos esperando extremos

Recapitulemos un poco: tenemos un arquero consolidado, una dupla central bastante decente –teniendo en cuenta que Zambrano o Ascues podrán volver para reemplazar a Rodríguez, que tiene 32-, un lateral izquierdo que mejora cada partido, un volante de marca muy interesante, un creador inteligente y un nueve de lujo. Nos faltan, entonces, un lateral derecho, un acompañante de Tapia y dos extremos que nos den vuelo por las bandas. Seguimos esperándolos.

A pesar de su gran gol anoche, Edison Flores sigue siendo un jugador tímido y que desaparece la mayor parte de los partidos. Tiene talento, eso está claro, pero aún no despega y lo necesitamos. Tiene que decidir si es un “diez” a la antigua o un volante izquierdo capaz de hacer el recorrido y apoyar a su lateral. La segunda es la mejor opción. Sigue sin impresionar. Y en la derecha la situación es peor: Gareca ha intentado con Polo, Hohberg, Ávila y Benavente, pero ninguno ha impresionado. Quizás es porque esa banda tiene nombre y apellido: André Carrillo, que debería dejar de mirar los partidos por la tele, por el amor de Dios.

7. A planear el futuro

Como ya mencionamos la semana pasada, Rusia no puede ser un objetivo, por más que las matemáticas nos sigan dando alas. La tarea ahora es seguir consolidando a los jóvenes poco a poco y empezar a trabajar en reemplazantes para los que se van. Guerrero no podrá completar la próxima eliminatoria, ni tampoco Rodríguez. O recuperamos a los centrales que Gareca ha apartado, o nos buscamos otros.

La tarea en la delantera es más complicada: el vacío que dejará Guerrero será inmenso y no parece haber nadie con la capacidad para cubrirlo. Da Silva es un diamante en bruto y puede terminar jugando ahí, dado su físico (1.82 cm.) y su buena relación con el gol. Pero todavía le falta. Si Gareca se queda –que sería lo correcto- tendría que volver a trabajar con algunos de los jugadores que ha separado y seguir buscando recambio.