noticias , sociedad , webeo Lunes, 12 septiembre 2016

Mistura Deathmatch: Ignacio Medina versus Raúl Vargas

A nueve años desde que vimos nacer y crecer a Mistura como un lugar en donde los restaurantes de todas las estrellas convergen en una fila homogénea de precios iguales y sabores múltiples, la cada vez más escasa acogida y las notables ausencias en la edición de este año -el Mundo de la cerveza, por ejemplo- han puesto a Mistura, hoy administrada por Apega, en el ojo de la discusión sobre si esta, con el paso inexorable del tiempo, se ha visto desgastada y ha hecho a un lado su razón de ser.

De todas las discusiones silenciosas una escaló hasta niveles de portada y esta es la que provoca nuestro…

Celebrity Deathmatch: Ignacio Medina versus Raúl Vargas

Mistura Elaboración Útero.Pe

Broncaza.
Elaboración Útero.Pe

Round 1: Golpe al chauvinismo

Todo comenzó con la columna en El País del crítico gastronómico Ignacio Medina. Nacido en España pero asentado en nuestro país hace ya muchos años, arremetió contra la feria gastronómica más importante del Perú y Latinoamérica, la impoluta Mistura.

¿Y qué dijo mi tío Medina sobre la feria?

Que la tía Poison cocinaba más rico. No, mentira. Su titular, de arranque es un disparo a quemarropa: «La agonía de una gran feria». Y continúa:

Mistura se apaga. La gran feria culinaria que entronizó la cocina peruana cumple su novena edición en medio de un declive que se antoja imparable. Sin apenas patrocinadores, con un considerable descenso en el número de expositores, lagunas en sus instalaciones y una distancia cada día mayor del ciudadano, la hasta cuatro años gran feria gastronómica de Latinoamérica languidece víctima de su propia ambición y el aislamiento generado por sus gestores.

Lo que sigue es un golpe mortal al chauvinismo exacerbado.

La ansiedad con que afrontó el desafío del crecimiento, adobada por unos toques de delirio de grandeza, acabó convirtiendo Mistura en una trampa de la que Apega y la propia feria nunca supieron ni quisieron escapar.

(…) Mistura también se ha ido quedando sin patrocinadores. Unos se alejan de la gastronomía como activo promocional —el tirón de la cocina mengua poco a poco en el Perú— y otros lo hacen de Mistura empujados por el trato caprichoso de los organizadores».

Round 2: El más indignado

Lo dicho por Medina despertó la ira de todo aquel que todavía considera que Mistura es lo mejor del mundo mundial. También algunos periodistas reaccionaron a la publicación como por ejemplo.

Valia Imagen: captura Twitter

Bueno, ex-periodistas.
Imagen: captura Twitter

Pero la crítica que echó más leña al calor fue la del veterano conductor de RPP, Raúl Vargas, quien, a sazón de su versatilidad (también hace comerciales para las AFP), participaba en un programa de cocina «La divina comida», aunque las declaraciones contra el español las dijo en Ampliación de Noticias de RPP, este último sábado.

¿Y qué dijo el tío?

No dijo nada porque se quedó jato. No, mentira. Raúl no tuvo peor mejor idea que minimizar la crítica de Medina apelando a su nacionalidad.

«El día de ayer, en el diario El País se publicó una nota, realmente increíble, de un señor que vino a estas costas y en estas se consagró por algo muy extraño «crítico gastronómico». Pero como siempre, todo éxito tiene que tener sus críticos y él se ha pronunciado diciendo nada menos que Mistura, este año, ha sido un absoluto fracaso o que marcha hacia el fracaso. 

Bueno, este tipo de mal humor naturalmente no nos cae bien a ninguno. No es que seamos muy orgullosos de las cosas que se hacen pero, sin duda, estamos ante un fenómeno que en los últimos años, casi nueve años, ha tenido una gran significación».

Se quedó picón ¿no? Pero ahí no quedó la cosa.

Round 3: «Yo te admiraba»

El crítico español publicó una respuesta en este otro enlace en scribd, puesto que su página web está extrañamente inhabilitada.

En este nuevo texto, titulado «Debatir para crecer», Medina no perdonó y le sacó a Raúl Vargas la época en la que trabajaba en Caretas y no era tan, ahmmm, mejor lean.

Mi amiga Doris Bayly, me escribía hace años una frase que me acompaña desde entonces. «Te duele el Perú, Ignacio», me decía entonces. Sí, Raúl, me duele el Perú, como al menos te dolía a ti cuando tu periodismo celebraba la opinión ajena y abría la puerta al debate (un día, hace ya años, me sumergí una mañana entre pilas de ejemplares de Caretas y aprendí a respetarte) ¿Lo recuerdas?

(…) Sé que Mistura no camina por el mejor camino posible, pero no esperaba que fuera capaz de generar tanta decepción y tanto resquemor entre los peruanos. Eso, Raúl, debería preocuparte más que el color de mi pasaporte.

Hoy por la mañana, cuando estábamos con nuestra canchita esperando a ver si Raúl contestaba en su programa de RPP, el conductor no dijo nada sobre este chongo. Así que, digamos, aquí acabó la fiesta. Pero esta discusión tendrá nuevos capítulos que tienen un año para desarrollarse, hasta la próxima edición de Mistura (si es que hay).