Ya es hora de que los políticos se hagan responsables por sus retuits difamatorios

Una vez más queda comprobado que los congresistas de Fuerza Popular piensan que siguen en campaña y continúan compartiendo material difamatorio en sus redes sociales. En este caso hablamos de uno en especial, una jugada táctica que les permite acusar de «terrorista» a medio mundo y lavarse las manos al mismo tiempo: el famoso retuit. Ayer sucedió un incidente que pasó desapercibido, pero que, siendo honestos, debería ser sancionado y causar mayor indignación: un congresista retuiteó un mensaje que acusaba a una periodista de ser «terrorista».

Ya te debes de imaginar a qué bancada pertenece el congresista de esta historia

Imagen: La República

1. Yo solo retuiteé

Ayer por la tarde, Clara Elvira Ospina, directora periodística de América televisión y Canal N, le pidió una explicación al congresista fujimorista Luis Galarreta por haber compartido un tuit en que era acusada de terrorista. La cuenta anónima @sudamericalibre escribió: «@canalN_ Frente Amplio no otorgó facultades. A ver, díganlo en primera planta en ÚLTIMO MINUTO. A ver, pues, terruca Ospina».  Este tuit, difamatorio y violento por donde se le mire, fue compartido por el congresista de Fuerza Popular. 

Indignante. Imagen: Captura web Twitter

Ante este acto, la directora de canal 4 le preguntó si de verdad pensaba que era «terruca»

@luchogalarreta No contesto a anónimos, pero como ud es congresista y vocero de su partido, sí lo hago. De verdad cree que soy "terruca"?

— Clara Elvira Ospina (@ClaraEOspinaG) September 29, 2016

La explicación del congresista fue inaudita. Según él, pensó que era una «crítica» y «no leyó bien» (¿?)

Imagen: Captura web Twitter

Podríamos ser lindis y pensar que, efectivamente, el congresista compartió por error las acusaciones anónimas de terrorismo en contra de la periodista. Pero, desafortunadamente, debido a la enorme reincidencia de los actos, tenemos todo el derecho de pensar lo contrario.

La bancada de Fuerza Popular se ha caracterizado por retuitear las peores acusaciones y difamaciones escudándose detrás del «yo solo retuiteé». Un centenar de cuentas anónimas, algunas de ellas identificadas como fujitrolls, suele calificar de terrorista para abajo a todo aquel que, de alguna u otra manera, discrepa o critica al partido fujimorista. Muchos congresistas y partidarios de Fuerza Popular, ya ejerciendo el cargo público, siguen empleando el mismo modus operandi. 

Carlos Tubino comparte un mensaje que acusa al Frente Amplio de abogar por terroristas de Sendero Luminoso

Imagen: Captura Twitter

Luz Salgado, presidenta del Congreso, retuitea teorías conspiranoicas de un conocido fujitroll

Imagen: Captura web Twitter

Martha Chávez, asesora de la bancada Fuerza Popular, retuitea ataques de un fujitroll a Alberto de Belaunde

Imagen: Captura web Facebook

Esta es solo una muestra de un enorme listado de ataques e injurias que, hasta el momento, no han sido sancionadas por nadie.

2. Para la Municipalidad de Lima, que te acusen de «terruco» no es grave

Hernán Núñez, regidor de Lima, demostró que para la Municipalidad de Lima no es ninguna falta que alguien te acuse de ser proterrorista. En abril de este año, Fernando Eslava Mendoza, coordinador de programas juveniles de la misma Municipalidad, acusó a Núñez por Twitter de ser incapaz y proterruco.

Al propio estilo fujitroll. Imagen: Captura web Twitter

A diferencia de otras personas, Hernán procedió a enviar una carta notarial por la difamación y a solicitar que la Municipalidad inicie un proceso administrativo contra el coordinador de la solidaridad. Increíblemente, el jefe de área de la Muni, Rodrigo Paredes Mayor, respondió que no se evidencia la falta disciplinaria. ¿La razón? Como el agravio sucedió en Twitter, ambas personas estuvieron de manera voluntaria. I n c r e í b l e.

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De la Municipalidad no nos sorprende. Pero, ¿el Congreso? Se debería sancionar a todos los congresistas y trabajadores del Congreso que cometan esta clase de difamación. No es un consejito, es algo que debería ser una realidad desde hace mucho.