denuncia , discriminación , libertades , metaperiodismo , noticias , periodismo , politica , sociedad , violencia Lunes, 19 septiembre 2016

3 puntos a aclarar sobre el repugnante reportaje de «No Recomendable» al agresor de Milagros Rumiche, Carlos Feijoó

Así como desbaratas tu exclusiva y te pones del lado del agresor. Imagen: captura YouTube

Así como cuando desbaratas tu exclusiva y te pones del lado del agresor.
Imagen: captura YouTube

El sábado que pasó, un programa llamado No Recomendable, que se emite en el canal Hechicera TV de Tumbes, publicó un reportaje con una entrevista exclusiva al prófugo de la justicia Carlos Feijoó, buscado por la Policía por agredir brutalmente a su conviviente, Milagros Rumiche, hace ya más de un mes.

La exclusiva lograda causó malestar en decenas de personas en redes sociales. La indignación más inmediata fue el intento de justificación del agresor al señalar que «se cegó» porque Rumiche «le era infiel».

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Imagen: captura Twitter

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Imagen: captura Twitter

Pero algo que ha sido poco advertido, y que fue igual de grave, fue la posición del reportero, Valente Velásquez, así como el contenido del material que se emitió.

(Vamos a colocar aquí el reportaje íntegro, por si el programa lo retira de su fanpage).

1. La justificación del agresor

Valente Velásquez conversa con el agresor, quien admite que golpeó a Milagros Rumiche pero que «la dejó parada».

El entrevistador le increpa que la dejó casi sin rostro y Carlos Feijoó procede a mostrarle las conversaciones de Whatsapp que leyó antes de cometer su crimen, buscando una especie de espíritu de cuerpo entre hombres.

  • Carlos Feijoó: [mostrando las conversaciones de Milagros Rumiche con otra persona] «¿tú crees que eso es normal? eso no es normal, yo me cegué totalmente porque eso no es normal»,  le dice al periodista y agrega, «me cegué totalmente como cualquiera».

¿En serio «cualquiera» maltrata a una persona porque «se ciega de celos»?

"La dejé parada". Imagen: elpopular.pe

«La dejé parada».
Imagen: elpopular.pe

Este útero consultó con la psicóloga de la Universidad Cayetano Heredia, Alexandra Hernández, quien nos explicó que responder a un estímulo con violencia desmedida se da por muchos factores, porque la persona aprendió de pequeña que esa es una forma válida de responder, porque el medio lo promueve o justifica, porque tiene problemas para controlar la impulsividad y la persona nunca buscó ayuda profesional, etc. Y todo esto repercute en las relaciones sociales, ya sea con la pareja o con la comunidad.

Este tipo de comportamientos se puede tratar con terapia psicológica, porque un agresor es consciente de que está haciendo daño, por eso una agresión psicológica o física no tiene justificación. En un caso de agresión, la única responsabilidad es la de la persona que elige agredir.

El tema es que, por más que hayamos sido formados por un entorno, que puede haber sido más o menos privilegiado, duro, complicado, agresivo, etc., no quiere decir que no tengamos conciencia de que lo que hacemos es bueno o malo, o viole los derechos de una persona. Los únicos que están «fuera de la realidad» son las personas con esquizofrenia. Además, sobran los casos de personas que han tenido una vida complicada y no son agresivas».

Según lo que agrega la especialista, una persona agrede porque:

  • Considera que está en posición de poder sobre el otro.
  • Porque considera que está justificado, porque cree que no lo van a atrapar, porque cree que es una manera válida de mantener el control sobre la otra persona, etc.

Aquí lo que no es normal es agredir a otra persona.

2. Una conversación privada publicada en un medio

Lejos de analizar o hacer hincapié en el perfil psicológico del agresor, el reportaje muestra las declaraciones que Milagros Rumiche, ya hospitalizada, prestó a la prensa.

«Me pegó porque yo no quería estar con él. Me preguntó si existía alguien más en mi vida y le dije que no, no existía nadie, solamente mi hijo».

A continuación, No Recomendable -profético nombre para el programa- continúa su reporte con estas palabras:

«Sin embargo, en el Whatsapp tiene conversaciones que ponen en tela de juicio su versión…».

Lo que sigue son los detalles -con locución y todo- de las conversaciones que supuestamente Rumiche mantenía con otra persona.

Inmediatamente después de decir que esos mensajes «ponían en tela de juicio» la versión de Rumiche sobre que había o no otra persona en su vida, proceden a intentar poner el parche.

«Pero esto no es excusa para la golpiza que recibió».

Si esto «no justifica» una golpiza, entonces ¿cuál es el sentido o el objetivo o el interés público de reproducir una conversación de Whatsapp de una víctima de agresión?

Algunas cosas a resaltar:

  • Las supuestas conversaciones por Whatsapp se las dio el agresor prófugo a su entrevistador.
  • El programa no tuvo mejor idea que reproducir una conversación privada y contrastarla con las declaraciones de la víctima con el fin de colocar sobre el tapete la discusión de si fue o no fue infiel.
  • Si fue o no fue infiel no es, ni por asomo, un tema de discusión pública en un caso de agresión.

Pongámosle un nombre a lo que ha hecho No Recomendable con Milagros Rumiche

Según lo que nos explica nuestra amiga y psicóloga a este útero, Alexandra Hernández, es que el programa ha vuelto a poner a Rumiche en una situación de vulnerabilidad. La ha vuelto a agredir.

¿Por qué?

Está buscando (y apoyando al agresor en buscar) una excusa que justifique:

  1. Que Feijoó haya reaccionado con agresión (porque me sacó la vuelta).
  2. Buscando desacreditarla como persona (si saca la vuelta, entonces es una mentirosa, no podemos creerle nada).
  3. Con esto la vuelven a victimizar porque se duda de su denuncia. Es una práctica vil del sistema: dudar, cuestionar, buscar excusas para la violencia de género, para volverla normal.

¿Milagros Rumiche puede denunciar al programa por publicar conversaciones privadas obtenidas por su agresor y que no se condicen con el interés público? Por supuesto que sí.

3. Una movilización contra la violencia es ¿represiva?

El cierre de este reportaje agresor -porque lo es- es una joya para el olvido.

«Ahora Carlos desea entregarse. Escribió una carta al Ministro de Justicia, pidiéndole perdón a la madre de su hijo, a su hijo y a toda la población tumbesina. Y solicita las garantías correspondientes para entregarse ya que esta situación es ahora mediática, política y represiva  contra su persona». 

En la parte de «represiva», el programa no tiene mejor idea que colocar una movilización ciudadana en contra de la violencia contra las mujeres y pidiendo justicia para Milagros Rumiche. No es «represión», se trata, para conocimiento de Valente Velásquez y de su equipo, de una respuesta necesaria en protesta contra el machismo que abunda en la sociedad y -sin lugar a dudas- en su programa de televisión.